27/5/14

Especial Feria del Libro de Madrid. Regalo


Miguel Navia.
Chueca.
Prólogo de Óscar Esquivias.
Reino de Cordelia. Madrid, 2014.

Presentado por un prólogo de Óscar Esquivias, Reino de Cordelia publica Chueca, un espléndido álbum gráfico en el que las ilustraciones de Miguel Navia recorren un barrio lleno de contrastes.

Por eso, ninguna forma de expresión más adecuada que los dibujos con tinta china, que con su juego de blancos y negros reflejan el universo plural de este barrio céntrico de Madrid, un cruce de caminos en el que confluyen lo antiguo y lo moderno, lo castizo y la posmodernidad, el cocido madrileño y la cocina de diseño.

Centro de un laberinto urbano, social y cultural donde se cruzan la diversidad de las razas y las costumbres, el pasado y el presente, el centro y el margen, en el paisaje urbano de Chueca, entre las fachadas exteriores, las calles y los espacios interiores, conviven los solitarios y los grupos. Porque ese barrio madrileño que tiene como límites las calles Fuencarral y Barquillo y su eje en Hortaleza es un lugar donde late la vida en toda esa complejidad heterogénea que ha dibujado Miguel Navia en este libro que refleja -escribe Óscar Esquivias para cerrar su prólogo- “a todos los figurantes de esta gran película atolondrada, castiza y moderna que se titula Chueca”.



Oscar Wilde.
Oscariana.
Traducción de Carmen Francí.
Prólogo de Luis Antonio de Villena.
Hermida Editores. Madrid, 2014.

En 1895 se editaba un pequeño volumen que con el título Oscariana reunía una colección de 362 de aforismos de Oscar Wilde que su mujer había ido entresacando de su obra teatral, narrativa y ensayística publicada hasta entonces. De aquel tomo se hizo una edición no venal y de circulación muy restringida, limitada a cincuenta ejemplares.

Con traducción de Carmen Francí y prólogo de Luis Antonio de Villena -Oscar Wilde: elegancia y paradoja-, Hermida Editores reúne ahora ese material con otras dos colecciones de aforismos: Frases y filosofías para uso de los jóvenes y Algunas máximas para la enseñanza de los individuos educados en exceso, para ofrecer una imagen completa del Wilde más brillante y transgresor, del escritor ocurrente y lúcido que fue dejando sus chispazos paradójicos y provocadores a lo largo de toda su obra y al que no le importaba su fama de cínico porque el cinismo es solo el arte de ver las cosas como son en lugar de verlas como deberían ser.

No se trata de meros fogonazos. Tras su apariencia burbujeante hay con frecuencia una mirada honda y desengañada y una capacidad de seducción de la que escribía Borges: “Los largos siglos de la literatura nos ofrecen autores harto más complejos e imaginativos que Wilde; ninguno más encantador. Lo fue en el diálogo casual, lo fue en la amistad, lo fue en los años de la dicha y en los años adversos. Sigue siéndolo en cada línea que ha trazado su pluma.”


Chantal Maillard.
India.
Pre-Textos. Valencia, 2014.

¿Qué fuiste a buscar a India y qué encontraste?, se pregunta Chantal Maillard en el texto preliminar de India, el amplio volumen que acaba de publicar Pre-Textos, una obra reunida en torno a la India con materiales inéditos o revisados de sus diarios, poemas, ensayos y textos críticos elaborados durante un cuarto de siglo, entre 1987 y 2012. La hondura de los centenares de páginas que Chantal Maillard ha dedicado a la India es la mejor contestación a esa pregunta inicial. Una contestación abierta, porque hay en estos textos más búsquedas y aproximaciones que respuestas.

Búsquedas y aproximaciones que con esas cuatro formas complementarias de escritura –autobiográfica, poética, ensayística, crítica- y con el espléndido cuaderno de imágenes que cierra el volumen exploran más que otro espacio y otra cultura otra forma de estar en el mundo, de tomar conciencia de la identidad y del sentido de la vida y de la muerte.

Porque este no es un libro de crónicas de viaje o de impresiones de un turista, sino una reunión de esas cuatro perspectivas que describen un viaje hacia el conocimiento. Cuatro perspectivas que se complementan porque, como explica la autora, cada una de ellas responde a una manera de dialogar con la realidad, de provocarla, recibirla y expresarla, por lo que reunirlas permite ofrecer ángulos y derivas que podrán ayudar a imaginar la complejidad del mundo que describen.




Joseph Conrad.
El corazón de las tinieblas.
Ilustraciones de Abraham Cruzvillegas.
Traducción de Juan Sebastián Cárdenas.
Sexto Piso Ilustrado. Madrid, 2014.

Las últimas palabras de Kurtz en El corazón de las tinieblas (¡El horror! ¡El horror!), tan misteriosas y ambiguas como quien las pronuncia antes de morir, son el testamento moral de aquella sombra que Marlow sólo recuerda como una voz que sube de la pesadilla y de la niebla de su propia conciencia.

La tarea que intento llevar a cabo, gracias al poder de la palabra escrita, es haceros oír, haceros sentir..., es, antes que nada, haceros ver.

Esas palabras, que Conrad escribió en el prólogo que redactó para El Negro del Narcyssus, adquieren un nuevo sentido a la vista de esta edición ilustrada de El corazón de las tinieblas, en la que Conrad denuncia las consecuencias del colonialismo salvaje de Leopoldo II de Bélgica en el Congo, una cárcel gigantesca que le dejó herido el cuerpo de malaria y el espíritu dañado con secuelas psíquicas que no superó nunca.

Hay en estas ilustraciones de Abraham Cruzvillegas no sólo el relato de un viaje fluvial, sino sobre todo un recorrido literario y moral a través de la novela y la realidad. Un periplo de enorme impacto visual que resume el itinerario moral, la bajada al fondo del corazón del hombre, que es El corazón de las tinieblas.

Esta bellísima edición de Sexto Piso es una invitación a releer esta bajada a los infiernos de la barbarie colonial mientras subimos por el río Congo acompañados por Marlow, un Virgilio moderno que nos guía hasta la figura ambigua de Kurtz, una sombra más oscura que la sombra de la noche que se proyecta sobre la zona más oscura del hombre y sobre la presencia perturbadora del blanco en el África Negra.


Benoît Peeters.
Hergé, hijo de Tintín.
Traducción de Laura Naranjo y Carmen Torres.
Confluencias Editorial. Almería, 2013.

He envejecido con Tintín, escribe Benoît Peeters en Hergé, hijo de Tintín, un volumen que publica Confluencias Editorial con una eficiente traducción de Laura Naranjo y Carmen Torres.

Discípulo de Barthes y autor de Tintín y el mundo de Hergé, Benoît Peeters hace en este amplio estudio un espléndido acercamiento a la vida y la obra del creador de uno de los iconos fundamentales de la cultura popular del siglo XX.

Todos, menos Tintín, hemos envejecido con él, con una obra de la que quedan dieciocho álbumes excepcionales, desde Los cigarros del faraón a Las joyas de la Castafiore, que podrían justificar por sí solos el cómic como un arte de pleno derecho.

En este completísimo análisis de la vida y la obra de Hergé, un individuo más complejo de lo que se podría imaginar, se establece la relación de las distintas entregas de la serie de Tintín no solo con las circunstancias biográficas de su creador, sino con la situación política de Bélgica.


A. N. Afanásiev.
Basilisa la Bella
y otros cuentos populares rusos
Ilustraciones de Iván Bilibin.
Edición de Luis Alberto de Cuenca.
Reino de Cordelia. Madrid, 2014.

El gusto romántico por las leyendas tradicionales y los cuentos folclóricos obedeció en toda Europa a un propósito político y cultural: la reivindicación de la esencia nacional que veía reflejada en esas tradiciones orales. 

En ese contexto, los hermanos Grimm en Alemania o Fernán Caballero en España recopilaron los relatos orales de la misma manera que A. N. Afanásiev (1826-1871) publicó una amplia colección de cuentos populares rusos a mediados del siglo XIX, y los adaptó a su prosa directa. Eran cuentos de animales, cuentos maravillosos y cuentos de costumbres que mantienen hoy toda su viveza y su fuerza expresiva y muestran en sus argumentos cargados de fantasía y humor el alma tradicional de la vieja Rusia de los zares. 

Ahora, con las espectaculares ilustraciones que Iván Bilibin (1876-1942) publicó en 1899,  los recupera Reino de Cordelia en una espléndida edición cuidada por Luis Alberto de Cuenca, que reproduce la que la editorial Insel Verlag, de Fráncfort, lanzó en 1974.

Santos Domínguez