William Shakespeare.
Tragedias.
Teatro completo I.
Edición de Ángel Luis Pujante.
Espasa. Madrid, 2010.
Tragedias.
Teatro completo I.
Edición de Ángel Luis Pujante.
Espasa. Madrid, 2010.
La colección Espasa Clásicos publica, con traducciones de Ángel Luis Pujante y Salvador Oliva, inéditas dos de ellas -las de Tito Andrónico y Timón de Atenas-, las diez tragedias que compuso Shakespeare entre 1590 y 1607. Es el primero de los tres tomos en que se ha organizado la edición del teatro completo del dramaturgo isabelino. El segundo volumen recogerá sus comedias y tragicomedias y el tercero, los dramas históricos. Romeo y Julieta, Julio César, Hamlet, Otelo, El rey Lear, Macbeth, Antonio y Cleopatra, Coriolano. La corona y la espada. El puñal y el veneno. El hacha y el pañuelo. Esos son algunos de los instrumentos de que se sirven la muerte, la venganza o el odio en las tragedias de Shakespeare. Como a todos los clásicos que lo son de verdad, a Shakespeare no se le acaba de leer nunca. En cada nueva lectura, en cada nueva versión, en cada puesta en escena de sus variadas tramas incide una luz distinta.
Liev Tolstói.
Guerra y paz.
Traducción de Lydia Kúper.
Seguida de Editar Guerra y paz.
El Aleph Editores. Taller de Mario Muchnik.
Madrid, 2010.
Guerra y paz.
Traducción de Lydia Kúper.
Seguida de Editar Guerra y paz.
El Aleph Editores. Taller de Mario Muchnik.
Madrid, 2010.
Para celebrar el centenario de la muerte de Tolstói, se publican dos reediciones de Guerra y paz. El Aleph Editores y El Taller de Mario Muchnik reeditan en la nueva colección de Clásicos Rusos la espléndida traducción directa del ruso de Guerra y paz que terminó Lydia Kúper en 2003. Esta reedición es una nueva invitación al viaje y a la relectura y añade a los anexos de personajes, resumen de episodios y notas un epílogo fascinante -Editar Guerra y paz-, que antes que epílogo fue un libro escrito por el editor Mario Muchnik desde la admiración por esa obra descomunal. Editar Guerra y paz cuenta la historia de un viejo deslumbramiento y del terror a que la novela se acabe, evoca la labor editorial en el impulso de una traducción que abarcó cuatro años y medio, casi el mismo tiempo que le llevó a Tolstói la composición de la novela.
El erudito de las carcajadas.
Jin Ping Mei.
Volumen I.
Traducción, prólogo y notas de
Alicia Relinque Eleta
Memoria mundi. Atalanta. Gerona, 2010.
Jin Ping Mei.
Volumen I.
Traducción, prólogo y notas de
Alicia Relinque Eleta
Memoria mundi. Atalanta. Gerona, 2010.
Reclinado sobre la almohada, le he echado un vistazo, y sus páginas desprenden una bruma erótica, decía en una carta de 1596 el letrado chino Yuan Hongdao a propósito de Jin Ping Mei. Es la primera mención que se conoce de una novela que seguiría creciendo manuscrita y rodeada de una leyenda trágica hasta su primera edición en 1617. Los lectores de El nombre de la rosa recordarán que la clave de los asesinatos de la novela, perpetrados por un monje borgiano -que se llamaba transparentemente Jorge de Burgos- era la tinta envenenada. No es muy arriesgado suponer que Eco se inspiró para diseñar esa trama criminal en la leyenda que rodea al posible autor del Jin Ping Mei, Wang Shizhen (1526-1590), que vengaba con ese manuscrito envenenado la muerte de su padre. Con un magnífico texto introductorio de Alicia Relinque, que destaca como motor de la novela la piedad filial transformada en acto de justa venganza, la edición de Atalanta, traducida directamente del original chino por la sinóloga Alicia Relinque, además de la primera que se hace en español, es también la versión más completa que existe en una lengua occidental del Jin Ping Mei, una novela fundacional, escandalosa y ejemplar a un tiempo.
Debolsillo edita un estuche con los siete volúmenes de En busca del tiempo perdido en tapa dura. Obra esencial en la literatura contemporánea, Proust dejó en ella el relato de su vocación literaria y reescribió su autobiografía a través de los lugares y las sensaciones, de la crónica social de doscientos personajes en los ambientes refinados de comienzos del siglo XX. La densidad de una novela que indaga en la densidad del recuerdo. El tiempo perdido y recuperado, porque el pasado forma parte de nosotros y, para recuperarlo a través del arte, Proust recurre a un pintor, a un novelista y a un músico. La muerte, la aristocracia, la homosexualidad, el refinamiento y la melancolía en París y en Combray, a través del snob Swan y el barón de Charlus, de Odette y Albertine. Un pasado en el que la memoria superpone ficción y realidad, igual que se superponen la voz de narrador y la del autor y los tiempos distintos en los que viven. Amor, tiempo y deseo al fondo, al otro lado de la habitación forrada de corcho en la que escribía Proust, con una insuperable capacidad estilística para crear atmósferas y con una languidez espiritual que inunda su estilo, recuperado también en la traducción de Carlos Manzano, que propone la mejor versión española de la serie proustiana.
José Saramago en sus palabras.
Edición y selección de
Fernando Gómez Aguilera.
Alfaguara. Madrid, 2010.
Edición y selección de
Fernando Gómez Aguilera.
Alfaguara. Madrid, 2010.
Ciudadanía, novela, democracia, compromiso, ética, ironía, escritor, literatura, mujer. Son las palabras que aparecen en la portada de José Saramago en sus palabras, un profuso repertorio de declaraciones del autor recogidas en la prensa escrita desde la segunda mitad de los años setenta hasta marzo de 2009. Fernando Gómez Aguilera es el responsable de la selección y edición de este José Saramago en sus palabras que publica Alfaguara. Una meritoria labor de ordenación y presentación que da unidad a todos esos materiales dispersos en la prensa escrita para reunir en un conjunto coherente las reflexiones del novelista portugués en torno a la literatura, el compromiso, la política, la ética y la ideología. Este libro es un complemento de su obra novelística y la explicación del mundo de quien antes que escritor se consideró un ciudadano comprometido con la justicia y la libertad. Emerge en sus más de quinientas páginas el Saramago combativo y lúcido, el novelista que hizo de la literatura un ejercicio civil, el intelectual coherente y riguroso que reflexiona autocríticamente sobre la escritura y sobre su responsabilidad ética o el hombre que evoca sus recuerdos y el mundo de su infancia.
Marcel Proust.
En busca del tiempo perdido.
Traducción de Carlos Manzano.
Debolsillo. Barcelona, 2010.
En busca del tiempo perdido.
Traducción de Carlos Manzano.
Debolsillo. Barcelona, 2010.
Debolsillo edita un estuche con los siete volúmenes de En busca del tiempo perdido en tapa dura. Obra esencial en la literatura contemporánea, Proust dejó en ella el relato de su vocación literaria y reescribió su autobiografía a través de los lugares y las sensaciones, de la crónica social de doscientos personajes en los ambientes refinados de comienzos del siglo XX. La densidad de una novela que indaga en la densidad del recuerdo. El tiempo perdido y recuperado, porque el pasado forma parte de nosotros y, para recuperarlo a través del arte, Proust recurre a un pintor, a un novelista y a un músico. La muerte, la aristocracia, la homosexualidad, el refinamiento y la melancolía en París y en Combray, a través del snob Swan y el barón de Charlus, de Odette y Albertine. Un pasado en el que la memoria superpone ficción y realidad, igual que se superponen la voz de narrador y la del autor y los tiempos distintos en los que viven. Amor, tiempo y deseo al fondo, al otro lado de la habitación forrada de corcho en la que escribía Proust, con una insuperable capacidad estilística para crear atmósferas y con una languidez espiritual que inunda su estilo, recuperado también en la traducción de Carlos Manzano, que propone la mejor versión española de la serie proustiana.
Francisco Ayala.
Autobiografía(s).
Obras Completas II.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.
Autobiografía(s).
Obras Completas II.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.
El segundo volumen de las Obras Completas de Francisco Ayala (1906-2009), que está publicando Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores con edición de Carolyn Richmond, reúne por primera vez la totalidad de los textos autobiográficos de quien es una de las referencias literarias y éticas de la literatura y el pensamiento español del siglo XX. En ese volumen -del que forman parte textos esenciales como El tiempo y yo o El mundo a la espalda (1992) y De mis pasos en la tierra (1998)- ocupan un lugar central sus Recuerdos y olvidos (1906-2006), a los que se han incorporado los apéndices que no aparecían en las ediciones más recientes de unos textos que van mucho más allá de la simple autobiografía y contienen la conciencia lúcida y crítica de un siglo conflictivo. Memoria, realidad y ficción, como titula Luis García Montero el prólogo que presenta este volumen en el que un Ayala cercano conversa con el lector sobre el 27, el Berlín del nazismo, la España de la República, el exilio en Buenos Aires o la ciudad de Nueva York. Un Ayala directo y completo en una cuidadísima edición.
Édouard Laboulaye.
Abdallah.
Aziz y Aziza.
Traducción de Gustavo Adolfo Bécquer.
Ilustraciones de Valeriano Bécquer.
Edición y prólogo de Agustín Porras.
Reino de Cordelia. Madrid, 2010.
Traducida por Gustavo Adolfo Bécquer y espléndidamente ilustrada por su hermano Valeriano, Reino de Cordelia publica Abdallah o El trébol de cuatro hojas, una novela histórica de ambiente oriental del francés Édouard Laboulaye (París, 1811-1883), seguida del relato Aziz y Aziza, un relato de Las mil y una noches. Bécquer, que al parecer se escondió como traductor tras las siglas D. F. de T. para abordar el tema que había tratado en El caudillo de las manos rojas, no se limitó a traducir los doce poemas que incluía la novela, sino que hizo una versión tan personal que los doce textos parecen doce rimas. Se publicó entre 1868 y 1869, ilustrada por veinticuatro dibujos de Valeriano Bécquer. El destino, la fatalidad, el exotismo y el pasado idealizados por el tardorromanticismo en un curioso volumen con aire de otra época.
Me abraso como se abrasan las mieses en una fértil campiña, cuando los Euros indómitos avivan el fuego. Faón visita ahora los campos lejanos del Etna Tifoide; a mí me domina un ardor tan intenso como el fuego del Etna. Y no se me ocurren canciones que asociar a las bien templadas cuerdas. Las canciones son producto de una mente desocupada. Ni me agradan ya las muchachas de Pirra o Metimna, ni ninguna de las otras de Lesbos. Esas líneas, que forman parte de una misiva ardiente y desesperada de Safo a Faón, pertenecen a las Heroidas, un conjunto de veintiuna cartas –la mayoría femeninas- que Ovidio escribió poco antes de purgar sus días disipados en el destierro del Ponto Euxino. Salvo esta, todas las atribuyó a la mujer de un héroe mitológico. De Penélope a Ulises, de Briseida a Aquiles, de Fedra a Hipólito, de Dido a Eneas, de Ariadna a Teseo, de Medea a Jasón, de Paris a Helena y de Helena a Paris, de Leandro a Hero y de Hero a Leandro. Está aquí el mejor Ovidio, con más sutileza erótica que en el Ars amandi, más cercano a lo sagrado que en las Metamorfosis. Acaba de publicarlas BackList, con un prólogo de Maruja Torres, que presenta a Ovidio como El hombre que comprendía a las mujeres. Tanto, que aquí se puso no en su piel, sino en sus venas.
Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson, escribió Jorge Luis Borges. Posiblemente pensaba en el Stevenson de las Fábulas póstumas, en las que Borges vio una breve y secreta obra maestra que tradujo y prologó en 1982 con Roberto Alifano. Con prólogo de este último y una nueva traducción de Catalina Martínez Muñoz, Rey Lear publica las Fábulas de Robert Louis Stevenson en un volumen que incorpora dos piezas inéditas (El simio científico y El relojero) descubiertas en 2006 por la Universidad de Yale entre los fondos de la colección Beinecke. No es, ni mucho menos, un Stevenson menor o lateral. Está aquí en estado puro y en una excelente versión el mejor Stevenson, el poderoso contador de historias al que sus deslumbrados oyentes en Samoa llamaban Tusitala, que da en estas Fábulas breves e intensas que aparecieron en 1896, dos años después de su muerte, una depurada lección de libertad creadora y eficacia narrativa. Cada fábula de este libro –es Borges otra vez el que habla- tiene su propio estilo y su propio vocabulario, casi en cada renglón hay una sorpresa.
Desde el artículo inicial que escribió para El bocazas y que prohibió la censura, hasta los apuntes de sus cuadernos de notas, Páginas de Espuma recoge en las más de mil seiscientas páginas del Diario de un escritor el resultado de un trabajo de tres años dirigido por Paul Viejo que reúne por primera vez en un volumen todos los artículos periodísticos de Dostoievski. Es la primera vez que se publica una edición íntegra en español de las crónicas, artículos, crítica y apuntes del ruso. De la política a la literatura, de lo privado a lo público, de San Petersburgo a Baden-Baden, de Pushkin a Anna Karénina, un Dostoievski inquieto y directo, autocrítico y dubitativo, en una versión más completa y en una prosa más cercana que la que proponía la muy envejecida de Cansinos Assens, que traducía del francés y un poco por encima. El Diario de un escritor es, como dice Paul Viejo en su introducción, el legado descomunal de uno de los mayores escritores universales.
Ovidio.
Heroidas.
Traducción de Vicente Cristobal López.
Prólogo de Maruja Torres.
BackList Clásicos. Barcelona, 2010.
Heroidas.
Traducción de Vicente Cristobal López.
Prólogo de Maruja Torres.
BackList Clásicos. Barcelona, 2010.
Me abraso como se abrasan las mieses en una fértil campiña, cuando los Euros indómitos avivan el fuego. Faón visita ahora los campos lejanos del Etna Tifoide; a mí me domina un ardor tan intenso como el fuego del Etna. Y no se me ocurren canciones que asociar a las bien templadas cuerdas. Las canciones son producto de una mente desocupada. Ni me agradan ya las muchachas de Pirra o Metimna, ni ninguna de las otras de Lesbos. Esas líneas, que forman parte de una misiva ardiente y desesperada de Safo a Faón, pertenecen a las Heroidas, un conjunto de veintiuna cartas –la mayoría femeninas- que Ovidio escribió poco antes de purgar sus días disipados en el destierro del Ponto Euxino. Salvo esta, todas las atribuyó a la mujer de un héroe mitológico. De Penélope a Ulises, de Briseida a Aquiles, de Fedra a Hipólito, de Dido a Eneas, de Ariadna a Teseo, de Medea a Jasón, de Paris a Helena y de Helena a Paris, de Leandro a Hero y de Hero a Leandro. Está aquí el mejor Ovidio, con más sutileza erótica que en el Ars amandi, más cercano a lo sagrado que en las Metamorfosis. Acaba de publicarlas BackList, con un prólogo de Maruja Torres, que presenta a Ovidio como El hombre que comprendía a las mujeres. Tanto, que aquí se puso no en su piel, sino en sus venas.
Robert Louis Stevenson.
Fábulas.
Prólogo de Roberto Alifano.
Traducción de Catalina Martínez Muñoz.
Breviarios de Rey Lear. Madrid, 2010.
Fábulas.
Prólogo de Roberto Alifano.
Traducción de Catalina Martínez Muñoz.
Breviarios de Rey Lear. Madrid, 2010.
Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson, escribió Jorge Luis Borges. Posiblemente pensaba en el Stevenson de las Fábulas póstumas, en las que Borges vio una breve y secreta obra maestra que tradujo y prologó en 1982 con Roberto Alifano. Con prólogo de este último y una nueva traducción de Catalina Martínez Muñoz, Rey Lear publica las Fábulas de Robert Louis Stevenson en un volumen que incorpora dos piezas inéditas (El simio científico y El relojero) descubiertas en 2006 por la Universidad de Yale entre los fondos de la colección Beinecke. No es, ni mucho menos, un Stevenson menor o lateral. Está aquí en estado puro y en una excelente versión el mejor Stevenson, el poderoso contador de historias al que sus deslumbrados oyentes en Samoa llamaban Tusitala, que da en estas Fábulas breves e intensas que aparecieron en 1896, dos años después de su muerte, una depurada lección de libertad creadora y eficacia narrativa. Cada fábula de este libro –es Borges otra vez el que habla- tiene su propio estilo y su propio vocabulario, casi en cada renglón hay una sorpresa.
Fiódor M. Dostoievski
Diario de un escritor.
Crónicas, artículos, crítica y apuntes.
Edición de Paul Viejo.
Traducción de Eugenia Bulatova,
Elisa de Beaumont y Liumila Rabdanó.
Páginas de Espuma. Madrid, 2010.
Diario de un escritor.
Crónicas, artículos, crítica y apuntes.
Edición de Paul Viejo.
Traducción de Eugenia Bulatova,
Elisa de Beaumont y Liumila Rabdanó.
Páginas de Espuma. Madrid, 2010.
Desde el artículo inicial que escribió para El bocazas y que prohibió la censura, hasta los apuntes de sus cuadernos de notas, Páginas de Espuma recoge en las más de mil seiscientas páginas del Diario de un escritor el resultado de un trabajo de tres años dirigido por Paul Viejo que reúne por primera vez en un volumen todos los artículos periodísticos de Dostoievski. Es la primera vez que se publica una edición íntegra en español de las crónicas, artículos, crítica y apuntes del ruso. De la política a la literatura, de lo privado a lo público, de San Petersburgo a Baden-Baden, de Pushkin a Anna Karénina, un Dostoievski inquieto y directo, autocrítico y dubitativo, en una versión más completa y en una prosa más cercana que la que proponía la muy envejecida de Cansinos Assens, que traducía del francés y un poco por encima. El Diario de un escritor es, como dice Paul Viejo en su introducción, el legado descomunal de uno de los mayores escritores universales.
James Joyce.
Ulises.
Traducción de José Mª Valverde.
Lumen. Barcelona, 2010.
Ulises.
Traducción de José Mª Valverde.
Lumen. Barcelona, 2010.
A las 8 de la mañana del 16 de junio de 1904 empieza el Ulises, en la torre de Martello, con vistas a la bahía de Dublín. El gordo Buck Mulligan oficia una misa negra:
Solemne, el rollizo Buck Mulligan avanzó desde la salida de la escalera, llevando un cuenco de espuma de jabón, y encima, cruzados, un espejo y una navaja. La suave brisa de la mañana le sostenía levemente en alto, detrás de ál, la bata amarilla, desceñida. Elevó en el aire el cuenco y entonó:
Deteniéndose, escudriñó hacia lo hondo de la oscura escalera de caracol y gritó con aspereza: –¡Sube acá, Kinch! ¡Sube, cobarde jesuita!
A lo largo de sus dieciocho capítulos, desde el interior confuso del personaje, un experimento que funde la parodia de la literatura anterior con la fantasmagoría del presente bajo la niebla dublinesa. Leopold Bloom, un Odiseo contemporáneo, y Stephen Dedalus –Telémaco- son las dos proyecciones del autor, maduro y joven, en la novela con la que Joyce inauguró en 1922 una nueva época literaria. La peripecia del héroe por las calles de Dublín –el Mediterráneo- durante las veinticuatro horas de la acción: el reino de los muertos, la música de las sirenas, el regreso a Ítaca antes del monólogo de Mary Bloom-Penélope en la madrugada del Bloomsday. El lenguaje como protagonista de una historia tan laberíntica como su modelo homérico. O como el mundo. Un desafío al pasado y a los lectores que reedita Lumen con la traducción, ya clásica, de José Mª Valverde, y sus imprescindibles introducciones de 1976 y 1988.
Leopoldo Alas «Clarín»
Narrativa completa.
I. Cuentos
II. Novelas.
Edición, introducción y notas de Francisco Caudet.
Cátedra Bibliotheca AVREA. Madrid, 2010.
Narrativa completa.
I. Cuentos
II. Novelas.
Edición, introducción y notas de Francisco Caudet.
Cátedra Bibliotheca AVREA. Madrid, 2010.
En dos tomos cuidados en detalle, la Bibliotheca AVREA de Cátedra reúne la narrativa completa de uno de los grandes de la segunda mitad del XIX en Europa. Nadie discute la importancia de Clarín, reconocido como el mejor escritor de relatos cortos del siglo XIX en España y como autor de la mejor novela que –junto con Fortunata y Jacinta- dio en nuestro país aquel siglo agitado y prosaico. Con excelentes prólogos de Francisco Caudet sobre la evolución y la conciencia crítica del Clarín cuentista y sobre la génesis de dos estrategias narrativas en sus dos novelas, el primer tomo recopila los relatos breves y las novelas cortas. El segundo volumen, además de La Regenta y Su único hijo, recupera las diez novelas que Clarín dejó sin terminar. Como en todos los libros de la Biblioteca AVREA, las abundantes notas se colocan al final de cada tomo para no interrumpir la lectura fluida de los textos en una edición que será de referencia obligada en los próximos años.
Edgar Allan Poe.
Cuentos.
Traducción y prólogo de Julio Cortázar.
Alianza Editorial. Madrid, 2010.
Abordó en sus textos temas científicos y horrores variados, el misterio policial y la aventura y en más de una ocasión practicó la parodia de los viejos modelos narrativos. Revitalizó la narración de terror en La caída de la casa Usher y la de aventuras en El escarabajo de oro, fundó el relato policiaco con La carta robada y Los crímenes de la rue Morgue y fue el primero que hizo que el horror se independizara de la escenografía y que la sensación de terror surgiera en el interior del personaje y se transfiriera luego al lector. Escribió cuentos alimenticios para salir del paso y obras maestras imprescindibles. Replanteó la creación literaria desde la premeditación y su capacidad para la creación de atmósferas y para bucear en los mecanismos mentales que generan el efecto del terror. Sus relatos fundan las modalidades narrativas detectivescas, fantásticas, de ciencia ficción o de terror; profeta del simbolismo, renovó las formas de relación del narrador con el lector, de plantear el ambiente o el trazado psicológico del personaje. En ellos están las raíces, el tronco, las ramas y los frutos del árbol de la narrativa contemporánea, que nace en ese territorio fértil que se llama Edgar Allan Poe, sin el cual no se puede concebir la literatura actual. En su renovada colección El libro de bolsillo Alianza publica en un estuche los dos volúmenes con los 67 cuentos que Edgar Allan Poe publicó a lo largo de su vida con la magnífica traducción y el imprescindible prólogo de Julio Cortázar. Literatura en estado puro, una invitación al placer de la lectura.
Santos Domínguez