Daniel Cassany.
Afilar el lapicero.
Guía de redacción para profesionales.
Anagrama. Barcelona, 2007.
Daniel Cassany, que escribió hace unos años su muy leída y comentada La cocina de la escritura, acaba de publicar en Anagrama Afilar el lapicero, una guía de escritura para profesionales en la que aprovecha su experiencia como profesor de redacción en distintas empresas.
En un mundo como el actual, en el que las prisas y la inmediatez de las comunicaciones pueden provocar descuidos o inducir a errores en los textos profesionales, el objetivo de este libro ha sido -como indica su autor- elaborar “una guía de redacción para los que se ganan la vida escribiendo.”
Dirigida, pues, a autores y correctores, a editores o directivos que dan el visto bueno a un informe, pero también a secretarias y auditores, economistas, gestores o políticos, esta es una guía para los que tienen como parte esencial de su trabajo el de escribir estos textos complejos.
Centrada en un primer momento en la importancia del receptor, la obra insiste en la necesidad de delimitar las distintas categorías de lectores especializados, de destinatarios de unos textos que deben elaborarse en función del tipo de receptor al que se dirigen. Porque no es lo mismo dirigirse a un receptor colectivo que a una persona concreta o a alguien conocido.
Las voces del autor, la elección de una primera o una tercera persona, la conveniencia de la objetividad o la subjetividad, la organización del discurso en distintas tipologías textuales, desde el informe al artículo de investigación, son algunos de los secretos técnicos que deben regir la elaboración de unos textos profesionales con adecuación a unas normas expresivas que lo hacen ordenado y convincente.
La importancia del título y la portada, los índices y los resúmenes, la estructura de la prosa o el uso de los gerundios y los verbos débiles, junto con recursos visuales como los diagramas, las tablas o las estrategias verbales en la correspondencia se apoyan siempre en ejemplos reales de textos comentados. No falta tampoco la alusión a los nuevos géneros y formatos que la extensión de Internet está favoreciendo. Esos novedosos modelos de comunicación inmediata exigen también cambios de estilo y de tono que se contemplan en esta guía.
De esa manera, las instrucciones y los consejos que propone esta guía no se quedan en el aire, sino que se comprueba su aplicación y su uso adecuado en la práctica de los distintos textos profesionales.
Dirigida, pues, a autores y correctores, a editores o directivos que dan el visto bueno a un informe, pero también a secretarias y auditores, economistas, gestores o políticos, esta es una guía para los que tienen como parte esencial de su trabajo el de escribir estos textos complejos.
Centrada en un primer momento en la importancia del receptor, la obra insiste en la necesidad de delimitar las distintas categorías de lectores especializados, de destinatarios de unos textos que deben elaborarse en función del tipo de receptor al que se dirigen. Porque no es lo mismo dirigirse a un receptor colectivo que a una persona concreta o a alguien conocido.
Las voces del autor, la elección de una primera o una tercera persona, la conveniencia de la objetividad o la subjetividad, la organización del discurso en distintas tipologías textuales, desde el informe al artículo de investigación, son algunos de los secretos técnicos que deben regir la elaboración de unos textos profesionales con adecuación a unas normas expresivas que lo hacen ordenado y convincente.
La importancia del título y la portada, los índices y los resúmenes, la estructura de la prosa o el uso de los gerundios y los verbos débiles, junto con recursos visuales como los diagramas, las tablas o las estrategias verbales en la correspondencia se apoyan siempre en ejemplos reales de textos comentados. No falta tampoco la alusión a los nuevos géneros y formatos que la extensión de Internet está favoreciendo. Esos novedosos modelos de comunicación inmediata exigen también cambios de estilo y de tono que se contemplan en esta guía.
De esa manera, las instrucciones y los consejos que propone esta guía no se quedan en el aire, sino que se comprueba su aplicación y su uso adecuado en la práctica de los distintos textos profesionales.
Mayra Vela Muzot