19/2/24

Francisco Rico. Petrarca


 Francisco Rico.
 Petrarca.
Poeta, pensador, personaje.
Arpa Editores. Barcelona, 2024.

“De ningún otro hombre de su época o de las precedentes tenemos tantas noticias como en lo que a él respecta, si bien estas derivan en su mayor parte de testimonios directos del propio Francesco Petrarca, que a menudo ofrecen elementos divergentes entre sí y siempre han sido reelaborados con fines literarios o para construir, a través de la manipulación de los datos históricos y su reorganización, una autobiografía ideal y tendenciosamente mendaz”, escribe Francisco Rico al comienzo del ensayo “Poeta, pensador, personaje” con el que se abre el volumen Petrarca que publica Arpa Editores.

Inédito en español hasta ahora -había aparecido en italiano en I venerdi del Petrarca (Adelphi. Milán, 2016)- “Poeta, pensador, personaje” es el estudio esencial de los cuatro que se recogen en esta recopilación de capítulos petrarquescos que ocupan un lugar central en la bibliografía de Francisco Rico, que ha dedicado una parte esencial de su trayectoria crítica al estudio de la obra latina en prosa de Petrarca.

“El presente volumen -indica la nota editorial que abre el libro- reúne los cuatro trabajos que Francisco Rico considera -al margen de algunas publicaciones altamente especializadas- su mejor contribución al conocimiento de la vida, obra, significación y legado de Francesco Petrarca. Solo dos de ellos se han publicado antes en nuestra lengua, como parte de empeños más generales o en volúmenes de homenaje, uno ha sido traducido del italiano para la ocasión y el último se había difundido únicamente en ese idioma, a pesar de que su redacción original fue en castellano. Uno de los textos fue escrito hace medio siglo, mientras que los tres restantes son fruto de los últimos años, circunstancia que señala la constancia, incluso la tenacidad, con que Rico se ha dedicado al estudio y comprensión del humanista de Arezzo.”

Ese primer ensayo ofrece una espléndida aproximación a la biografía de Petrarca a través de sus escritos: desde su dudosa fecha de nacimiento el 20 de julio de 1304 hasta su muerte la noche del 18 al 19 de julio de 1374 en Arquà, hace seiscientos cincuenta años.

Rico propone un recorrido por la trayectoria pública y privada del padre de la cultura europea, por su labor como filólogo, estudioso de los clásicos y poeta decisivo en la constitución del Renacimiento y de la poesía occidental, sobre la que ejerce una influencia decisiva: su genealogía, su idealizada autobiografía epistolar en las Seniles, los estudios jurídicos en Montpellier y Bolonia, su educación literaria, su estancia en Aviñón y su encuentro con Laura, a la que dedica las 366 composiciones poéticas en lengua vulgar toscana que forman el Canzoniere, su vocación filológica y su papel fundamental como descubridor, restaurador y editor de textos antiguos perdidos, como el epistolario de Cicerón o Ab Urbe condita, de Tito Livio, sus años al servicio de familias nobles como los Colonna o los Visconti, su carrera diplomática y su actividad política o su reconocimiento, largo tiempo perseguido, como poeta laureado en 1341.

Y tras esa coronación poética, las prebendas eclesiásticas en Parma, la fecundidad literaria de su retiro provenzal, la experiencia de la peste negra, tan determinante en la construcción del Decamerón de su amigo Boccaccio, o los ocho años en Milán, los más fructíferos de su vida, con la escritura de las Epístolas Familiares y del De remediis utriusque fortunae.

Los otros capítulos abordan el complejo mundo de máscaras y espejos entre su existencia privada y su vida pública (“Petrarca en el escenario”) que el autor proyectó en sus Epístolas: movido por una vanidad extrema, por su búsqueda de fama y gloria, construyó un personaje y cultivó una imagen atractiva de sí mismo en los pasajes autobiográficos de las Familiares y las Seniles; su evolución intelectual desde el humanismo neopagano hasta la filosofía cristiana de base paulina y agustiniana (“De la filología a la filosofía”) y el apartado final (“Posteridad”), también inédito en español, se centra en la fama póstuma del Petrarca latino, de prosa enciclopédica e incansable labor divulgadora de la antigüedad clásica latina, que resume Francisco Rico con estas palabras:

El destino principal del Petrarca latino fue vaciarse de sus acentos más peculiares, perdiendo incluso el nombre y convirtiéndose en un moralista anónimo, y desintegrarse en los pedazos de las sentencias o ejemplos impersonales o con atribuciones engañosas. El Petrarca latino más característico de la posteridad es el Petrarca despedazado en adagios […] Cada uno le tomó en préstamo los elementos que respondían a su formación y talante propios, neutralizando su fermento de humanista, limitándolo a mero transmisor de datos y dichos susceptibles de empleo en cualquiera de las coordenadas más habituales. Que las contribuciones petrarquescas se difundieran largamente de ningún modo significa que fueran entendidas según su espíritu original: la suya no fue una muerte súbita, sino una lenta agonía a lo largo de los siglos. Desde fecha tempranísima fue así para toda Europa fuera de Italia y fue así, desde luego, en España.

Santos Domínguez