Javier Rodrigo.
Generalísimo.
Las vidas de Francisco Franco, 1892-2020.
Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2022.
“Generalísimo no pretende volver a reconstruir el periplo vital de Franco, sino recorrer su biografía a partir de sus denominaciones: de cómo lo llamaron, y de cómo se autodenominó. Este libro estudia la vida de Franco, pero también, y sobre todo, los mitos adheridos a su biografía, identificando sus orígenes y explorando sus largas o cortas vidas. No es pues una biografía, sino una metabiografía que analiza la vida y las representaciones biográficas del dictador, contextualizándolas en un marco historiográfico actual y ambicioso. Y propone, en última instancia, un viaje por los mitos sobre Franco, desde el del niño acomplejado hasta el del buen dictador, el Franco banal, familiar, austero, paternalista y patriota al que tan duro le pareció morir, con paradas por el Franco guerrero inmortal en Marruecos, el represor de Asturias, el golpista, el Generalísimo y el César invicto que libró a España de la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial, trajo el bienestar y preparó la democracia. Mitos a los que se suman las miradas críticas y las representaciones actuales de un Franco criminalísimo, traidor frío y calculador, criminal despiadado y detestable. Mi objetivo no es otro que tratar de comprender el lugar que ocupa el dictador en la historia reciente de España y de los españoles, a partir del análisis de cómo sus vidas, la real y la imaginada, se han proyectado sobre la sociedad”, escribe Javier Rodrigo en la introducción (‘Los nombres de Franco’) de Generalísimo. Las vidas de Francisco Franco, 1892-2020, que publica Galaxia Gutenberg.
Siete denominaciones (‘Paquito’, ‘Comandantín’, ‘General’, ‘Generalísimo’, ‘Caudillo’, ‘Su Excelencia’ y ‘El Jefe del Estado’) reflejan la “mirada sobre la historia, los mitos y la biografía, real o imaginaria, de Francisco Franco Bahamonde” de Javier Rodrigo, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, sobre los siete momentos biográficos en los que se articula su ensayo, que se cierra con una Coda (‘Criminalísimo’) sobre su entierro en el Valle de los Caídos y sobre su presencia fantasmal en la política posterior de antifranquistas y revisionistas, un episodio que se cierra con la exhumación de su tumba en 2019.
Una presencia que sigue viva en la historiografía, porque “son ya varias las generaciones de historiadores, admirables todos ellos, que se han acercado a la figura de Franco y han desmenuzado su biografía”, de Bennassar a Moradiellos, de Preston a Cazorla, pasando por Fusi, Tussell, Viñas o Reig Tapia.
Desde el desastre familiar que marcó su infancia en El Ferrol a su agonía en La Paz, y a partir del abundante material que aporta la bibliografía sobre Franco, tanto la hagiográfica como la crítica, se abordan en las páginas de este ensayo los aspectos que, entre la floritura retórica de los adictos y la simplificación militante de la izquierda, han construido la oscura biografía privada y la imagen pública, brillante o abominable, compleja y poliédrica, de un Franco plural y a menudo insondable.
Aspectos como el carácter, la psicología y la mirada de la persona o la imagen del personaje, su meteórica carrera militar en África y la creación de una épica de guerrero invencible, la forja de una narrativa legendaria sobre su sangre fría y su capacidad como estratega paciente, su impasibilidad sanguinaria y su astucia silenciosa, su cambiante actitud frente a la República, su actuación en la insurrección de los mineros asturianos.
Un Franco desconcertante, en difícil equilibrio de rebeldía, disciplina y dudas hasta que decide sumarse a la sublevación del 18 de julio, después de una serie de vacilaciones que llevaron a Mola a llamarle ‘Miss Canarias 1936’. Su actuación durante la guerra civil da lugar al capítulo más extenso del libro, que da también título al volumen.
En ese capítulo, ‘Generalísimo’, se aborda la parte central de la biografía de Franco: “su periplo vital y mítico en esos mil días de guerra”, porque -señala Javier Rodrigo- “la guerra civil fue el tiempo sin el que su biografía se hace incomprensible.”
Su designación como Jefe del Estado, su conducción de las operaciones militares como caudillo providencial y cruzado contra el mal, en un proceso que sumando política, religión y estrategia militar le permitió “convertir el liderazgo castrense de unas tropas en liderazgo de todos los ejércitos, y de ahí en liderazgo carismático de todo el país.”
Y a partir de la victoria militar y política, su dictadura de décadas que estuvieron marcadas por la entrevista con Hitler en Hendaya, por la derrota del Eje en la Guerra Mundial y el consiguiente aislamiento internacional, por las celebraciones de los XXV años de paz y los tratados de amistad con Estados Unidos, por los planes de desarrollo de los años sesenta y setenta, por su ‘apoliticismo’ ante los conflictos entre los falangistas y los opusdeístas de sus gobiernos, por la designación de un sucesor a título de rey, por su presencia familiar en la prensa rosa de la época, por su muerte y por “el nacimiento de la nueva narrativa memorialística, que […] trajo consigo otro fenómeno paralelo, el revisionista, que de manera muchas veces explícita reivindicaba la figura de Franco.”
Porque, como explica Javier Rodrigo tras analizar la ingente y contradictoria bibliografía que han generado la persona y el personaje, “la versatilidad de la figura de Franco sigue generando hoy grandes controversias en la esfera pública, difuminando los contornos de sus características como político, gobernante, militar o ser humano. O sabio benefactor o cruel represor, o político mediocre o gran estadista, o general nunca derrotado o pésimo estratega militar, la figura del Caudillo sigue aún rodeada de exageraciones, bulos, mitos y distorsiones propagandísticas. Aquí no voy a proporcionar respuestas. No aspiro a tanto. En este libro planteo más bien un caleidoscopio guiado por una serie de preguntas como profesional de la historiografía. No se trata de un juego intelectual ni de un divertimento privado: detrás de esas interpretaciones se hallan, por un lado, las cosmovisiones populares sobre el dictador y su dictadura, vivas y fuertes durante los cuarenta años que duró, y aún identificables en la actualidad. Y por otro, se encuentran las bases culturales sobre las que se apoyaron formas de movilización y políticas estatales, que determinaron a su vez cuestiones capitales de la historia reciente española (y no solo) como, por ejemplo, la forma de liderazgo carismático de Franco, el significado de conceptos y procesos históricos como el fascismo, el caudillaje o el fundamentalismo religioso de base providencialista, la larga duración de su régimen político o su su sucesión en la jefatura del Estado. No son cuestiones precisamente baladíes.”
Santos Domínguez