28/6/19

Fugitivos


Fugitivos.
Antología de la poesía española contemporánea.
Edición de Jesús Aguado.
Fondo de Cultura Económica. Madrid, 2016.


Publicada hace tres años, la antología de poetas españoles contemporáneos que Jesús Aguado reunió en Fugitivos bajo el sello editorial del Fondo de Cultura Económica es una obra de referencia ineludible para quien quiera orientarse en el confuso bosque de la última poesía española.

De José Ángel Cilleruelo a Elena Medel, pasando por Carlos Marzal, Aurora Luque, Vicente Valero, Vicente Gallego. Juan Antonio González Iglesias, Ada Salas, Álvaro García o José Luis Rey, se reúne aquí una muestra significativa que traza un panorama de conjunto de veintidós poetas que reflejan la diversidad de tendencias y la variedad de voces de la poesía española actual.

Y eso es quizá lo más significativo de esta muestra: que las voces individuales se han impuesto sobre las tendencias gregarias en las que se han refugiado tantas voces irrelevantes. Voces irrelevantes que no podían acreditar más mérito poético que su pertenencia a un rótulo sectario o a una pancarta de grupo que ha servido a tantos para cubrir sus vergüenzas poéticas.

Y es que si hay una conclusión definitiva tras leer una antología como esta -con presencias y ausencias discutibles, claro: eso es connatural a las antologías-, es la percepción de que por encima de agrupaciones sectarias y de etiquetas generales, cada uno de estos poetas busca, con mayor o menor acierto, su propio camino y su propia voz.

Porque, como señala Jesús Aguado en el prólogo a su selección, “la poesía es el trabajo de quienes no tienen otro trabajo que librarse de los barrotes, de los visibles y de los invisibles, que nuestro modelo de civilización alza alrededor de todos nosotros hagamos lo que hagamos, vivamos donde vivamos y seamos como seamos. La poesía es un arte de fugitivos, el arte por antonomasia de la fuga.”

Y por eso en esta antología, generosa en páginas y en su mirada abarcadora, se recoge “un puñado de poemas que le pueden servir para vivir en alguna de las afueras todavía posibles.”

Santos Domínguez