Jordi Balló y Alain Bergala (eds.)
Motivos visuales del cine.
Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2016.
Si en su imprescindible La semilla inmortal Jordi Balló abordaba junto a Xavier Pérez la presencia de una serie de argumentos que el cine ha tomado de la tradición literaria, en este volumen ha coordinado con Alain Bergala un espléndido conjunto de artículos en los que más de sesenta especialistas exploran los motivos visuales que el cine ha tomado de la pintura, porque, como explican los editores en su presentación, “el cine siempre ha privilegiado motivos visuales afines a su lenguaje y sus aparatos concretos: la ventana, la nuca, la escalera, el espejo, el duelo, la sombra, el cuerpo que cae, la cicatriz, la destruccion del decorado, el laberinto y muchos otros incluidos en este libro.”
Un conjunto de estudios que recorren la mitología de la imagen y el significado simbólico y narrativo de metáforas visuales que el espectador sabe leer e interpretar con toda su carga connotativa: una mujer asomada a una ventana o mirándose en un espejo, las escaleras o el horizonte, un columpio o un callejón, una cama o un abismo, una ejecución o un despertar, una montaña o una persecución, una tempestad o un reloj, una sombra o un laberinto, una cicatriz o un árbol.
Motivos visuales que articulan un pensamiento expresado en imágenes y representado por una serie de referentes que proceden de la tradición pictórica o literaria. Esos motivos han ido configurando el imaginario icónico que el espectador asocia a cada película, porque apelan a su memoria visual.
Atendiendo a la doble dimensión del cine como arte visual y como instrumento narrativo, los distintos capítulos del libro analizan, con abundantes ilustraciones, esos motivos que se repiten a lo largo de la historia del cine y que muchas veces, con sus diversos enfoques y sus cambios de perspectivas, son las señas de identidad de los directores más relevantes.
Santos Domínguez