5/9/14

La tumba del sublime nadador


Claude Lanzmann.
La tumba del sublime nadador.
Traducción de Gabriel García Santos 
y José Miguel Parra.
Confluencias Editorial. Almería, 2014.

Antes de ser el cineasta reconocido desde 1985 por esa cumbre del género documental que es Shoah, una película de casi diez horas sobre el holocausto, el francés Claude Lanzmann (1925) fue un periodista con oficio que abordó la realidad desde múltiples ópticas, denunció los restos del colaboracionismo y la represión contra los argelinos o analizó el fenómeno de las bandas marginales de jóvenes que sembraron el terror en París.

A mediados de los cincuenta, Sartre lo incorporó a la redacción de Les Temps Modernes, de la que acabaría siendo director, pero su firma fue habitual en cabeceras tan distintas como Le Monde, Libération Elle, donde publicó artícuilos en los que brillaron por igual su prosa y su independencia.

Hace dos años, Gallimard publicó una amplia selección, hecha por él mismo, de sus textos periodísticos que ahora edita en español Confluencias con traducción de Gabriel García Santos y José Miguel Parra: crónicas y relatos, análisis críticos y polémicos, textos en torno a Shoah, homenajes y necrológicas y sobre todo una espléndida sección de retratos que Lanzmann publicó en Elle y que trazan un panorama completo de la cultura francesa de los decisivos sesenta.

En  el espléndido Prefacio que escribió para esta muestra de lo que él mismo llama sus artículos alimenticios, Lanzmann habla del bellísimo monumento funerario griego del siglo V a.C. cuyo techo representa a alguien que salta en el vacío. En esa imagen, que sugiere la del nadador que da nombre al monumento y al libro, ve Lanzmann la metáfora exacta de su vida y su escritura.

Santos Domínguez