Carmen Pardo.
La escucha oblicua.
Una invitación a John Cage.
Ensayo Sexto Piso. Madrid, 2014.
En las antípodas del enfoque convencional resumido en la definición académica que considera que escuchar es oír voluntaria y reflexivamente, la idea que sustenta la teoría y la práctica musical de John Cage es la de un oído no intelectivo, porque para él –como explica pormenorizadamente Carmen Pardo en este espléndido ensayo que publica Sexto Piso- escuchar es incompatible con el pensamiento.
Desde la aspiración a la desnudez cognitiva que la música requiere para ser auténticamente apreciada, como señala Gloria Moure en su prefacio, la idea de John Cage es la creación de obras dotadas solo de significante y carentes de significado, como ocurre también con parte de la literatura y el arte contemporáneos, en Duchamp o en el Joyce de Finnegans Wake.
Se trata en último extremo de conseguir una nueva manera de escuchar, libre de cualquier prejuicio intelectual, de cualquier rémora sentimental, y de lograr la destrucción del acorde que crea el pentagrama de lo sensible y de lo intelectual.
Santos Domínguez