Izumi Kyoka.
El santo del monte Koya
y otros relatos.
Traducción de Susana Hayashi.
Introducción de Carlos Rubio.
Satori Ediciones. Gijón, 2011.
El santo del monte Koya
y otros relatos.
Traducción de Susana Hayashi.
Introducción de Carlos Rubio.
Satori Ediciones. Gijón, 2011.
Satori Ediciones, una editorial gijonesa “dedicada a dar a conocer la fascinante cultura japonesa al mundo hispano-hablante a través de obras publicadas por autores de reconocido prestigio, tanto occidentales como japoneses”, acaba de publicar un brillante conjunto de relatos de Izumi Kyoka (1873-1939), autor inédito hasta ahora en español.
Los cuentos de El santo del monte Koya y otros relatos cumplen uno de los objetivos centrales de esta editorial, “cubrir el vacío bibliográfico que existe en lengua española con respecto a la cultura nipona (...) porque creemos que éste es el mejor modo de penetrar en una cultura tan lejana pero, al mismo tiempo, tan cercana. Con este sueño nació Satori, «Iluminación», para aportar un poco de luz sobre un mundo, el nipón, que, en cierto sentido, aún sigue en penumbra.”
Una de las líneas fundamentales de este proyecto es la colección Maestros de la Literatura Japonesa, en la que han aparecido El Caminante, de Natsume Sōseki, o Namiko, de Tokutomi Roka.
Y en esa misma colección acaban de aparecer, por primera vez en lengua española y con traducción de Susana Hayashi, cuatro relatos de Izumi Kyoka, un genio, en palabras de Mishima, que vio en él la materialización más pura del espíritu romántico.
¿El más romántico de los novelistas japoneses? –se pregunta Carlos Rubio en su introducción- ¿El eslabón entre la literatura premoderna y la moderna de Japón? ¿El Edgar Allan Poe de Japón? ¿El creador de la «novela gótica» japonesa? ¿El más difícil de los literatos de la época Meiji (1868-1912)? ¿El mejor representante del simbolismo japonés? ¿El más feminista de los escritores japoneses?
Kyoka, como Koseki, vivió una época en la que Japón se moderniza y entra en conflicto con la tradición. De las dimensiones transcendentales de ese conflicto trata la literatura japonesa del periodo Meiji, que se caracterizó por la asimilación de los modelos culturales y literarios del mundo occidental.
Y en ese contexto conflictivo Kyoka fue un excéntrico que asumió el irracionalismo romántico y exploró el mundo de los sentimientos y la otra realidad de las apariciones fantasmales.
Minoritario, autor de culto, ensimismado y anacrónico, dueño de una mirada ensimismada e independiente, el pesimismo, la rebeldía, la defensa del individualismo frente a la sociedad, las protagonistas femeninas, la evasión y la fantasía son algunas de las claves de su universo narrativo.
Este volumen reúne cuatro de sus relatos fundamentales: El quirófano, con el que obtuvo su primer reconocimiento entre los lectores; El santo del monte Koya, su obra más emblemática, un relato sobre el viaje prodigioso de un monje a través de un desierto montañoso propicio al misterio. Es mucho más que un mero relato de fantasmas, mucho más que una simple secuela de Poe. En palabras de Carlos Rubio, ese texto fijó los mitos centrales de su universo, del que forman parte también los otros dos relatos de este libro: Un día de primavera, la ensoñación de dos hombres seducidos por la misma mujer, y La mujer carmesí, otro relato esencial y sorprendente de su obra de madurez.
Los cuentos de El santo del monte Koya y otros relatos cumplen uno de los objetivos centrales de esta editorial, “cubrir el vacío bibliográfico que existe en lengua española con respecto a la cultura nipona (...) porque creemos que éste es el mejor modo de penetrar en una cultura tan lejana pero, al mismo tiempo, tan cercana. Con este sueño nació Satori, «Iluminación», para aportar un poco de luz sobre un mundo, el nipón, que, en cierto sentido, aún sigue en penumbra.”
Una de las líneas fundamentales de este proyecto es la colección Maestros de la Literatura Japonesa, en la que han aparecido El Caminante, de Natsume Sōseki, o Namiko, de Tokutomi Roka.
Y en esa misma colección acaban de aparecer, por primera vez en lengua española y con traducción de Susana Hayashi, cuatro relatos de Izumi Kyoka, un genio, en palabras de Mishima, que vio en él la materialización más pura del espíritu romántico.
¿El más romántico de los novelistas japoneses? –se pregunta Carlos Rubio en su introducción- ¿El eslabón entre la literatura premoderna y la moderna de Japón? ¿El Edgar Allan Poe de Japón? ¿El creador de la «novela gótica» japonesa? ¿El más difícil de los literatos de la época Meiji (1868-1912)? ¿El mejor representante del simbolismo japonés? ¿El más feminista de los escritores japoneses?
Kyoka, como Koseki, vivió una época en la que Japón se moderniza y entra en conflicto con la tradición. De las dimensiones transcendentales de ese conflicto trata la literatura japonesa del periodo Meiji, que se caracterizó por la asimilación de los modelos culturales y literarios del mundo occidental.
Y en ese contexto conflictivo Kyoka fue un excéntrico que asumió el irracionalismo romántico y exploró el mundo de los sentimientos y la otra realidad de las apariciones fantasmales.
Minoritario, autor de culto, ensimismado y anacrónico, dueño de una mirada ensimismada e independiente, el pesimismo, la rebeldía, la defensa del individualismo frente a la sociedad, las protagonistas femeninas, la evasión y la fantasía son algunas de las claves de su universo narrativo.
Este volumen reúne cuatro de sus relatos fundamentales: El quirófano, con el que obtuvo su primer reconocimiento entre los lectores; El santo del monte Koya, su obra más emblemática, un relato sobre el viaje prodigioso de un monje a través de un desierto montañoso propicio al misterio. Es mucho más que un mero relato de fantasmas, mucho más que una simple secuela de Poe. En palabras de Carlos Rubio, ese texto fijó los mitos centrales de su universo, del que forman parte también los otros dos relatos de este libro: Un día de primavera, la ensoñación de dos hombres seducidos por la misma mujer, y La mujer carmesí, otro relato esencial y sorprendente de su obra de madurez.
Santos Domínguez