Matar en Barcelona.
Edición de Ana S. Pareja
y Jordi Corominas.
Alpha-Decay. Barcelona, 2009.
En su colección Héroes Modernos, Alpha Decay reúne a doce narradores en torno a doce crímenes reales que tienen como paisaje de fondo la ciudad de Barcelona.
Con una mezcla de novela negra, narración posmoderna y crónica de sucesos, los relatos de Matar en Barcelona toman como punto de partida un asesinato para transformarlo en materia narrativa, en ficción literaria.
Un proyecto que tiene su origen en la columna periodística del mismo título en la que Jordi Corominas escribía sobre crímenes barceloneses en la revista Bcn Week con una voluntad que estaba más cerca del análisis sociológico que de la mera crónica negra.
Asumido y matizado por Alpha Decay, ese proyecto convoca a una docena de autores españoles e hispanoamericanos para que proyecten una mirada literaria inédita sobre la truculencia morbosa de los crímenes, los cadáveres y los asesinos.
En esa mirada, con una frecuente distancia irónica, se huye de la sordidez y se recurre al humor o a la reducción esperpéntica, se desarrollan las más variadas técnicas y enfoques narrativos para evocar los terrores infantiles o describir un asesinato en el metro a través del vídeo que lo registra; para reconstruir el crimen de un fraile onanista y exclaustrado o hablar de la presidiaria que se siente haciendo un Nodo, del guitarrista de un grupo de rock que atraca una joyería o del asesinato de Bultó.
De la vida, lo que más me preocupa es el porqué. De la muerte también, dice significativamente el narrador de uno de los textos, (Morir en Barcelona, de Francesc Serés) en una declaración de principios que podría servir para todos los relatos del volumen. Y esa exploración común en los sórdidos mecanismos que originan el crimen es lo que explica, además de la pericia de los autores, que en muchos de ellos se elija una perspectiva narrativa asentada en la primera persona, confesional y compleja.
Con una mezcla de novela negra, narración posmoderna y crónica de sucesos, los relatos de Matar en Barcelona toman como punto de partida un asesinato para transformarlo en materia narrativa, en ficción literaria.
Un proyecto que tiene su origen en la columna periodística del mismo título en la que Jordi Corominas escribía sobre crímenes barceloneses en la revista Bcn Week con una voluntad que estaba más cerca del análisis sociológico que de la mera crónica negra.
Asumido y matizado por Alpha Decay, ese proyecto convoca a una docena de autores españoles e hispanoamericanos para que proyecten una mirada literaria inédita sobre la truculencia morbosa de los crímenes, los cadáveres y los asesinos.
En esa mirada, con una frecuente distancia irónica, se huye de la sordidez y se recurre al humor o a la reducción esperpéntica, se desarrollan las más variadas técnicas y enfoques narrativos para evocar los terrores infantiles o describir un asesinato en el metro a través del vídeo que lo registra; para reconstruir el crimen de un fraile onanista y exclaustrado o hablar de la presidiaria que se siente haciendo un Nodo, del guitarrista de un grupo de rock que atraca una joyería o del asesinato de Bultó.
De la vida, lo que más me preocupa es el porqué. De la muerte también, dice significativamente el narrador de uno de los textos, (Morir en Barcelona, de Francesc Serés) en una declaración de principios que podría servir para todos los relatos del volumen. Y esa exploración común en los sórdidos mecanismos que originan el crimen es lo que explica, además de la pericia de los autores, que en muchos de ellos se elija una perspectiva narrativa asentada en la primera persona, confesional y compleja.
Santos Domínguez