Atsushi Nakajima.
El poeta que rugió a la luna
y se convirtió en tigre.
Traducción de Makiko Sese y Daniel Villa.
Hermida Editores. Madrid, 2017.
“Cuando la comitiva llegó a la colina volvieron la cabeza como les habían dicho y miraron hacia la pradera en medio del bosque. De repente vieron cómo aparecía un tigre saltando desde la maleza hasta el camino. El tigre miró hacia la luna blanca que había perdido ya su brillo y rugió un par de veces. Un instante después saltó de nuevo hacia las matas desde las que había salido y jamás volvió a aparecer.”
Así termina La luna sobre la montaña, el cuento protagonizado por el erudito Li Zheng, que se transforma kakfianamente en un tigre.
Ese es uno de los ocho relatos espléndidos de Atsushi Nakajima (Tokio, 1909-1942), un clásico pese a su muerte prematura a los 33 años, que publica Hermida Editores bajo el título El poeta que rugió a la luna y se convirtió en tigre, con traducción de Makiko Sese y Daniel Villa.
La indiferencia y el comportamiento extraño de un poseído no sólo por el espíritu de su hermano muerto en combate, sino también por otras personas y hasta animales como una carpa, un halcón o una loba. Un poseído que se convierte en inventor de cuentos fantásticos y acaba siendo devorado por sus vecinos; la historia de un comandante persa en Egipto en quien se reencarna la momia de un sacerdote; una reflexión sobre la lengua escrita a propósito del espíritu de las letras; el sueño de la felicidad o la evolución de un maestro de tiro con arco que alcanza la perfección y termina olvidando el nombre de su herramienta.
En las historias de metamorfosis y transmigraciones, de sueños y premoniciones, de venganzas y revelaciones que contienen estos cuentos fantásticos que se publican por primera vez en español conviven el mito y la narración, la poesía y la fábula, las influencias de la tradición china y de la literatura occidental.
Ocho estupendos relatos breves, llenos de sutileza y de levedad, de fluidez y misterio. que prefiguran algunos textos de Borges. Una atmósfera semejante flota sobre ellos.
Santos Domínguez