Antonio Moreno.
El viaje de la luz.
(Antología poética 1990-2012).
Prólogo de Vicente Gallego.
Renacimiento. Sevilla, 2014.
Decir es dirigirse a algún lugar, / marchar a alguna parte, a un destino / al que uno se encamina con palabras / crecidas, luminosas como el cielo / de originaria y blanca luz nocturna, escribe Antonio Moreno en El viaje de la luz, la antología poética de su obra que publica Renacimiento.
Esos versos de Intervalo, el poema que dio título a la recopilación de sus libros en 2008, resumen su concepción de la poesía y su manera de mirar el mundo. Una poesía meditativa y depurada, de línea clara y tono cercano que conjunta pensamiento y sentimiento, memoria y mirada en una dirección emparentada con nombres como Brines, Sánchez Rosillo, Antonio Cabrera o Vicente Gallego, que en el prólogo de esta antología señala a Antonio Moreno como “una de las voces a las que me siento más cercano, tanto en la razón estética como en la clara sinrazón compartida del espíritu.”
Evocativos y atravesados por la concepción de Wordsworth de la poesía como la emoción recordada en tranquilidad, los versos de Antonio Moreno tienen al fondo el mundo clásico y la luz transparente del Mediterráneo transfigurada en las palabras del poeta y en su poesía celebratoria que tiene más de himno que de elegía.
Poesía que busca esa belleza sin materia a la que alude uno de los poemas; poesía que evoca un mundo cercano con la palabra esencial y despojada y la intensa emoción de quien se sabe fugaz y lo asume en versos como estos, los últimos de la antología: Bien lo sabéis: jamás tuvimos nada, / ni la casa ni el nombre que nos dieron. / Mas crece nuestro amor por esta nada / en la que somos más de lo que vemos, / tan poblada de luz y oscuridad, / tan copiosa de música y silencio.
Santos Domínguez