Joseph Le Gras y Raoul Vèze.
Los últimos años de Casanova.
Edición de Jaime Rosal.
Memoria mundi. Atalanta. Vilaür, 2013.
Cuando Giacomo Casanova escribe la Historia de mi vida, interrumpe el relato en 1773, en el momento en que regresa a Venecia. Para paliar ese silencio, en 1929 Joseph Le Gras y Raoul Vèze, dos especialistas en su figura publicaron Los últimos años de Casanova, una reconstrucción de ese último tramo de su vida en el que Casanova fue un superviviente de sí mismo.
En una edición cuidada por Jaime Rosal, generosamente ilustrada, acaba de aparecer en la Bibliotheca Casanovensis de Atalanta este complemento imprescindible de la monumental Historia de mi vida que publicó en dos tomos hace cuatro años.
No es igual que un Casanova en primera persona, pero llena el vacío sobre “lo que Casanova no nos contó”, como titula su prólogo Jaime Rosal, y en uno de los apéndices del libro recupera el Compendio de mi vida, que envió a su amiga Cecilia de Roggendorf. Fechada el 17 de noviembre de 1797, es seguramente la última carta que escribió un Casanova al que le quedaban poco más de seis meses de vida. Antes de firmarla como Jacques Casanova, porque la escribió en francés, como su obra mayor, la cerraba declarando: No me avergüenzo de lo dicho. Y ese colofón sirve no solo para cerrar la carta, sino para resumir su vida y su literatura en este libro imprescindible para los casanovistas.
Santos Domínguez