8/8/12

Helen Keller. El mundo en el que vivo

Helen Keller.
El mundo en el que vivo.
Traducción de Ana Becciu.
Atalanta. Vilaur, 2012.

Veo, pero no con mis ojos. Escucho, pero no con mis oídos. Hablo y me hablan, sin el sonido de una voz, escribe Helen Keller (1880-1968) en uno de los textos que recopiló en 1908 en El mundo en el que vivo, un conjunto de ensayos y un poema –Un canto de oscuridad- que acaba de publicar Atalanta. 
La mano que ve se titula el capítulo inicial, y quienes hayan visto El milagro de Anne Sullivan no necesitan más explicaciones. En el tacto residen el amor y la inteligencia, afirmaba aquella criatura sordomuda y ciega para quien la mano era lo que el oído y la vista para otras personas: su manera de conectarse con el mundo y de salir de la oscuridad. No solo sus manos, las manos de los demás, hasta una historia literaria de la mano, servían a Helen Keller para superar las tinieblas y afinar  una sensibilidad que –privada de dos sentidos- concentra e intensifica los otros sentidos. 

Una suma de conocimiento sensorial e imaginación, de percepciones y analogías, visiones interiores y sobre todo un recorrido por sus intensas experiencias oníricas hacen de estos textos una invitación al asombro y al redescubrimiento del mundo desde otras dimensiones. Cada átomo de mi cuerpo es un vibroscopio, escribe Helen Keller, capaz de captar las vibraciones más sutiles del mundo.
Santos Domínguez