31 agosto 2015

La caída de la casa Usher



Edgar Allan Poe.
La caída de la casa Usher.
Ilustraciones de Agustín Comotto.
Traducción de Francisco Torres Oliver. 
Nórdica Libros. Madrid, 2015.

No es simplemente uno de los mejores relatos de Poe. La caída de la casa Usher es también una de las historias que han ejercido una influencia más duradera sobre la literatura y el cine posteriores.

Constantes adaptaciones cinematográficas y abundantes secuelas narrativas avalan la importancia de un cuento que representa como ningún otro la transición de la narrativa gótica y su terror escenográfico a la renovación fundamental que aportó Poe cuando fundó un terror que sale más del interior del personaje que del ambiente. De esa manera, la tenebrosa escenografía gótica, se convierte en este relato en una imagen metonímica y en una personificación de sus habitantes.

Por eso aquí ya el espacio exterior, ese edificio que induce a la tristeza en quien lo contempla, es una prolongación de los laberintos existenciales de Roderick Usher -enfermo de mala literatura- y de su hermana, Lady Madeline; una fusión que esta ya en el titulo que reúne la casa y el apellido de sus moradores.

La enfermedad y la muerte, la soledad y el misterio, el morbo, el secreto y la locura, la necrofilia y el sadismo, el opio y el incesto son los ingredientes de un cóctel explosivo que culmina en su final apocalíptico.

Borges definió a Poe como un inventor de pesadillas. Quizá ninguna tan inolvidable como esta que edita Nórdica con una solvente traducción de Francisco Torres Oliver y espléndidas ilustraciones de Agustín Comotto.


Santos Domínguez

28 agosto 2015

Bartolomé Bennassar. Velázquez



Bartolomé Bennassar.
Velázquez. Vida.
Traducción de María Condor. 
Cátedra. Madrid, 2015. 

Publicada por primera vez en 2012, llega a su tercera edición en Cátedra esta biografía de Velázquez que firma Bartolomé Bennassar y que es ya una referencia imprescindible en la bibliografía velazqueña.

Bennassar hace en esta obra un seguimiento minucioso de las circunstancias personales del sevillano, de su modesto entorno familiar y del contexto artístico, cultural e histórico en el que elaboró una obra artística tan trascendente que forma parte decisiva del arte universal.

Desde la situación familiar hasta el último viaje en que acompañó a Felipe IV a la Isla de los faisanes, pasando por su aprendizaje sevillano, su nombramiento como pintor del rey o sus decisivos viajes a Italia, este libro ofrece un recorrido por la trayectoria vital y artística de Velázquez, con especial atención a sus obras maestras de la década de 1640 y a Las Meninas, a las que Benassar dedica un brillante capítulo que es un ensayo de interpretación de esa obra compleja.

Su red de relaciones sociales, sus amistades, desde su suegro Pacheco al Conde Duque de Olivares, su ascenso social y su relación con el rey Felipe IV son objeto de la lectura entre líneas que hace Benassar de los documentos para reconstruir las claves biográficas de Velázquez.

Espléndidamente ilustrada y documentada con las aportaciones más recientes, la acreditada capacidad narrativa de Benassar hace que la lectura de esta biografía sea tan fluida como la de una novela. La novela real de la vida de un artista irrepetible.

Santos Domínguez

26 agosto 2015

Frédéric Barbier. Historia del libro



Frédéric Barbier.
Historia del libro.
Traducción de Patricia Quesada Ramírez.
Alianza Editorial. Madrid, 2015.

Desde el liber primordial a las nuevas tecnologías pasando por el tiempo de los manuscritos, la revolución de la imprenta o la Enciclopedia de la Ilustración, esta Historia del libro que publica Alianza Editorial resume la historia de la humanidad.

Ese es el núcleo de sentido de este magnífico estudio, espléndidamente ilustrado, en el que Frédéric Barbier pone de manifiesto la relación a veces determinante entre la historia del libro y la historia general de la cultura, las relaciones sociales o los procesos políticos y económicos en un ejercicio de historia comparada y de enfoque multidisciplinar que permite reconstruir una imagen global de la realidad histórica a través de la evolución del libro.

Del manuscrito al libro impreso, de la escritura instrumental –comercial, jurídica o administrativa- a la escritura reflexiva o a la expresión de la creatividad, de la revolución de Gutenberg que hizo posible el Renacimiento a la Revolución francesa auspiciada por la ideología enciclopédica del siglo de las luces. Y de ahí a una segunda revolución del libro y a la época de internet, la historia del libro es la historia de su recepción y de la evolución de sus formas materiales, la crónica del ascenso del público lector y del control de la imprenta a través de la censura civil o religiosa.

Pero este libro, que a su manera es una historia del mundo y de la civilización occidental, es también un recorrido por los talleres artesanales de impresión y por los grandes grupos editoriales de la actualidad, un relato de la transición de la librería tradicional a la venta en las grandes superficies y del cambio de relación entre los distintos agentes que se mueven en torno al libro.

Porque autores, impresores, editores y libreros forman parte de un universo cambiante sometido a transformaciones vertiginosas que tienen una repercusión decisiva en los cambios en la composición y el diseño, en la edición, la distribución, en la venta y hasta en la manera de escribir.

Y es que el libro debe reinventarse y responder a los retos de una nueva situación en la que ha dejado de ser el único instrumento de acceso al conocimiento, a la creatividad, a la información y al pensamiento.

Santos Domínguez

24 agosto 2015

Daniel Heredia. ¡A los libros!




Daniel Heredia
¡A los libros!
La Isla de Siltolá. Sevilla, 2015.

Daniel Heredia reúne 25 entrevistas a profesionales del sector del libro: escritores, editores, agentes literarios, libreros y encuadernadores en ¡A los libros!, un volumen que edita La Isla de Siltolá. 

Estos veinticinco diálogos en profundidad sirven, como explica el autor en la introduccion, para conocer mejor a escritores, editores, agentes literarios, libreros, bibliotecarios… y son una selección de los que aparecieron en el blog homónimo como una invitación al conocimiento, a la fulguración de la palabra bien colocada y al impulso de la imaginación, a la alegría que producen las ideas, al oficio de contar historias mediante la palabra impresa, cuyo proceso me apasiona.

Escritores como Felipe Benítez Reyes, Luis Alberto de Cuenca o Juan José Téllez; editores como Manuel Borrás, Juan Casamayor o Javier Sánchez Menéndez; agentes literarios como Palmira Márquez, además de un librero -Juan Manuel Fernández- y dos encuadernadores artisticos -Antonio Galván y Jose Galván- son algunas de las voces -escribe Daniel Heredia- más verdaderas y lúcidas de la industria española contemporánea del sector, /.../cualificados profesionales que han sabido reflexionar sobre los nuevos desafíos que se plantean con la tecnología digital y el nuevo cambio de paradigma.

Un mapa imprescindible para orientarse en el a veces laberíntico territorio de la literatura española actual.

Santos Domínguez

21 agosto 2015

Rimas ilustradas


Gustavo Adolfo Bécquer.
Rimas.
Ilustraciones de Mónica Gutiérrez Serna.
Edición y prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
Reino de Cordelia. Madrid, 2015.

“Cualquier lectura de las Rimas de Bécquer produce en el lector un pasmo estético y mental solo comparable al que experimentaron los filósofos presocráticos ante el milagro del universo”, escribe Luis Alberto de Cuenca en el prólogo -'Padre y maestro mágico'- que ha escrito para esta magnífica edición de las Rimas de Bécquer que ha preparado Luis Alberto de Cuenca para Reino de Cordelia con ilustraciones de Mónica Gutiérrez Serna.

Enmarcadas entre ese prólogo en el que Luis Alberto de Cuenca reivindica a Bécquer como "la raíz de toda la poesía española contemporánea" y un apéndice que recupera tres rimas del Libro de los gorriones que no se recogieron en la edición de las Obras en prosa y verso de 1871 que publicaron póstumas sus amigos, este cuidadísimo volumen invita a una de esas relecturas en las que el lector recupera su primer asombro adolescente ante la contención del himno gigante y extraño o ante la vocación de fuga a donde habite el olvido.

O ante esa “curva lánguida y sinuosa como la línea melódica de un vals de Chopin” que evocó Cernuda en un ensayo memorable sobre la poesía del sevillano.

Santos Domínguez

19 agosto 2015

Bergamín. El duende mal pensante



José Bergamín.
El duende mal pensante.
Aforística musarañera (1924-1983).
Edición, selección y prólogo
de Gonzalo Penalva.
Cuadernos del Vigía. Granada, 2015.

Aforística musarañera es el subtítulo, tan propio de Bergamín, con el que se resume la selección de aforismos dispersos del más ingenioso e inclasificable de los autores del 27. El duende mal pensante se titula el cuidadísimo volumen que publica Cuadernos del Vigía con edición, selección y prólogo de un reconocido especialista en su obra, Gonzalo Penalva, que explica que el propósito de esta selección es  “dar a conocer una serie de textos no publicados hasta ahora en libros”, aforismos “dispersos en revistas, casi inencontrables.”

Escritos entre 1924 y 1983 y organizados en cuatro bloques cronológicos, desde Aforústica y epigromética La España tenebrosa, pasando por El duende y la palabra Burladera de pensamientos, hondos y reflexivos o deslumbrantes y superficiales, siempre punzantes e inteligentes, aparecen en estos aforismos la  poesía y la política, la música y la filosofía, el arte y la literatura.

Heterogéneos y heterodoxos, jocosos o serios, intemporales o pegados a las circunstancias, estos aforismos son el reflejo de la escritura poliédrica y el carácter contradictorio de Bergamín, que desde su primer libro, el imprescindible El cohete y la estrella, encontró un terreno propicio a su agudeza en el molde aforístico, un género que no dejó de frecuentar porque se ajustaba a las peculiaridades de su autor -explica Gonzalo Penalva- "por la naturaleza de su ingenio: cortante e incisivo."

Santos Domínguez

17 agosto 2015

Samanta Schweblin. Siete casas vacías


Samanta Schweblin.
Siete casas vacías.
Páginas de Espuma. Madrid, 2015.

Intensos, inquietantes, instalados en los códigos cambiantes que separan los normal de lo extraño, los siete relatos de Siete casas vacías de Samanta Schweblin que publica Páginas de Espuma exploran el confuso espacio de frontera que separa lo cotidiano y lo insólito, el sueño y la realidad, la locura y la cordura. 

Siete cuentos, seis breves y uno llamativamente largo -La respiración cavernaria- que no por casualidad es el centro del volumen, con los que Samanta Schweblin obtuvo el IV Premio Internacional de narrativa breve Ribera del Duero. 

Una atmósfera agobiante de pesadilla flota y pesa sobre estos relatos en los que los personajes y los ambientes domésticos que habitan establecen sorprendentes relaciones metonímicas.

Por debajo de estos cuentos perturbadores el lector asombrado intuye una turbulenta corriente subterránea en la que confluyen otros dos ríos caudalosos: el de la vida y el de la literatura.

Santos Domínguez

14 agosto 2015

Ventanas y otros relatos


Stephen Dixon.
Ventanas y otros relatos.
Selección y prólogo de Eduardo Berti.
Traducción de Ariel Dilon.
Eterna Cadencia Editora. Buenos Aires, 2015.

Tras Calles y otros relatos, Eterna Cadencia edita Ventanas y otros relatos, una segunda antología de relatos de Stephen Dixon (Nueva York, 1936) con otros once cuentos seleccionados, como en el volumen anterior, por Eduardo Berti, que en su prólogo destaca el equilibrio que hay en la narrativa de Dixon entre verdad e imaginación, entre realidad y fantasía, entre biografía e invención. 

Traducidos con solvencia por Ariel Dilon, que ha mantenido el ritmo rápido de las frases cortas y relampagueantes, de la viveza de su oralidad, estos cuentos son una selección de la obra narrativa posterior a la que se recogió en Calles y otros relatos y dan una vuelta de tuerca a la complejidad del mundo narrativo que esconde su aparente sencillez, su engañoso realismo, sus estructuras caleidoscópicas. 

La vida en la gran ciudad, las relaciones de pareja, los deterioros físicos y emocionales, las pérdidas y sus variantes son los temas en los que Dixon proyecta la potencia narrativa de una prosa coloquial. Lo más llamativo de estos textos: la directa desnudez de su estilo telegráfico que asegura la eficacia del impacto en el lector de unos relatos que, como en su maestro Chejov, bajo la superficie de su tono menor ocultan una enorme intensidad.

Santos Domínguez

12 agosto 2015

Suave es la noche


F. Scott Fitzgerald.
Suave es la noche.
Traducción de José Luis Piquero.
Hermida Editores. Madrid, 2015.

En 1934, casi diez años después de El gran Gatsby, F. Scott Fitzgerald publicaba Suave es la noche, su novela más confesional y más elaborada. 

Una novela que contiene dos historias: la de la superficie, con el triángulo amoroso formado por Dick Diver, el psiquiatra, su paciente-esposa Nicole y su amante Rosemary, y otra subterránea que proyecta los problemas personales de Scott Fitzgerald -las secuelas del alcohol, las dificultades económicas, los brotes esquizofrénicos de Zelda- en los vaivenes de su composición y en el ensombrecimiento progresivo que desde la segunda parte desmiente el comienzo luminoso y brillante de la novela en la Riviera francesa. 

Escrita con interrupciones durante ocho años, Suave es la noche es la crónica de un fracaso múltiple -el de los protagonistas, el del autor, el de su entorno- y el relato del desmoronamiento de toda una época -los alegres veinte que eran el telón de fondo de El gran Gatsby- cuyas ilusiones truncó el crack del 29, que inevitablemente se refleja en esta bajada a los infiernos, en esta anatomía del desastre, en palabras de Enrique Vila-Matas.

Con una nueva traducción de José Luis Piquero, Hermida Editores publica esta crónica de la bancarrota emocional -como la definió Scott Fitzgerald- en la que se precipita una pareja en caída libre, cada vez más alejada del verso de Keats -Tender is the Night- que le da título.

Santos Domínguez

10 agosto 2015

Mijaíl Artsybáshev. Los millones


Mijaíl Artsybáshev.
Los millones.
Traducción de Enrique Moya Carrión.
Ardicia. Madrid, 2015.

Ardicia publica, con traducción de Enrique Moya Carrión, Los millones, una novela que publicó en 1908 Mijaíl Artsybáshev, representante del naturalismo tardío en la literatura rusa.

Con una potencia constructiva que a veces recuerda a Tolstói y a ratos la levedad ambigua de Chejov, se narra en ella la historia de un millonario moscovita  insatisfecho que entre el hastío y el hartazgo representa la crisis de la conciencia finisecular y el impulso nihilista y autodestructivo del primer existencialismo.

Es la historia de una degradación, de una suma de fracasos en la búsqueda del sentido, de una secuencia de spleen y excesos que culminan en la bajada a los infiernos de la muerte por agua del millonario Mizhúyev, un personaje complejo y contradictorio, brutal y sensible.

Junto con su eficacia narrativa y la fuerza plástica de sus descripciones, la sutileza con que se profundiza en la psicología del protagonista quizá sea el mérito fundamental de esta novela corta e intensa. 
Santos Domínguez


07 agosto 2015

Concerto Solli, de Nacho Cuenca


Alberto Gómez. 
Concerto Solli, de Nacho Cuenca. 
Carpe Noctem. Madrid, 2015.

Entre lo personal y lo social, entre el flujo de conciencia y la crónica de un tiempo problemático contra el fondo de un país en crisis, Concerto Solli, de Nacho Cuenca la segunda novela de Alberto Gómez, que publica Carpe Noctem, es una obra de contrapuntos y de solos, como indica su título, lo que técnicamente se traduce en el gusto por el soliloquio que indaga en el interior del personaje.

Porque al fin y al cabo de eso han tratado siempre las novelas: de la relación problemática entre el individuo y el medio, de las esperanzas y los sueños frustrados. Y de eso, de los paisajes urbanos y los territorios de la conciencia, trata esta novela en la que los personajes, especialmente el narrador, Nacho Cuenca, testigo de un episodio violento del que surge la obra, muestran su propia percepción del fracaso y la desorientación de la generación perdida a la que pertenecen, en medio de un país inhabitable.

Pero Concerto Solli, de Nacho Cuenca es también, por su prosa consistente, su mirada introspectiva y su reflexión existencial, una reivindicación de la escritura como salvación, como ejercicio de supervivencia en medio del naufragio.

Santos Domínguez

05 agosto 2015

Selena Millares. El faro y la noche




Selena Millares.
El faro y la noche.
Barataria. Madrid, 2015.

Tres voces narrativas y tres líneas argumentales que confluyen en un núcleo temático que les sirve de eje -la reconstrucción novelada de la figura de Juan Millares Carló-, son la base estructural de El faro y la noche, una espléndida novela con la que Selena Millares obtuvo el Premio Internacional de Literatura Antonio Machado en 2014.

La escritura y el arte, el olvido y la memoria, el dolor y la muerte, la resistencia y la esperanza, el exilio y la barbarie recorren estas páginas habitadas por la luz y la sombra que se evocan en el titulo.

Con una cuidada prosa, una meditada estructura y un admirable pulso en el manejo de los tiempos del relato y de los tres niveles narrativos sobre los que se sostiene su estructura, El faro y la noche es una reivindicación de la palabra que levanta sobre la niebla del olvido la memoria de los derrotados.

Santos Domínguez

03 agosto 2015

El canto del cisne





John Galsworthy.
El canto del cisne.
Una comedia moderna.
Traducción de Susana Carral.
Reino de Cordelia. Madrid, 2015.

Con El canto del cisne Reino de Cordelia culmina la publicación de Las crónicas de los Forsyte, el ciclo narrativo de John Galsworthy (1867-1933) que constituye el mayor esfuerzo de uno de los sellos editoriales independientes más importantes de estos últimos años.

Tras El mono blanco La cuchara de plata, El canto del cisne es la tercera entrega de la serie que tituló Una comedia moderna, ambientada en la Inglaterra de entreguerras. Una novela retrospectiva y final como indica su título, conectada con las anteriores con un eslabón inicial, un nuevo Entreacto que marca la transición de unas épocas a otras, de unas situaciones a otras.

Una mirada hacia el pasado como la que proyecta Susana Carral en la introducción a su estupenda traducción de este volumen que completa esta novela-río que resume las peculiaridades de una sociedad, una época y un país en un momento crucial de su existencia. 

Con el poder y las pasiones al fondo, la agilidad de sus diálogos creíbles como sus personajes agitados por el orgullo, la ambición o el deseo de poder construyen un fresco histórico de un mundo en decadencia poblado por personajes que a pesar de su relevancia social son profundamente infelices.

Santos Domínguez

31 julio 2015

Ricardo Güiraldes. Xaimaca



Ricardo Güiraldes.
Xaimaca.
Edición de Gastón Segura.
Drácena. Madrid, 2015.

En 1923, tres años antes de su obra más conocida, don Segundo Sombra, Ricardo Güiraldes publicaba Xaimaca, una novela inspirada en el crucero por las Antillas que el novelista argentino había realizado en compañía de su mujer entre 1916 y 1917.

Construida en tono menor como el diario del protagonista Marcos y su amor por Clara Ordóñez en una ruta caribeña, Xaimaca tiene como ejes temáticos el amor, el tiempo y el paisaje, mirados desde una perspectiva ultraísta, con la exaltación del presente que fue una de las aportaciones de la vanguardia: es el presente eterno que Juan Ramón resumió en la imagen de la estación total:

Una nube se levanta del agua para sesgar de algodonada blancura la opacidad azul de las rocas costeras que surten noche.
Calma que se estira sobre mis días futuros como una sombra larga en un llano.

Drácena recupera esta novela en una cuidada edición que ha preparado Gastón Segura,  que en el prólogo la define como "una novela sin vocación de serlo" que "a pesar de ello, o por esta improvisada condición, resulta turbadora," especialmente en la potencia verbal de imágenes como la del cielo sudoroso de estrellas o el ruiseñor alucinado en la noche.

Santos Domínguez

30 julio 2015

Tulia Guisado. 37’6



Tulia Guisado.
37’6.
Prólogo de Alfredo Piquer.
Epílogo de Federico Delgado Scholl.
Legados Ediciones. Netwriters Poesía.
Madrid, 2015

Yo no he inventado este dolor,
y sin embargo, trazo cada día
el mapa de la lluvia en el planeta,
y es nuevo, cada día, para mí
el trazo de esta herida, de esta llaga,
que se expande,
que crece
cada día.
Cada día.

–Nunca creíste que fuera tuyo
un dolor tan antiguo, tan usado,
dicen, tan poco original.

Es mío.


Con una intensidad emocional casi insoportable y una expresión desbordada hasta el límite de la pesadilla febril y de la irracionalidad, Tulia Guisado completa en 37’6, desde ese texto inicial al que lo cierra, un poema-libro articulado -desgarrado convendría quizá más- en veintinueve partes, pero escrito a borbotones de sangre y de palabras.

Un primer libro de una enorme fuerza expresiva, porque es “un puñetazo en el estómago”, como dice en su epílogo Federico Delgado, porque es “intenso y verdadero” como anuncia en su espléndido prólogo Alfredo Piquer y porque está escrito en la frontera que separa la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, la razón y el delirio.

Provocado por la experiencia traumática que lo desencadena –Te conozco, dolor, / como la palma de la mano / con la que toqué / a mi hijo muerto / la cabeza- 37’6, que publica Legados Ediciones en su colección Netwriters Poesía, es una explosión verbal, una incursión en la pérdida y en la sombra desde esa fiebre que viene de lejos, / que viene del principio, / y acaba en el final, una bajada hasta la boca del infierno donde escupo sangre y ceniza y polvo seco / para ablandarlo todo y devolver / al mundo su condición de polvo. / Para que arda todo y todo se destruya.

Pero 37’6 es, sobre todo, una respuesta al dolor, una manera de afrontar sin concesiones este programa poético y vital: No te calles ante el dolor.

Santos Domínguez

29 julio 2015

Wilkie Collins. La piedra lunar



Wilkie Collins.
La piedra lunar.
Traducción y notas de Miguel Ángel Pérez.
Alianza Editorial. Madrid, 2015.

"No sólo la primera, la mejor de las novelas de detectives de Inglaterra", decía T. S. Eliot de La piedra lunar de Wilkie Collins, una espléndida novela cuya longitud le permitió a su autor hacer compleja su trama detectivesca, abordar con profundidad a los personajes y multiplicar el número de los sospechosos y de los narradores que cuentan la historia a partir de la misteriosa desaparición de la piedra lunar, el diamante que da título a la novela.

Borges definió a Collins como “maestro en las vicisitudes de la trama" por todo eso y porque están aquí ya los rasgos característicos del relato detectivesco en una narración epistolar que reedita Alianza con una nueva traducción de Miguel Ángel Pérez.

Una traducción que trae La piedra lunar no sólo a la actualidad de los escaparates, sino también a la actualidad de la lengua, porque algunas de las versiones al español que todavía siguen circulando empiezan a tener ya un cierto regusto añejo, han envejecido mal y no daban ya la verdadera medida de personajes tan memorables como la heredera Rachel Verinder, el mayordomo Betteredge, la puritana señorita Clack o el astuto sargento Cuff, que sospecha que aquel no es un robo común, sino un fraude cuidadosamente elaborado por su propietaria. Luego el láudano aclarará las cosas y los tres hindúes que merodean por la novela devolverán la joya a su lugar de origen. 

El que roba al ladrón, ya se sabe.

Santos Domínguez

28 julio 2015

Emmanuel Bove. La trampa




Emmanuel Bove.
La trampa.
Traducción de Salvador Pernas Riaño.
Pasos perdidos. Madrid, 2015.

Era como si no hubiera acabado de comprender el sentido profundo de la derrota, como si hubiera seguido imaginándose ingenuamente que las cosas podían continuar igual que en una época normal.

Y no era una época normal la de aquella Francia ocupada y rendida en la Segunda Guerra Mundial de la que Emmanuel Bove nos dejó un descarnado retrato en su novela La trampa, que publica Pasos perdidos con traducción de Salvador Pernas Riaño.

La escribió durante el exilio argelino al que marchó en 1942 y del que regresaría ya herido de muerte por el paludismo para morir en París en 1945, el mismo año en que la terminó. Con la fuerza narrativa que Bove alimentó con su propia experiencia, nos dejó en La trampa una mirada desalentadora sobre lo que acababa de vivir en la Francia colaboracionista de Vichy, sobre el oportunismo y las dudas, sobre la cobardía y la traición y sobre la condición humana en circunstancias extremas cuando “hablar es como ensanchar un foso; no había nada que hacer. Le parecía increíble la rapidez con que las personas se resignan ante la desgracia y construyen un nuevo futuro sin pensar en lo que han perdido.”

Una narración construida alrededor de la figura del periodista Joseph Bridet, un heredero del kafkiano Joseph K., su acción transcurre en un ambiente de pesadilla que tiene resonancias de El proceso y de El castillo.

Santos Domínguez

27 julio 2015

Sancho Panza, gobernador de Barataria


Miguel de Cervantes Saavedra.
Sancho Panza, gobernador de Barataria.
Ilustraciones de Ramón Pérez Carrió.
Edición de Manuel Ramos.
Linteo. Orense, 2015.

La de Sancho es la creación más honda y compleja de toda la narrativa cervantina. En ningún otro personaje del Quijote se produce una evolución tan intensa del comportamiento, la mentalidad y la palabra. Y eso se aprecia especialmente en el Quijote de 1615, donde el diálogo sustituye a la aventura como motor de transformación de los personajes.

Para celebrar el cuarto centenario de la segunda parte del Quijote, Linteo  publica una joya bibliográfica espléndida: el volumen Sancho Panza, gobernador de Barataria, ilustrado por Ramón Pérez Carrió y preparado por el editor, Manuel Ramos Méndez, con los cinco capítulos en los que Sancho cumplía su sueño de gobernar la ínsula Barataria.

Son unos capítulos cruciales, los únicos en los que Sancho y don Quijote se separan y el escudero se convierte en el eje de la novela. Cinco capítulos que marcan un antes y un después en su comportamiento y en su personalidad, porque si la ínsula era desde la primera parte un ideal que impulsaba su viaje y una metáfora de la ambición hecha gobierno, su cumplimiento se convierte en desengaño y en soledad. ¿Qué mejor imagen de esa soledad que la de la ínsula?

En ese momento el impulso renacentista se transforma en desengaño barroco, anticipando otro desengaño: el de don Quijote en su bajada también solitaria a la Cueva de Montesinos.

El carácter central de esas dos secuencias que trazan un paralelismo en la evolución de los protagonistas justifica la elección de estos cinco capítulos insulares -45, 47, 49, 51 y 53- en esta edición conmemorativa de aquel Quijote de 1615 en la que las ilustraciones, guardas, orlas, capitulares y el colofón componen una colección de láminas que en palabras del ilustrador "está construida como una serie de retablos complementarios que individualmente componen una historia o anécdota y en conjunto colman el templo que alberga la leyenda dorada de esta breve e intensa vivencia de Sancho Panza, gobernador de la ínsula de Barataria."

Santos Domínguez




24 julio 2015

Marguerite Duras. El parque


Marguerite Duras.
El parque.
Traducción de Carlos Barral.
Menoscuarto. Palencia, 2015.

Hace justamente sesenta años, en 1955, Marguerite Duras daba con El parque un giro decisivo no sólo a su trayectoria personal sino a la evolución de la novela francesa del siglo XX. Porque los diálogos aparentemente anodinos que sustentan esta novela corta abrían el camino al nouveau roman y a su cambio decisivo en el punto de vista y en la mirada del narrador.

Entre un silencio y otro, la conversación entre un vendedor ambulante y una criada transcurre en un parque que representa el espacio intermedio entre lo doméstico y lo salvaje, entre el espacio cerrado de la casa de donde viene la muchacha y las proximidades del bosque de donde viene el viajero.

En ese cruce de lo interior y lo exterior, de la esperanza y el desengaño se sostienen los diálogos entre dos personajes muy distintos: la criada bretona y el viajante de comercio que hablan una tarde en el banco de un parque de París y que poco a poco, de manera suave y casi imperceptiblemente, van pasando de las palabras triviales a la confesión personal y al contraste de ideas sobre el sentido de la vida.

Menoscuarto recupera, con otro título, la traducción que Carlos Barral publicó en Seix Barral en 1968. Quizá nadie mejor que él para traducir un texto de tanta intensidad verbal como este, tan cargado de sugerencias que bajo su apariencia tranquila oculta tempestades que no se nombran.

Santos Domínguez

22 julio 2015

Arthur Zajonic. Capturar la luz



Arthur Zajonic.
Capturar la luz.
Traducción de Francisco López Martín.
Atalanta. Gerona, 2015.

¡Luz, más luz! fue lo último que dijo Goethe antes de morir en Weimar el 22 de marzo de 1832. Esas palabras que nos legó su médico, Carl Vogel, más que el delirio de un moribundo eran el resumen de una vida consagrada a la luz del conocimiento y a las investigaciones ópticas que reflejó en su Teoría del color. Podrían ser también el emblema de la Ilustración y de su aspiración al conocimiento y a la iluminación de la realidad con la luz de la razón.

Por eso no es una casualidad que Goethe sea uno de los referentes de Capturar la luz, el espléndido ensayo de Arthur Zajonic que publica Atalanta con traducción de Francisco López Martín.

En la naturaleza ambigua de las últimas palabras del genio convivían con el misterio de los tránsitos la luz de la naturaleza y la luz de la mente, dos componentes fundamentales de la anatomía de la luz que resume el subtítulo La historia entrelazada de la luz y la mente.

Zajonic, físico y antropósofo, hace en este volumen la historia de la luz y de la mente, de la luz que se ve y la que se oye, de la llama sonora que además de verse puede oírse, de la luz del sol y la del ojo. Atendiendo a la dimensión múltiple de la luz -ciencia y arte, religión y filosofía, física y poesía-, a la luz interior y a la exterior, Capturar la luz es un recorrido -luminoso, claro- por la evolución histórica de las concepciones de la luz y por la mirada contemporánea a la luz de la teoría cuántica.

Una descripción de la vida de la luz y una biografía de esa compañera invisible que nos acompaña en el mundo y en nuestro fuero interno.

Santos Domínguez

20 julio 2015

Ve y pon un centinela


Harper Lee.
Ve y pon un centinela.
Traducción de Belmonte Traductores.
Edición de Victoria Horrillo.
Harper Collins. Madrid, 2015. 

El recorrido habitual del lector español en relación con Matar a un ruiseñor ha sido este: ha visto la película que Robert Mulligan dirigió en 1962, una película consistente a pesar del inexpresivo Gregory Peck que la protagonizaba, y luego ha leído el libro homónimo que la originó. 

Y desde la película se han instalado en su imaginario las figuras de Atticus Finch, un emblema de la rectitud insobornable en la defensa de los derechos de los negros en un contexto racista, y de Scout, la niña que proyecta su mirada infantil sobre ese mundo problemático cuyas claves aún desconoce.

De modo que la perplejidad invade al lector cuando entra en Ve y pon un centinela, que publica en España Harper Collins con edición de Victoria Horrillo y una espléndida traducción de Belmonte Traductores. Una obra que se ha convertido en el fenómeno editorial de este verano en todo el mundo, con cientos de miles de ejemplares vendidos en su primera semana, oscureciendo incluso -no hay comparación posible en cuanto a calidad- a la secuela de las sombras de Grey que aparecía a la vez. 

Perplejidad múltiple, porque para empezar Ve y pon un centinela no es una secuela de Matar a un ruiseñor, sino su precedente, su precuela genética, escrita antes aunque esté ambientada veinte años después, en los 50 y no en los 30.

Como ha explicado Harper Lee, terminó a mediados de los cincuenta esta novela, que tituló Go Set a Watchman y en la que Scout es una mujer adulta y Atticus un viejo de setenta y dos años, pero el editor la convenció para que reescribiera la novela desde el punto de vista de una Scout infantil.

Y esta fue la base de Matar a un ruiseñor y de la película: el contraste entre la mirada inocente de la infancia y el agobiante ambiente racista de Alabama. Veinte años después, Scout tiene veintiséis y vuelve a Maycomb para visitar a su padre, un envejecido Atticus que parece la contrafigura de aquel ejemplar abogado que defendía con entereza y sin éxito la inocencia de un negro acusado injustamente de una violación. 

Desde Atlanta, venía mirando por la ventanilla del vagón restaurante con un deleite casi físico. Mientras se tomaba el café del desayuno, vio cómo quedaban atrás las últimas colinas de Georgia y aparecía la tierra rojiza, y con ella las casas con tejados de chapa en medio de patios bien barridos, y en los patios las inevitables matas de verbena rodeadas de neumáticos encalados. Sonrió cuando vio la primera antena de televisión en lo alto de una casa de negros sin pintar. Conforme aparecían más y más, se redobló su alegría.

Jean Louise Finch siempre hacía el viaje por aire, pero para aquella visita anual a casa decidió ir en tren desde Nueva York hasta el Empalme de Maycomb. Por un lado, porque se había llevado un susto de muerte la última vez que viajó en avión, cuando el piloto optó por atravesar un tornado. Por otro, porque llegar a casa en avión significaba que su padre tenía que levantarse a las tres de la mañana, conducir ciento sesenta kilómetros para ir a buscarla a Mobile y trabajar después toda la jornada. Tenía ya setenta y dos años, y no era justo hacerle eso.

Atticus ya no es el icono de los derechos de los negros, es ahora alguien cercano al racismo, capaz de decir cosas como esta:

-¿Quieres que haya negros a montones en nuestras escuelas, en nuestras iglesias y nuestros cines? ¿Los quieres en nuestro mundo? /.../ ¿Quieres que tus hijos vayan a una escuela que haya bajado el nivel para integrar a niños negros? /.../ ¿Qué sucedería si a todos los negros del Sur se les dieran de repente derechos civiles? /.../ ¿Te gustaría que el gobierno de tu estado estuviera dirigido por personas que no saben cómo dirigirlo?

Veinte años después nada es igual en Maycomb. El contraste se establece ahora entre el pasado y el presente y tampoco la mirada de Scout es ya la misma: han pasado los años y eso ha cambiado su visión del mundo tanto como su experiencia en Nueva York –Dios mío, qué cosas he aprendido- y todo estalla en el final explosivo del intenso diálogo entre Atticus - desde luego esperaba que mi hija se mantuviera en sus trece y defendiera lo que cree que es justo. Y que primero que nada se enfrentara a mí-  y Scout, que va mucho más allá de los reproches y del desprecio a Atticus cuando le dice: Creo que eres la única persona en la que he confiado por completo en toda mi vida y ahora estoy acabada, antes de esta explosión de cólera: 

-¡Eres un viejo hipócrita, un hijo de perra de cola anillada!

El lector que conocía a estos personajes desde Matar a un ruiseñor ya nunca podrá verlos como antes de leer Ve y pon un centinela, una novela absorbente y turbadora, más profunda y menos optimista, más potente y menos nostálgica, más compleja y reivindicativa que Matar a un ruiseñor. 


Santos Domínguez



17 julio 2015

Wislawa Szymborska. Saltaré sobre el fuego



Wislawa Szymborska.
Saltaré sobre el fuego.
Traducción de 
Abel Murcia y Gerardo Beltrán.
Ilustraciones de Kike de la Rubia.
Presentación de Juan Marqués.
Nórdica Libros. Madrid, 2015.


Nórdica publica, con traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán, Saltaré sobre el fuego, una selección breve, pero significativa, de la poesía de Wislawa Szymborska ilustrada por Kike de la Rubia.

Desde Llamando al Yeti hasta Principio y fin, una intensa muestra de la poesía interrogativa de quien hizo de la escritura un ejercicio de reflexión sobre el hombre y su lugar en el mundo, en la naturaleza o en el tiempo. Una obra en la que expresó su asombro ante la realidad, su ironía y, pese a todo, su afirmación de la existencia.

Como en cada uno de sus libros, Saltaré sobre el fuego acaba siendo una composición de lugar escrita en el tono bajo que caracteriza al grupo de poetas polacos que desde la segunda mitad del siglo XX hizo que –como resalta Juan Marqués en la presentación del volumen- “los contornos de Polonia destaquen en el mapa de la poesía del siglo XX.”

El tono bajo que caracteriza la poesía de Wislawa Szymborska es el cauce de expresión de su profundidad reflexiva acerca de la condición humana y de una honda conciencia existencial. La reflexión y la sorpresa, el asombro y el desengaño, la ironía y la seriedad, la memoria y el presente, la conciencia del tiempo y la noción del límite son algunas de las claves de su poesía, expresadas en una tonalidad de difícil sencillez y con un  ritmo interior que los traductores han sabido transmitir con solvencia para el lector de español.

Por ejemplo en versos como estos: No tengo ni palabras, ni tanto silencio para expresar mi asombro. / Escucha / cuán rápido me late tu corazón.

Santos Domínguez