19 septiembre 2013

Universo Nooteboom


Erik Haasnoot y Astrid Roig (ed.)
Universo Nooteboom.
Candaya Ensayo 6.

Con dos artículos, uno sobre la poesía de Cees Nooteboom y otro sobre su vertiente de ensayista y su aproximación a la pintura de Zurbarán, he tenido la satisfacción de contribuir, por sugerencia de los coordinadores Erik Haasnoot y Astrid Roig, al espléndido volumen Universo Nooteboom que publica Candaya, acompañando a nombres como Alberto Manguel, Mercedes Monmany, Rüdiger Safranski, Jacobo Siruela, Clara Janés o Juan Villoro. 

Este es el dossier de prensa, que incluye el prólogo de los coordinadores, de este libro, que estará en librerías el día 23 y se presenta en la Librería Laie (Pau Claris 85, Barcelona) el 25 de septiembre a las 19.30 horas.



La obra
Poeta, novelista, ensayista, crítico de arte, viajero... Cees Nooteboom es un autor polifacético y heterodoxo que, como dijo Connie Palmen “te hace ver y pensar lo que nunca antes habías visto ni pensado”. Desde la publicación, hace casi seis décadas, de su primera novela, Philip y los otros, que de manera desenfadada y jovial rompía con la tradición realista, la literatura de Cees Nooteboom no ha pasado nunca desapercibida y ha sido distinguida por premios tan prestigiosos como el Europeo de Poesía (2008), el de Literatura Neerlandesa (2009) y el mayor reconocimiento que se concede en la literatura de viajes, el Premio Chatwin (2010). En los últimos años ha sido considerado, como uno de los diez mejores cronistas de viajes del siglo por la prestigiosa revista Newsweek, y su nombre suena con insistencia entre los candidatos al Premio Nobel.
Lectores de todo el mundo se han dejado seducir por las innovadoras apuestas de este escritor de desvíos y digresiones, que sorprende por su sensibilidad metafísica y que se interroga siempre por el sentido de narrar. Los libros de Nooteboom son una indagación en el misterio de la condición humana (“el misterio al que los demás renuncian a mí siempre me ha intrigado”, confiesa) y una invitación permanente a entender la diversidad del mundo o el significado de la historia que hemos vivido, y por ello es unánimemente considerado uno de los grandes clásicos vivos de la literatura universal contemporánea.
En Universo Nooteboom 30 autores (poetas, novelistas, ensayistas, filósofos, académicos, traductores, críticos literarios y periodistas culturales), desde procedencias geográficas y registros muy distintos, profundizan en la compleja obra y en la fascinante personalidad del escritor holandés más universal de nuestro tiempo. Especial importancia tienen las reflexiones del propio Cees Nooteboom, que en largas y reposadas conversaciones con el escritor argentino Alberto Manguel y con el periodista belga Piet Piryns (que lo ha entrevistado durante 40 años), revela a los lectores hispanohablantes algunos momentos decisivos de su biografía y las claves más íntimas de su pensamiento y su universo literario.


En función, sobre todo, de las diferentes vertientes genéricas que ha recorrido la obra de Cees Nooteboom, Universo Nooteboom se estructura en siete partes:

1. Nooteboom filósofo: Rüdiger Safranski e Isabel-Clara Lorda exploran el sustrato filosófico que recorre toda la obra de Cees Nooteboom.

2. La poesía de Cees Nooteboom

3. Narrativa de ficción de Cees Nooteboom

4. Nooteboom ensayista

5. Nooteboom, el viajero

6. Tres relatos breves que, escritos por autores tan dispares como la escritora venezolana Victoria de Stefano, la mexicana Valeria Luiselli y el joven escritor asturiano Jaime Priede, tienen como protagonista a Cees Nooteboom y demuestran el poder inspirador de su escritura.

7. La última palabra: Cees Nooteboom



Los autores

Jesús Aguado (“nació casi en Sevilla”, España, 1961)
Tomás Albaladejo (La Unión, España, 1955)
A. S. Byatt (Sheffield, Reino Unido, 1936)
Jorge Carrión (Tarragona, España, 1976)
Antón Castro (Santa Mariña de Lañas-Arteixo, España, 1959)
Santos Domínguez (Cáceres, España, 1955)
Mariana Enriquez (Buenos Aires, Argentina, 1973)
Jesús Ferrero (Zamora, España, 1952)
László Földényi (Debrecen, Hungría, 1952)
Fernando García de la Banda (Madrid, España, 1959)
Erik Haasnoot (Katwijk aan Zee, Países Bajos, 1968)
Marina Gasparini Lagrange (Caracas, Venezuela, 1955)
Pedro Alejo Gómez Vila (Bogotá, Colombia, 1953)
Clara Janés Nadal (Barcelona, España, 1940)
Isabel-Clara Lorda Vidal (Londres, Reino Unido, 1956)
Valeria Luiselli (Ciudad de México, México, 1983)
Alberto Manguel (Buenos Aires, Argentina, 1948)
Teresa Martín Taffarel (Buenos Aires, Argentina, 1940)
Mercedes Monmany (Barcelona, España, 1957)
Glenn W. Most (Miami, Estados Unidos, 1952)
Connie Palmen (Sint Odiliënberg, Países Bajos, 1955)
Luis Pancorbo (Burgos, España, 1946)
Piet Piryns (Gante, Bélgica, 1948)
Jaime Priede (Langreo, España, 1965)
Rüdiger Safranski (Rottweil, Alemania, 1945)
Andrés Sánchez Forero (Bogotá, Colombia, 1985)
Carlos Skliar (Buenos Aires, Argentina, 1960)
Victoria de Stefano (Rimini, Italia, 1940)
Constanza Vergara (Santiago, Chile, 1978)
Juan Villoro (Ciudad de México, México, 1956)



Prólogo
Cornelis Johannes Jacobus Maria Nooteboom vio la luz por primera vez en La Haya en 1933 y en 2013, cuando el escritor holandés cumple 80 años, hemos querido celebrar sus casi seis décadas de continuada experiencia literaria y el momento de plenitud creativa que está viviendo actualmente, con la publicación de Universo Nooteboom, un acercamiento plural y crítico a su personalidad y a su poliédrica obra, que tiene el propósito de descubrir todavía más a los lectores hispanohablantes la fascinante literatura de Cees Nooteboom.
Universo Nooteboom recoge un amplio abanico de textos, muchos de ellos inéditos, en los que 36 autores (poetas, novelistas, ensayistas, filósofos, académicos, traductores, críticos literarios y periodistas culturales) reflexionan, desde procedencias geográficas y registros muy distintos, sobre la compleja y heterogénea obra del escritor de lengua neerlandesa más universal.
Cees Nooteboom –como él mismo confiesa en Hotel Nómada 1– ha seguido siempre “los dictados de su alma” y ha tratado de hacer de su vida un proyecto personal. En 1950, con sólo diecisiete años, Nooteboom abandonó su casa y emprendió su primer viaje al extranjero (fue en bicicleta a Bélgica y a Luxemburgo) y desde entonces no ha parado de viajar. Sus viajes en autoestop por Europa inspiraron, en 1955, su primer libro, Philip y los otros, una novela muy bien acogida en Holanda, que a los veintidós años lo convirtió ya en escritor. Desde ese momento, este y el de viajero, fueron sus destinos elegidos.
Poeta, novelista, ensayista, viajero... Cees Nooteboom es un autor polifacético, al que es imposible encasillar en ningún género ni clasificar con etiquetas literarias convencionales. Como su literatura, Nooteboom es un escritor de digresiones, de desvíos. Y la digresión, omweg en neerlandés, invita a meditar. Lo dice el Tiburón Mendoza En las montañas de Holanda 2, “hay países donde meditan con esa palabra: om, om, om…” A veces los nombres dan pistas y no parece casual que el apellido “Nooteboom” signifique “nogal”. Los libros de Cees Nooteboom, al igual que los frutos con forma de cerebro del nogal, alimentan el espíritu: nos hacen pensar y cuestionar el mundo, y por ello, como dicen los ingleses, son food for thought, alimento para la mente.
Alberto Manguel defiende en este libro que la literatura de Cees Nooteboom es ante todo el desarrollo de un pensamiento: sus inclasificables escritos van urdiendo un mundo nuevo, que sólo puede ser descifrado por el lector que forje sus propias ideas. Sus técnicas narrativas predilectas son, pues, las de la literatura de la digresión: el uso frecuente del estilo libre indirecto para mostrarnos desde dentro lo que piensan los personajes; el narrador omnisciente, que expresa sus propias opiniones, a menudo en forma de comentarios irónicos; la comparación de la época a la que pertenece el narrador con la época a la que pertenecen los personajes, lo que permite al autor meditar acerca de temas eternos como la muerte y la inmortalidad, las fuerzas que rigen los cambios sociales, el papel que desempeña el arte o el ritual de la escritura y la lectura.
Universo Nooteboom se abre con un ensayo de título significativo, “Nooteboom filósofo”, en el que el pensador y escritor alemán Rüdiger Safranski insiste en la sensibilidad metafísica que alienta toda la obra de Cees Nooteboom, un escritor que explora permanentemente lo enigmático y que, en el prólogo de Perdido el paraíso 3, confiesa que “el misterio al que los demás renuncian a mí siempre me ha intrigado”. Isabel-Clara Lorda Vidal se imagina un vínculo entre el ojo del huracán de Cees Nooteboom y el corazón del remolino de Rafael Argullol, para concluir que, en ambos escritores, el arte es expresión del enigma del alma humana y de la dimensión espiritual de la vida.
Ante todo Cees Nooteboom se considera poeta. Lo afirmó con rotundidad en 2003, durante el homenaje que le dedicó el Círculo de Bellas Artes de Madrid: “La poesía es la sede de mi empresa; el resto de mi obra son sucursales” 4 y lo corrobora en el documental Desvío Nooteboom, que acompaña este libro: “En el centro, que soy yo, está el poeta”. Consecuentemente, varios textos de Universo Nooteboom profundizan en esta vertiente fundamental de su literatura: Pedro Alejo Gómez Vila propone una peregrinación por los diferentes senderos abiertos en la poesía de Nooteboom; Clara Janés lo define como un poeta atento, que espera la llegada de la palabra; Tomás Albaladejo considera que en sus poemas se funden percepción y consciencia; Fernando García de la Banda comenta las características más singulares de la poesía de Nooteboom y las dificultades con las que se ha encontrado al traducirla, y Santos Domínguez descubre algunas claves de Autorretrato, el último libro que, en colaboración con el artista alemán Max Neumann, ha publicado hasta ahora el poeta holandés.
También la narrativa de Cees Nooteboom es un intento de interrogar al misterio. Lo señala A. S. Byatt, cuando afirma que sus novelas son la metáfora de un mundo y que esas novelas-metáforas “son un modo de pensar con precisión en los misterios”, además de un intento de penetrar en un territorio inestable, donde los límites entre realidad y ficción son a menudo confusos. De eso y del desvío de los otros (vivos, en el caso de Philip y los otros; o muertos, en el caso de El caballero ha muerto) para llegar al autoconocimiento (que es “el eslabón que enlaza las novelas de Nooteboom con la mística”), es de lo que habla el ensayo de László Földényi, “El desvío a la mística”, con el que encabezamos esta sección.
El ensayo de Connie Palmen se ocupa de El caballero ha muerto. Pese a que esta novela todavía no ha sido traducida al castellano, “Morir y empezar de nuevo” es un texto clave para entender la evolución de la narrativa de Nooteboom , al establecer un puente entre su primera novela, la citada Philip y los otros, y la posterior, Rituales, cuyo prólogo, escrito por A. S. Byatt, puede leerse seguidamente. El artículo de Glen W. Most profundiza en La historia siguiente, mientras que Jesús Aguado nos invita a desplegar nuestras alas, para adentrarnos en su Poética del ensueño y perdernos en el paraíso de Nooteboom. En “La desnudez de la vida”, el novelista Jesús Ferrero, hace una reflexión sobre el significado del morir y del vivir en el libro de relatos Los zorros vienen de noche y Alberto Manguel cuenta su experiencia como lector de Cees Nooteboom, durante muchos años. Según el escritor argentino no necesitamos seguir un orden cronológico en la lectura de los libros de Nooteboom, para progresar con el autor en el aprendizaje de cómo escribir y de cómo leer.
 Dos textos dedicados a la novela Cartas a Poseidón cierran este apartado. El escritor mexicano Juan Villoro comenta que Nooteboom –al verter, en primera persona y sin esperar respuesta, los pensamientos que brotan del yo profundo– demuestra que el género epistolar es el género del alma. En su emotiva aproximación a la última novela de Cees Nooteboom, Erik Haasnoot dirige varios guiños de complicidad a los lectores más fieles del escritor holandés.
La cuarta parte del libro se centra en la faceta de ensayista de Cees Nooteboom. Teresa Martín Taffarel explica cómo Nooteboom consigue siempre enriquecer las obras de arte que contempla y comenta, con nuevas e insólitas percepciones; En “Cees Nooteboom. El asombro en la mirada”, Marina Gasparini Lagrange reflexiona, a partir de los libros Zurbarán y El enigma de la luz, sobre la personalísima mirada de Nooteboom y Santos Domínguez se detiene en la fascinación del silencio que siente cuando se acerca a la obra de Zurbarán. A través de una carta dirigida a Nooteboom, Carlos Skliar detalla los pensamientos que le ha generado la lectura del libro Tumbas de poetas y pensadores, donde los textos del autor holandés conviven con las fotografías de su esposa Simone Sassen. Por último, el artículo de Constanza Vergara aporta una singular reflexión acerca de Cómo ser europeos, uno de los libros centrales de Nooteboom.
Sobre el viajero que eligió ser Cees Nootebom y sobre la sabiduría que proporciona el viaje giran la quinta parte del libro. László Földényi considera que el viaje, en Nooteboom, es el contacto con una alteridad que interpela, inquieta y sugiere. Mientras que un traslado es una acción puramente instrumental, el viaje contiene siempre un aprendizaje y una aventura potencial. Jorge Carrión define a Cees Nooteboom como un metaviajero, que ”en sus viajes elabora el regreso” y al que “le interesa menos ir que volver”.
Según Anton Castro –que en “El corazón español del nómada” sigue los pasos de Cees Nooteboom por la geografía española– probablemente sea España el país en el que más insiste el escritor holandés en el conjunto de su obra y al que más regresa. “Una de las pocas constantes en mi vida es mi amor –no hay una expresión inferior– por España”, confiesa en Desvío a Santiago5. Luis Pancorbo, a propósito de la publicación de Lluvia Roja, habla de la vida de Nooteboom en Menorca y de sus vecinos en la isla, en la que pasa largas temporadas desde 1967, mientras que Mercedes Monmany desarrolla el concepto de nomadismo en Nooteboom.
Con motivo de la publicación en Argentina de Hotel Nómada y Desvío a Santiago, Marian Enríquez hace hincapié en esa dialéctica entre el movimiento y la calma, tan constante en el andar por el mundo de este holandés errante. Pedro Alejo Gómez Vila insiste en que, al viajar, el pensamiento de Nooteboom gana en profundidad y su mirada se vuelve más astuta. Andrés Sánchez Forero nos da cuenta de que “el movimiento, en palabras de Nooteboom, se adelanta al pensamiento”, a la calma que proporciona la habitación de hotel, que es donde se va forjando el significado del viaje.
Victoria de Stefano cuenta su experiencia como lectora latinoamericana de Nooteboom en “Peregrinajes; de océano en océano” e Isabel-Clara Lorda Vidal se imagina un vínculo entre el ojo del huracán de Cees Nooteboom y el corazón del remolino de Rafael Argullol, para concluir que, en ambos escritores, el arte es expresión del enigma del alma humana y de la dimensión espiritual de la vida.
Jaime Priede se imagina a Cees Nooteboom paseando por las calles de Berlín, la ciudad donde, según piensa Nooteboom, se prepara el destino de Europa.
Universo Nooteboom concluye cediendo por fin la palabra al propio Cees Nooteboom. Reproducimos una interesantísima serie de entrevistas que el periodista Piet Pyrins ha ido realizando a Nooteboom a lo largo de casi tres décadas y con una larga conversación que, con motivo de la aparición de este libro, mantuvo el autor holandés con el escritor argentino Alberto Manguel, uno de los más reconocidos especialistas en su obra.
Sobre esta relajada conversación con Manguel en su casa de Amsterdam –donde Cees Nooteboom revela algunos secretos de su escritura y de sus libros– se estructura Desvío Nooteboom, un documental inédito de algo más de una hora de duración que ofrece al espectador valiosos detalles de la vida literaria y cotidiana del escritor holandés. Con Desvío Noteboom entraremos además en la casa que Cees Nooteboom tiene en “su isla” (como llama cariñosamente a Menorca) y lo acompañaremos en sus viajes por Venecia y Córdoba, donde participa en importantes festivales literarios. Los testimonios, críticos y personales de algunos de sus amigos y mejores lectores (el fotógrafo holandés Eddy Posthuma de Boer, el editor y escritor Jacobo Siruela, el compositor Benet Casablancas –que también firma la banda sonora–, y el pintor y poeta Miguel Ybáñez) completan este excepcional acercamiento a la figura de Cees Nooteboom.
Nunca podremos agradecer bastante la generosidad de todos los que convirtieron este viaje Nooteboom, con sus digresiones y desvíos, en uno de los más lujosos y estimulantes de nuestra vida. Queremos agradecer sobre todo la calidez y el afecto con que siempre nos han tratado Cees Nooteboom y Simone Sassen, y el entusiasmo con que acogieron este proyecto nuestros amigos, Olga Martínez y Paco Robles, que en la ejemplar trayectoria de la editorial Candaya demuestran, año tras año, que sigue habiendo un público sediento de libros de calidad.

 Astrid Roig y Erik Haasnoot


18 septiembre 2013

Gamoneda. Antología poética



Antonio Gamoneda. 
Antología poética. 
Selección e introducción 
de Tomás Sánchez Santiago.
Alianza Editorial. Madrid, 2013.

Alianza publica en formato de bolsillo una edición actualizada de la Antología poética de Antonio Gamoneda, con doce textos de su reciente Canción errónea. Una nueva edición imprescindible de una poesía en constante proceso de formación. 

Poeta de la extralimitación llama Tomás Sánchez Santiago a Antonio Gamoneda en La armonía de las tormentas, el enjundioso y contenido prólogo que ha escrito para introducir la lectura de esta antología de una obra en la que –como señala el antólogo en la nota a esta nueva edición- “no hay añadiduras ni poemas de vocación suplementaria. Todo se concita en una única respiración verbal que sigue siendo fértil en su confesa insistencia.”

Y es que si la poesía es casi siempre una experiencia extrema de límites, lo es más en un poeta como Gamoneda que no está por encima de las modas, sino por debajo, porque en su poesía hay algo profundamente telúrico que tira de nosotros hacia abajo, un río subterráneo y torrencial, una voz sumergida y oculta, no tan secreta como acallada por la censura en el franquismo.

De Gamoneda hemos aprendido sus lectores a convivir con la luz del plomo, con la injusticia y la soledad, a soportar el peso del mercurio, el temblor del azufre y el óxido que sabe a una desaparición y tiene el mismo olor que la tristeza. A entender que para un poeta un libro es una aparición y un poema,"un pensamiento que canta."

Articulada en torno a una serie de elementos temáticos y expresivos que contienen las claves de su unidad, el tiempo y el espacio son los ejes referenciales de su evolución poética. Una evolución marcada por la temporalidad hasta Descripción de la mentira y por la abolición del tiempo en favor de una poética de lo espacial a partir del Libro del frío. O, lo que es lo mismo, el paso del canto a la contemplación a través de palabras e imágenes de una enorme fuerza expresiva.

Imágenes y palabras fundidas en el magma oscuro de la memoria violenta y armónica que vive en el armario lleno de sombra del que surge una poesía que no se comprende con la inteligencia racional, sino de otra manera más intensa, más primaria, más duradera: como se comprende / un fruto con la boca, una luz con los ojos.


Santos Domínguez

17 septiembre 2013

Javier Marías. Tu rostro mañana



Javier Marías.
Tu rostro mañana.
Prólogo de Elide Pittarello.
Apéndice de Javier Marías y Francisco Rico.
Debolsillo. Barcelona, 2013.

Con un excelente prólogo de Elide Pittarello, que analiza con lucidez la obra, y un oportuno apéndice que reproduce el discurso de ingreso en la Academia de la Lengua de Javier Marías –Sobre la dificultad de contar- y la contestación de Francisco Rico, Debolsillo publica en un volumen Tu rostro mañana, un formidable monumento narrativo que seguramente es la novela más completa y ambiciosa del mejor novelista español vivo. 

Jacques o Jaime o Jacobo Deza, el narrador y protagonista que viene de Todas las almas y vertebra el diseño de Tu rostro mañana, es un intérprete de rostros, un personaje que se convierte cada vez más en un traductor de vidas. Ese es su trabajo prospectivo en el grupo dependiente del MI6 británico: prever lo que la gente hará en el futuro, conocer hoy cómo serán sus rostros mañana; saber cómo somos pero, sobre todo, cómo seremos. 

Con la benéfica sombra de Shakespeare planeando sobre el conjunto de la obra (Tu rostro mañana es la traducción literal de una cita de la Segunda parte de Enrique IV), la traición, la doblez, la ambigüedad y la violencia se acaban revelando como el verdadero rostro de los demás. 

Organizada en siete partes -Fiebre, Lanza, Baile, Sueño, Veneno, Sombra y Adiós- en Tu rostro mañana el narrador nos ha ido contando todo eso a lo largo de un proyecto al que Marías dedicó casi nueve años en los que llevó a cabo la idea de que “contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento.”

Santos Domínguez

16 septiembre 2013

Manuel Longares. Los ingenuos


Manuel Longares.
Los ingenuos.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.
Barcelona, 2013.

Con un método compositivo que ya utilizó con brillantez en Las cuatro esquinas, Manuel Longares construye en Los ingenuos (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores)  un tríptico de la memoria a través de una familia de origen aragonés que se instala en los años cuarenta en una portería de la calle Infantas de Madrid.

Frente al relumbrón metropolitano de la Gran Vía, la elección de esa calle Infantas, en los suburbios de la gran arteria urbana, no es gratuita. Tiene mucho que ver con el enfoque intrahistórico que Longares prefiere para situar la historia –como el resto de su obra narrativa, de La novela del corsé a Las cuatro esquinas, pasando por Romanticismo o Nuestra epopeya-, en un territorio de calles –Desengaño, Barbieri, Ballesta, Montera...- que pese a la cercanía del cosmopolitismo forman parte del paisaje del sainete castizo y sobre todo dibujan una estructura laberíntica que se convierte en metáfora espacial de las vidas de los personajes que transitan por ellas.

Ningún sitio más adecuado que esas calles oscuras y laterales para situar las vidas oscuras y laterales –más verdaderas que las de impostada modernidad- que suelen poblar sus novelas. En este caso, las vidas que se muestran en tres momentos cruciales: la primera posguerra, los años sesenta y los días previos a la muerte de Franco, un hilo cronológico dinámico situado en un mismo eje espacial habitado por los mismos personajes, con un referente fijo, la familia de Gregorio Herrero y Modesta Sánchez y sus dos hijos, Goyo y Modes.

Y en torno a ellos otros como el capitán Monterde, un chusquero de medio pelo; Cárdenas, maestro depurado por el régimen y farandulero de teatro clásico en giras por provincias, o el esperpéntico cura Expósito, con su Biblia lasciva, su propensión al puterío y su sombrero mejicano.

Unos personajes anclados en ese espacio casi invisible de los laterales de la Gran Vía, pero en una evolución paralela o tangente a la de la sociedad española -así la casi ruptura familiar, que se queda en reforma paralela a la de la transición política.

Pero –ya se ha dicho- el enfoque del novelista no es el del historiador: su mirada se fija en unos personajes vinculados por una ingenuidad que si por un lado les pone en conflicto con la realidad descarnada que desconoce su candorosa actitud, por otro lado es lo que les mantiene en pie.

En la interminable posguerra española, controlada por un régimen de sotanas, castrenses y estraperlistas, viven estos personajes ingenuos y bienintencionados en un mundo hostil, donde el padre –inducido por Monterde- quiere hacerse rico escribiendo guiones patrióticos para el cine y el hijo intentará triunfar como galán veinte años después.

Esa ingenuidad, transmitida de padres a hijos, es una de las líneas de fuerza que atraviesan una novela salpicada por los suburbios de la literatura: fragmentos de zarzuelas y coplas, o por la filosofía vulgar que surge entre letras de jotas y aleluyas sentenciosas. 

Entre la tertulia del Café Mañico en los cuarenta y la Asociación Cultural Sócrates que se reúne en las Bodegas Madroño en los sesenta y a la que acude –como a la otra su padre- Goyo Herrero, estos personajes viven en una intemperie desprevenida y confiada, no por heroicidad, mística o masoquismo, sino porque su candor no tiene otro modo de ser y actuar que exponerse en el jardín de la vida a cuerpo gentil, sin enterarse de lo que arriesga, por ejemplo en la clandestinidad subversiva de la Papelería de Nazario Cárdenas.

Y por eso, en las vidas paralelas de Gregorio y Goyo, con su dramática inocencia,  hay situaciones que les llevan inesperadamente a los calabozos de la Puerta del Sol. Situaciones similares que se suman a otras como las carreras cinematográficas frustradas y que se resumen y explican en la frase que dice Modesta en el desalentado cierre de la novela: Mañana, igual que ayer.

Antes se ha producido una quiebra del matrimonio paralela a la agonía del dictador, en aquellos días en que “la agonizante dictadura franquista alumbraba y apagaba los hogares españoles con la misma atonía que en sus comienzos imperiales.”

Y el enfoque de Longares, más que el esperpéntico y deshumanizador que ha utilizado en otras obras, es el del humor compasivo que viene de Cervantes, no de la descarnada mirada valleinclanesca, y sonríe ante estos personajes de candidez desconcertada, ante estos candorosos esclavos de la verdad, incapaces para el resentimiento e inhábiles para la mentira.

Un humor a veces irónico, otras más ácido y crítico y otras hilarante, como en la escena del cura Expósito con sombrero mejicano y Biblia rijosa, doblado sobre el eje de los testículos por un golpe accidental que le postra de rodillas en la misma posición con la que representaba el viacrucis, o en las situaciones incómodas que provoca la madre de Goyo leyendo en voz alta novelas sicalípticas.

Pero si hay una virtud que sobresale en Los ingenuos es la que lleva acreditando a Manuel Longares como uno de los narradores imprescindibles de los últimos treinta años: su sentido del ritmo del relato, su manejo de los personajes y su maestría en el uso de los diálogos.

Por si eso fuera poco, a esa alta condición de novelista excepcional une el autor una altura estilística que le hace dueño de una de las mejores prosas de la literatura española actual. 

No lo digo yo. Lo dicen párrafos como estos: 

Por las calles laterales de la Gran Vía peregrina la Biblia remozada. En triunfo se encarama sobre el hombro derecho del cura Expósito, que evita rendir la pesada carga doblando las rodillas y besando el suelo. Para que no reincida en viacrucis, Gregorio se convierte en cirineo de ese sacerdote que, obnubilado por su bamboleante sombrero, degrada el paso ridiculizando su propensión samaritana. Despobladas y exangües, las calles del barrio de las Infantas enmarcan la desnivelada trayectoria de la pareja. Rebota en el adoquinado el chuzo del sereno, presurosos circulan los coches y en los tejados los gatos se enhebran.

Más se enfría noviembre a medida que la noche progresa. Con periodicidad de una hora, el parte médico sobre el Caudillo desgrana su desmembramiento contumaz. Quien mantuvo en un puño a millones de compatriotas, se desguaza. Pensarán sus herederos que el agónico, mientras disponga de un órgano, conservará poder. Al albedrío de su dolencia, se desmenuzan intestinos y páncreas, se desinflan glándulas y lóbulos, la sangre que desborda vasos y arterias busca los orificios naturales de salida o fuerza la esclusa artificial que rasga y descompone el organismo hasta el punto de que el pulso del moribundo languidece, su lecho se encharca y la marea roja, en cojonuda paradoja, invade la planta del que juró exterminarla. Sobre la fisonomía malévola del barrio, que al ocultar en las tinieblas su entramado contemporáneo reverdece su altisonancia caballeresca en barroco cartón piedra, la sentencia de muerte que dictan los doctores a quien alardeaba de entereza al firmar fusilamientos, rebota por las aceras desniveladas y repta por las mugrientas paredes hacia la engolada configuración de chimeneas y buhardillas.

Santos Domínguez




15 septiembre 2013

Rimbaud. Poesías


Arthur Rimbaud.
Poesías.
Edición y traducción 
de Antonio Martínez Sarrión.
Austral. Barcelona, 2013.

En una carta de 1871 Rimbaud proponía como objetivo de la poesía llegar a una iluminación de lo desconocido mediante un largo, inmenso y razonado desorden de todos los sentidos.

Eran los años en los que un Rimbaud adolescente escribía los textos del que sería su primer libro, Poesías, que acaba de aparecer en una espléndida versión de Antonio Martínez Sarrión en Austral.

Entre El aguinaldo de los huérfanos (1869), el primer poema conocido de Rimbaud, y los tres sonetos uranianos de Los stupra, este es un libro desigual, pero lleno de sorpresas y destellos como El barco ebrio, tal vez el más visionario del poeta. Un libro que pasó a un segundo plano ante la fuerza de sus libros finales, Iluminaciones y Una temporada en el infierno, pero que en su núcleo central contiene algunos de los momentos más altos de su poesía, como Las despiojadoras –un texto provocador que escribió a la vez que se declaraba en rebeldía con el mundo, se escapaba de casa y comenzaba una interminable peripecia de vagabundeos que expresaban su aversión al sedentarismo-, Las primeras comuniones, Vocales o Los poetas de siete años.

Está aquí ya, potente y precoz, el Rimbaud audaz y escandaloso que explora los límites del lenguaje, de la corrección política, de la moral tradicional y del buen gusto. Precoz y procaz, aquel adolescente rebelde, aquel ángel infernal del exceso acabaría cambiando la poesía europea en cuatro años de escritura.

Dejó de escribir a la edad en la que muchos empiezan. Con veinte años renunció a la literatura, pero antes dejó una obra poética que es una de las bases de la poesía contemporánea. No existe movimiento poético que no afirme deberle sus orígenes, aunque sin duda el mismo Rimbaud no hubiera aprobado la mayor parte de sus ideas. Los jóvenes escritores de todo el mundo descubren hoy en Rimbaud al portavoz de su exasperación con el pasado y con la tradición; de su desacuerdo con las normas aceptadas y con lo que la llamada civilización ha hecho del mundo en el que vivimos; y sienten el mismo deseo de destruirlo todo.

Traducirlo no es fácil. Y a esa tarea se ha enfrentado Martínez Sarrión, que habla en su prólogo de la condición poliédrica de su poesía y del enigma Rimbaud de su biografía antes de ofrecer una traducción espléndida en la que se ha esforzado en respetar “el espíritu y la letra del original” y en “poner igual o mayor cuidado en el verso castellano.”

Y el resultado está sin duda a la altura de ese objetivo, difícil siempre que se traduce poesía, casi inalcanzable si la poesía que se traduce es la de Rimbaud, un barco ebrio: Cuando iba descendiendo por impasibles ríos...

Santos Domínguez


14 septiembre 2013

Carson McCullers. ¿Quién ha visto el viento?



Carson McCullers.
¿Quién ha visto el viento?
Traducciones de José Luis López Muñoz 
y María Campuzano.
Austral. Barcelona, 2013.

Todo lo que sucede en mis relatos me ha sucedido o me sucederá. En esa declaración, tan confesional como inquietante, de la materia autobiográfica que nutre sus cuentos se resume el mundo narrativo de Carson McCullers. ¿Quién ha visto el viento?, que publica Austral, es una antología de cuentos extraída de la edición imprescindible de sus relatos en El aliento del cielo (Seix Barral, 2007), traducidos por José Luis López Muñoz y María Campuzano.

Salvo las tres novelas cortas que incorporaba aquel volumen, están aquí los diecinueve cuentos que escribió la narradora norteamericana, uno de los referentes del género. Algunos de ellos son la prehistoria de su excelente primera novela, El corazón es un cazador solitario. 

De un lirismo desgarrado, o sombríos y conmovedores en su mirada al interior de unos personajes acosados por la soledad, eficaces desde la primera frase en la precisión de su economía técnica y en su agilidad narrativa, turbadores en la desolación característica del gótico sureño, los recorre una voz sutil y poderosa que desde la maravillosa región solitaria de las historias sencillas y del mundo interior sitúa en el centro del relato un núcleo conflictivo para hablar de la complejidad de las relaciones humanas, de la dificultad de la comunicación en la pareja, de la enfermedad, del alcohol y la muerte.

Cualquiera de estos cuentos podría servir como modelo del relato norteamericano contemporáneo sin desmerecer de Faulkner, Tennessee Williams, Scott Fitzgerald, Cheever o Carver por la huella imborrable que dejan en la memoria del lector.


Santos Domínguez

13 septiembre 2013

El libro de los enigmas de Sherlock Holmes


Dr. John Watson.
El libro de los enigmas de Sherlock Holmes.
Traducción de Efrén del Valle Peñamil.
Grijalbo ilustrados. Barcelona, 2012.

Una cuestión de identidad


Una tarde, mientras paseábamos por Regent’s Park de camino a St. John’s Wood, Holmes me pidió que me fijara en dos mujeres jóvenes que mantenían una seria conversación con un hombre algo mayor que ellas.

—Observe a esas damas, Watson. ¿Qué puede decirme sobre ellas?
Yo las estudié con atención. Eran tan parecidas como dos gotas de agua, idénticas en su estructura facial, en su porte, en su atuendo y en sus peinados. Compartí estas impresiones con mi compañero y afirmé que, sin duda alguna, debían de ser gemelas.
—¿Usted cree? —Holmes parecía divertirse—. Puedo decirle sin temor a equivocarme que Louise y Lisa Barnes comparten la misma madre, el mismo padre y el mismo día de nacimiento, pero me temo que va totalmente errado. Desde luego no son gemelas.
¿Sabría explicarlo?

Es uno de los 150 acertijos inspirados en el universo del detective más famoso del mundo, como señala el subtítulo de este libro atribuido a Watson, su cronista de hecho, el narrador de sus casos en las novelas y cuentos de Conan Doyle, aunque el texto de los acertijos es de Tim Dedopulos, experto en juegos de ingenio y rompecabezas.

150 acertijos que Sherlock Holmes le planteó a su ayudante, que supo resolver algunos de ellos. La solución de otros está en las explicaciones del propio Holmes. Organizados por su nivel de dificultad en cuatro apartados (Elementales, Sencillos, Ingeniosos y Endiablados), las soluciones se incluyen al final de este volumen ilustrado de manera espectacular con espléndidas viñetas de Rebecca Wright coloreadas con acuarela por Chris Gould, que firma algunas ilustraciones adicionales.

La versión original de este Libro de los enigmas de Sherlock Holmes, idéntica a la que publica Grijalbo -salvo en la lengua, claro- se vendía mucho el verano pasado en el 221b de Baker Street.

Santos Domínguez

12 septiembre 2013

He derrotado a Hitler



Rubino Romeo Salmonì A15810.  
He derrotado a Hitler.
Traducción de Leo Caro Calvo.
Confluencias Editorial. Almería, 2013.

En esta autobiografía del italiano Rubino Romeo Salmonì, un superviviente de Auschwitz, se inspiró Roberto Benigni para su película La vida es bella. Desde la mañana del 30 de abril de 1944, el domingo en que fue detenido en el mercado romano de Porta Portese, hasta su regreso a Roma el 3 de septiembre de 1945, transcurre una larga estancia en un infierno que Dante no pudo imaginar.

Desde la prisión de Regina Coeli a un campo de concentración en Modena y de allí al amanecer del 26 de junio de 1944 en que llega al planeta Birkenau donde se le asigna el identificador A15810, transcurre un viaje hacia la muerte y hacia una destrucción a la que Salmonì pudo escapar para dejar en este Yo derroté a Hitler la memoria del horror de quien nunca abandonó por completo Auschwitz y, pese a todo, una orgullosa declaración de esperanza y de compasión por los muertos narrada de manera directa y eficaz: Birkenau me había robado mi bondad, mi dignidad, mi sonrisa, pero no la piedad por quienes sufrían.

Lo acaba de publicar la Editorial Confluencias en su colección Apeninos con una intachable traducción de Leo Caro Calvo.

Santos Domínguez

11 septiembre 2013

Balzac. El coronel Chabert



Honoré de Balzac.
El coronel Chabert, 
seguido de 
El verdugo, 
El elixir de la larga vida 
y La obra maestra desconocida.
Traducción de Mercedes López-Ballesteros.
Reino de Redonda. Debolsillo. 
Barcelona, 2013.

De entre los muertos. Convertido en héroe a título póstumo y decretada su muerte civil, Chabert, el coronel napoleónico, es una de las grandes creaciones de Balzac.

El coronel Chabert, dado por muerto en una batalla, desenterrado de la nieve y de una fosa de cadáveres, reaparece después de diez años en París en un despacho de procuradores para decir que está vivo. Rechazado por todos, incluso por su mujer, casada ya con otro y heredera única de su marido, lo ha perdido todo, incluso su condición de héroe público, aunque es precisamente en su situación desgraciada cuando alcanza su verdadera altura de héroe.

El coronel Chabert es una crítica demoledora de las instituciones y de los valores sociales. El matrimonio, la amistad, el egoísmo, el dinero, la verdad, la ambición, la justicia, el honor, el prestigio, la corrupción, la burocracia, la hipocresía son algunos de los ingredientes de una crítica despiadada de la condición humana.

Bastaría esta novela corta que Javier Marías incorporó a la trama de Los enamoramientos, y los tres cuentos memorables que completan el volumen, para asegurar a Balzac un lugar importante en la historia literaria. Hay tomos de su desigual Comedia humana de los que no se puede decir lo mismo.

Un clásico mayúsculo en la mejor traducción al español, la que publicó en Reino de Redonda Mercedes López-Ballesteros, reeditada ahora en formato de bolsillo.


Santos Domínguez

10 septiembre 2013

Pombo. Relatos sobre la falta de sustancia



Álvaro Pombo.
Relatos sobre la falta de sustancia
y otros relatos.
Edición de Mario Crespo López.
Cátedra Letras Hispánicas. Madrid, 2013.

Cátedra Letras Hispánicas publica en un volumen preparado por Mario Crespo López dos libros de relatos de Álvaro Pombo, Relatos sobre la falta de sustancia (1977) y Cuentos reciclados (1997).

Se reúne así en un tomo la narrativa breve de Pombo, dos libros separados por veinte años de distancia y representativos de las dos etapas que distinguió José Antonio Marina en la narrativa del autor, que evoluciona desde el pesimismo eliotiano a la exaltación rilkeana.

Pese a eso, hay unas líneas de fuerza que sostienen todos los relatos: la intranscendencia de unas vidas anodinas que -como señaló Pombo alguna vez- reflejan “mi propia inexistencia,” la suma de fabulación y pensamiento, de lo autobiográfico y lo filosófico, las transiciones de lo narrativo a lo lírico, la influencia combinada de Iris Murdoch y los Cuatro cuartetos de Eliot.

La espléndida introducción de Mario Crespo, que ha anotado los cuentos con eficiencia, traza un ensayo panorámico sobre la obra de Pombo y analiza las claves de cada uno de los veinticuatro relatos breves del volumen.

Santos Domínguez

09 septiembre 2013

Gianna Manzini. Hacia el umbral




Gianna Manzini.
Hacia el umbral.
Traducción de David Ferrer.
Falsirena. Ávila, 2013.

Cuatro espléndidos relatos sobre la muerte y otras fronteras que Gianna Manzini (1896-1975), una de las grandes narradoras del medio siglo italiano, publicó cuando tenía cerca ese umbral, dos años antes de morir.

Cuatro relatos intensos en los que un Greco final habla con un amigo muerto en las sombras de su casa toledana, cunde la naturaleza alrededor de un muerto en accidente de moto, se recrea el delirio febril de una enferma o se explora el sueño como lugar de encuentro con la madre muerta. En ellos se puede descubrir a una autora deslumbrante, con una enorme sutileza estilística y una mirada introspectiva llena de matices y de profundidad.

Con traducción de David Ferrer, Hacia el umbral es el primer libro de Gianna Manzini que se edita en español. Con él inaugura la editorial Falsirena, con sede en Ávila y otra delicada línea de libros de poesía (Papeles de Recanati), su colección de narrativa Nuvolari.

Santos Domínguez

08 septiembre 2013

El matrimonio de los peces rojos




Guadalupe Nettel.
El matrimonio de los peces rojos.
Páginas de Espuma. Madrid, 2013.

Se aprende mucho de los animales con los que convivimos, dice la narradora del cuento que da título a un conjunto de cinco relatos con los que Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) ganó el III Premio de narrativa breve Ribera del Duero.

Los cinco relatos de El matrimonio de los peces rojos confirman esa observación, porque los animales que aparecen en ellos (un matrimonio de peces rojos que convive con un matrimoniohumano, las cucarachas que invaden una casa de la clase alta, una estudiante con una gata en celo, los hongos que mantienen unidos a dos amantes en la distancia o la serpiente que encarna las desavenencias conyugales) plantean un juego de espejos entre animales domésticos y hombres, desvelan los vínculos complejos que unen sus existencias y sus comportamientos.

Ese juego de espejos es el reflejo de las pulsiones secretas de unos personajes obsesivos y angustiados en cuyos mundos más ocultos bucean estos relatos que sacan a la luz lo subterráneo, lo raro, la corriente anómala que discurre bajo la superficie de sus vidas y brota finalmente.

Con una escritura muy precisa y una admirable eficacia narrativa, los cuentos de este volumen equilibran la calidad de una prosa de elaborada transparencia y una tensión argumental que va creciendo a medida que se avanza en cada uno de ellos.


Santos Domínguez

07 septiembre 2013

El cazador sordo




 James McClure.
El cazador sordo.
Traducción de Susana Carral.
Reino de Cordelia. Madrid, 2013.


Hugo Swart entró en el purgatorio pasadas las nueve de la noche más calurosa del año. Para él fue toda una sorpresa, al igual que para varios de sus conocidos, que lo tenían por un joven soltero y mojigato, y fueron incapaces de conciliar esa idea con la de que hubiese sido brutalmente asesinado.

Así comienza El cazador sordo, una novela policiaca del sudafricano James McClure que se publicó en 1974, en los peores años del apartheid, y que ahora publica Reino de Cordelia con traducción de Susana Carral. Un caso del teniente Kramer y el sargento Zondi, que –como La canción del perro, que apareció en esta misma editorial hace ahora un año- revela en McClure a un narrador poderoso. Y más que eso, a un escritor que combina una trama elaborada con brillantez y desarrollada con agilidad y pulso narrativo con la crítica del apartheid.

Porque, por encima de su estructura de novela policiaca, El cazador sordo es una bajada a los infiernos de los asentamientos negros de Jabula, una crítica del terror y de la violencia racial en la Sudáfrica anterior a Mandela.

Santos Domínguez

06 septiembre 2013

Una copa de Haendel



José María Jurado.
Una copa de Haendel.
La Isla de Siltolá. 
Colección Tierra. Sevilla, 2013.

Hay libros en los que se oye latir la emoción de un hombre –aquella emoción recordada en tranquilidad de la que hablaba Wordsworth- y otros en los que respira la historia de la cultura.

Una copa de Haendel, que José María Jurado acaba de publicar en la colección Tierra de La Isla de Siltolá, reúne esas dos condiciones que por sí solas justifican un libro.

Desde el primer poema –Chejoviana, que explica más de Chejov que un ensayo- hasta el último -La quencia, una elegía emocionada al familiar cercano y al maestro muerto-, en el que el poeta levanta su copa de Haendel en el brindis que cierra con una cima intensa la cordillera elevada que es este libro, sus textos discurren sin caídas en altura emocional ni en calidad literaria.

En estos poemas confluyen el pasado y la memoria personal con la música, la pintura, las ciudades y la literatura, revividas y actualizadas en la voz irrepetible del poeta, que hace suya y viva la cultura de la única manera en que la cultura importa: no como arduo material acumulativo, sino como método de construcción de la persona, para que la cultura se haga hombre y palabra -el logos espermático, el verbo hecho carne del evangelista- y hable en la voz del poeta, para que la cultura se haga mirada con la que mira el poeta.

Y esa voz y esa mirada dan lugar en este libro a poemas portentosos, como unos Fragmentos de una tabla de arcilla que podrían haber firmado Pound y cierto Eliot, igual que un Li Po doblemente sereno revive en Haiku y en Después de la lluvia.

Imposible decir cuál es más bello, escribe el poeta a propósito de un bodegón. Lo mismo puede decir el lector a propósito de estos textos en los que arde “el samovar de la memoria” y vuelan entre las nubes “los hijos de la rosa de los vientos.” 

Hay aquí muchas vidas, hay aquí mucha vida: hay un cuadro de Friedrich donde “el frío está pintado de forma minuciosa” y Schubert pasea “por la Quinta Avenida y de Medina a Olmedo.” Y hay elegías de Rilke que las nubes dejan sobre la Montaña mágica y un tetrarca en esquina esperando la muerte en Venecia.

Y mucho más: Dream a little dream of me, uno de los más bellos poemas de amor que conozco, y un estremecido y estremecedor Hora de entrada, una "lenta espadaña" en las tardes sevillanas cuando “la flor del naranjo se posa en las callejas” y la “cadencia de la tarde en un lugar de Roma”, “el cardo inmaculado de Juan Sánchez Cotán” y una Diana “cazadora de los ciervos azules de Orión.” Porque aquí, como en La noche transfigurada, “se oye respirar al mundo.”

Decía aquel crítico de mesa camilla que fue Sainte-Beuve que el plagio es aceptable a condición de que se acompañe de asesinato. Pues bien, hay libros que no merecen el plagio, pero incitan al asesinato –aunque sea metafórico- de quienes los perpetran. La piedad aconseja no citar nombres, la ética y el desprecio desaconsejan convertirse en delator.

Además de un espléndido libro, el mejor hasta ahora en la trayectoria creciente de José María Jurado, Una copa de Haendel es una invitación al plagio y al asesinato si es preciso, porque tiene varios poemas que muchos hubiéramos querido haber escrito. 

Por tener, tiene hasta un descuido tonto, una de esas erratas que pueden mejorar un texto. Me explico: si tuviera que plagiar este libro, en la página 23 me asaltaría una duda: se habla allí -esa es la errata- del “reino de lo vivos”. Y no sabría decir si sería mejor reparar el descuido restableciendo la concordancia neutra que anuncia el artículo –“el reino de lo vivo”- o la del plural que viene luego –“el reino de los vivos”.

Y es que un libro como este requiere de talento hasta para plagiarlo.

Santos Domínguez


05 septiembre 2013

Anatole France. Tais.




Anatole France.
Tais.
Traducción de Luis Ruiz Contreras.
Grabados de Paul Albert Laurens.
Edición y prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
Reino de Cordelia. Madrid, 2013.

Reino de Cordelia publica una bellísima edición ilustrada de Tais, la novela histórica y alejandrina de Anatole France.

Esta edición reproduce los grabados de Paul Albert Laurens que aparecieron en la edición de 1900 y la traducción de Luis Ruiz Contreras, actualizada por Luis Alberto de Cuenca, que ha escrito un prólogo sobre la historia bibliográfica de este libro, del que hace “una vindicación entusiasta” de “su enorme fuerza narrativa, su profundidad psicológica y su capacidad descriptiva fuera de lo común.”

Su asunto es la historia de Tais, la cortesana de Alejandría que vivió en el siglo IV y sería canonizada después de ingresar en un convento para someterse a una dura disciplina durante cinco años para redimir su pasado y de que la monja Roswitha de Gandersheim reivindicase su figura en el siglo X. En contraste con ella, la infelicidad obsesiva de los anacoretas tentados por diablos en el desierto egipcio. Y entre ellos, en primer lugar Pafnucio, el monje atormentado y enamorado que sabía que Tais era su pecado.

Santos Domínguez


04 septiembre 2013

El samurái barbudo




Koda Rohan.
El samurái barbudo.
Traducción de Naoaki Shimada.
Introducción de Carlos Rubio.
Satori Ediciones. Gijón, 2012.

En su magnífica colección Maestros de la Literatura Japonesa, Satori Ediciones publica dos novelas de Koda Rohan (1867-1947), La pagoda de los cinco pisos El samurái barbudo, presentadas por un prólogo de Carlos Rubio en el que destaca que “con su voz antigua, la obra de Rohan supo capturar la vitalidad y el optimismo constructivo de la sociedad japonesa” de finales del XIX.

El destino colectivo y el individual, la vida y la muerte, a través de las diversas situaciones a las que se enfrentan los personajes de estas novelas que son también una parábola de la condición humana, el honor y la dignidad, la amistad y el sentido de la existencia en una síntesis de ideas y propuestas que van de lo filosófico a lo estético, del humanismo al optimismo social, del taoísmo a la confianza en el arte como medio de iluminación del hombre.

Santos Domínguez

03 septiembre 2013

Enrique Serna. La ternura caníbal



Enrique Serna.
La ternura caníbal.
Páginas de Espuma. Madrid, 2013.

Intensos, compactos y sorprendentes, los diez relatos que Enrique Serna ha reunido en La ternura caníbal, que publica Páginas de Espuma, exploran las relaciones de poder en la pareja, la lucha destructiva entre los amantes por la dominación.

Condensación, eficacia narrativa, reducción de la trama a su núcleo conflictivo son algunas de las constantes técnicas que acreditan a Enrique Serna como un narrador eficiente en estos relatos. Unos textos que mezclan crueldad y humor negro, tragedias grotescas y una mirada irónica e implacable que recuerda al esperpentismo y a Buñuel.

Desde la venganza póstuma de Entierro maya hasta La incondicional que ajusta cuentas al pie de la cama de su marido moribundo, diez espléndidos cuentos habitados por personajes tan contradictorios como sus sentimientos y sus comportamientos.

Santos Domínguez

02 septiembre 2013

Coetzee. Escenas de una vida de provincias




J. M. Coetzee.
Escenas de una vida de provincias.
Traducciones de 
Juan Bonilla (Infancia).
Cruz Rodríguez (Juventud).
Jordi Fibla (Verano).
Mondadori. Barcelona, 2013.

Mondadori reúne en un volumen (Escenas de una vida de provincias) las tres entregas de la espléndida autobiografía novelada en la que J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) proyecta una mirada distante, panorámica y lúcida sobre sí mismo.

Un narrador en tercera persona resume ese distanciamiento emocional sobre su propia historia al evocar la niñez a comienzos de los años cincuenta en Infancia o al trazar en Juventud el autorretrato del artista adolescente lleno de dudas en la búsqueda de su propia identidad vital y literaria.

La tercera parte -Verano- culminaba ese proceso con una implacable vuelta de tuerca para contemplar un periodo crucial de su vida desde la distancia definitiva de la otra orilla. Muerto ya, recurre a la figura de un investigador que intenta reconstruir esa época del escritor a través de cinco entrevistas a personas que lo conocieron. Una antigua amante, que destaca su tendencia al onanismo, su prima Margot, una viuda brasileña que despreció su debilidad, y dos colegas de la Universidad: Martin y Sophie. Sus testimonios completan una imagen coherente y autocrítica que explora el límite de la escritura introspectiva y de la memoria y atraviesan una obra en la que brillan por igual el estilo y la inteligencia.


La reflexión autocrítica sobre su vida y su vocación literaria se recogen ahora en un solo volumen que permite leer de un tirón las memorias noveladas de uno de los narradores imprescindibles de los últimos años.

Santos Domínguez

01 septiembre 2013

Enrique Falcón. Porción del enemigo





Enrique Falcón.
Porción del enemigo.
Calambur. Madrid, 2013.

La pregunta que este libro nos confía no es si nuestro enemigo podrá ser vencido, sino si podremos mirarlo de una vez, ahora, al menos un centímetro por encima de nuestros propios terrores, escribe Enrique Falcón en el Preliminar de Porción del enemigo, que cierra en Calambur su Trilogía de las Sombras, de la que forman parte también Amonal Taberna roja.

La poesía de Enrique Falcón brota de una doble actitud crítica: la conciencia del mundo y la conciencia del lenguaje para expresar el conflicto en un momento tan decisivo como este, para mirar la realidad desde la disidencia y para llamar a las cosas por su nombre, que es la primera condición para modificarlas.

Por eso estos poemas, escritos a dos metros del apocalipsis, practican una disidencia múltiple: de las condiciones políticas y sociales de la actualidad y de las convenciones del lenguaje ordinario, invitan a la insurgencia, como en la Canción del levantado ( No esperes casi nada de su magistratura / No reces en su lengua, no bailes con sus ropas / No pierdas nunca el agua que duerme a los guardianes / Ni alojes en su boca la sal de tu sabor), o practican el sarcasmo paródico del Salmo 23 (El Señor es mi pastor, nada me falta).

Poemas escritos contra el enemigo, contra aquellos que esperan que te rindas. / Que devuelvas las canciones a sus cuartos.

31 agosto 2013

Ángel Rupérez. Sorprendido por la alegría


Ángel Rupérez.
Sorprendido por la alegría.
Bartleby Editores. Madrid, 2013.

Entre los cimientos de la identidad, el paisaje familiar de la infancia y un agudo sentimiento de la temporalidad, la poesía serena y meditativa de Ángel Rupérez evoca en Sorprendido por la alegría (Bartleby Editores) al padre enfermo con un ruido de fondo de fuentes y pájaros sin tiempo.

Una poesía cuya hondura se ancla en la memoria, en la emoción recordada en tranquilidad de la que hablaba Wordsworth, junto con la de Emily Dickinson o la de Luis Cernuda una de las presencias más significativas de estos textos llenos de destellos y de sentimiento del paisaje.

Junto con la naturaleza y el recuerdo, en la armonía del pasado y el presente, la música, la luz, la pintura de Rembrandt, los ámbitos urbanos en una constante celebración de la vida, ese eterno retorno: para que no nos deje la luz, / ni nos abandone el entusiasmo.

Santos Domínguez

30 agosto 2013

Mauricio Wiesenthal. Perdido en poesía




Mauricio Wiesenthal.
Perdido en poesía.
La Isla de Siltolá. Sevilla, 2013.

La fuerza de la respiración y el ritmo del aliento distinguen a cada poeta, escribe Mauricio Wiesenthal en la presentación de Perdido en poesía, el volumen en el que La Isla de Siltolá recoge su poesía inédita.

Métrica rigurosa y reflexiva, sensualidad de la palabra meditativa, búsqueda de la armonía son algunas de las claves de unos versos en los que la emoción y la experiencia, la memoria y las iluminaciones construyen una poesía que aspira a conseguir, en palabras de su autor, el aire puro de la oración, la belleza limpia de las aristas glaciares y el refugio de la soledad enamorada.

Una reunión de textos de diversos libros y tonalidades que culminan en el delicado aire de jardín andalusí que tienen los Poemas del Astrónomo, herederos de aquellos poetas que llegaron de Siria o de Bagdad a darnos lecciones de sentidos: No te apiades de mi vejez porque, desde el día que te fuiste con mi juventud, he esperado, con ansia, la triste hora enlutada de los cabellos blancos.

Santos Domínguez

29 agosto 2013

Alfredo Rodríguez. Urre aroa



Alfredo Rodríguez.
Urre aroa.
Seis poetas de Tierra Naba.
Los papeles del sitio. Sevilla, 2013.

Seis poetas nabarros - así, a la manera antigua vascuence- que podrían haber existido. Los que reúne Alfredo Rodríguez en Urre aroa, un volumen espléndidamente editado con tipografía Ibarra en Los papeles del sitio.

Entre Henrique de Ariztarai –el mayor poeta de los nabarros- y el sefardí Inaxio de Huvilzieta, seis complementarios, seis poetas apócrifos que escribieron a las puertas del Renacimiento. Seis poetas necesarios que Alfredo Rodríguez convoca con unos versos que son su verdadera fe de vida.

Seis poetas que viven en unos versos atravesados por la emoción y escritos a prueba de siglos, ajenos al tiempo y a sus destrucciones. Vivos en una memoria sucesiva de vida y muerte en la que se superponen el poeta real y sus criaturas: Yo soy el que cerraba las puertas de la noche.

Santos Domínguez

28 agosto 2013

Michael Hamburger. La vida y el arte



Michael Hamburger.
La vida y el arte.
Antología poética.
Edición y traducción de Matías Serra Bradford.
Lumen. Barcelona, 2013.

Sebald trazó de él un retrato inolvidable en Los anillos de Saturno. Michel Hamburger (1924-2007), que llegó a Inglaterra en 1933 huyendo con su familia del nazismo, pasó su vida tendiendo puentes entre el inglés y su lengua materna y entre su casa y la naturaleza desatada de un jardín asilvestrado.

Si lo primero lo convirtió en un poeta inglés de Alemania y en un prestigioso traductor de poesía alemana – sobre todo Hölderlin y Celan- al inglés, lo segundo –la mirada a la naturaleza- constituye el núcleo de su mundo poético, en el que, como otros poetas ingleses, aunó naturaleza y estudio, contemplación y pensamiento: En la media luz tardía, la tierra / nos deshereda por completo.

Hamburger es poeta de descampado, poeta con gato y con paisaje, autor de una poesía de la mirada y la memoria, de unos textos que aspiran a decir lo indecible, a expresar lo inefable. Por eso los mejores poemas –dice Hamburger- son los que saben más que yo, incluso acerca de mí mismo, los que sorprenden en primer lugar al poeta en la revelación de lo oculto, los que descifran un secreto.

Esta es la primera antología individual en español de Hamburger, al que este mismo traductor, Matías Serra Bradford, incluyó en la amplia muestra de poesía inglesa La isla tuerta (Lumen), en la sección Excursionistas.

Santos Domínguez

27 agosto 2013

José Ramón Ripoll. Piedra rota




José Ramón Ripoll.
Piedra rota.
Tusquets. Barcelona, 2013.

¿Te ofreces por azar al caminante / o eres tú, piedra rota, el principal motivo de su rumbo?

En la orilla del mar, una piedra rota se convierte en símbolo del mundo, en metáfora de un tiempo sin tiempo, / tiempo sin espacio. / Sólo un punto inasible en el vacío.

En torno a ese eje gira Piedra rota, el último libro de José Ramón Ripoll, que acaba de publicar Tusquets en su colección Nuevos textos sagrados. Porque esa piedra rota es también un espejo del poeta: has llegado hasta aquí para anunciarme, / no tu largo viaje, / sino mi rostro.

Y así, organizado en una secuencia  progresiva- Encuentro, Reconocimiento y Abandono- se desarrolla un texto de intensidad creciente, porque Piedra rota es un poema unitario articulado en una estructura musical con un preludio y esas tres partes -tres movimientos de un mismo proceso espiritual- que sostienen la búsqueda interior sobre la que se construye esta poesía interrogativa en busca de respuestas y de iluminaciones: Es luz este vacío.

Santos Domínguez

26 agosto 2013

Rafael Saravia. Carta blanca



Rafael Saravia.
Carta blanca.
Calambur. Madrid, 2013.

Carta blanca, el cuarto libro de Rafael Saravia, responde a un doble impulso imprescindible en la poesía: la mirada crítica a la realidad y el compromiso ambicioso con el lenguaje.

Por eso sus referentes poéticos, que van de Valente y Pérez Estrada a Gamoneda, Gelman o Mestre, inspiran ese doble impulso, sostenido con variaciones en las tres partes en que se articula el libro -Solo, Hasta que llegue diciembre y Carta blanca- y en unos poemas que pasan de lo íntimo a lo público, de la indignación al amor, de la búsqueda a la insurgencia, para combinar intensidad de lenguaje y altura de voz entre la fidelidad a la memoria y la militancia infatigable en la utopía.

Un ejemplo, estos versos del espléndido Tiempo de contar: Con el tiempo, se hizo medible la esperanza... / La premura se acomodó en el segundo, / el ímpetu en la hora, el cambio en el día, / la razón en los meses venideros, / el poema en cada sentencia futura.

Santos Domínguez

25 agosto 2013

Montaigne. Ensayos completos






Michel de Montaigne. 
Ensayos completos. 
Traducción de Almudena Montojo.
Introducción y notas de Álvaro Muñoz Robledano.
Cátedra. Biblioteca Avrea. Madrid, 2013

Hablar del ensayo sin mentar al padre es algo parecido a un parricidio freudiano e imperdonable.

Esta espléndida edición en Cátedra Avrea de los Ensayos completos de Montaigne, traducidos por Almudena Montojo, anotados y prologados por Álvaro Muñoz Robledano, reúne en un cuidado tomo los ensayos de aquel Miguel de la Montaña que admiraba un castizo Quevedo.

Este es un libro de buena fe, lector, decía Montaigne en la presentación al lector de sus Ensayos. Cuando los publicó en 1580, adelantándose en un cuarto de siglo al Quijote y en dos décadas a Hamlet, no sólo se convertía en uno de los padres de la modernidad. Estaba fundando un género que ahonda en el conocimiento de sí mismo -yo mismo soy la materia de mi libro- y que indaga subjetivamente en la realidad, porque, explicaba, esto que aquí escribo son mis opiniones e ideas; yo las expongo según las creo atinadas, no para que se las crea. No busco otro fin que descubrirme a mí mismo.

Todo eso empezó con estos Ensayos, con un Montaigne en estado puro: intelectual lúcido, humanista comprensivo y escritor irónico que, a la vez que creaba el nuevo género del ensayo, usaba en su prosa el estilo de la libertad, un estilo intermedio entre la altura literaria y el uso corriente.

Así empezó a consolidarse un modelo estilístico capaz de combinar la elegancia y la transparencia. Pero no se trataba de una mera cuestión de estilo, sino de algo más hondo y más transcendente: de la construcción de un modelo cultural y social que sería durante décadas el más representativo de la modernidad literaria en Europa.

Santos Domínguez



24 agosto 2013

Andrés Trapiello. Miseria y compañía



Andrés Trapiello.
Miseria y compañía.
Pre-Textos. Valencia, 2013.

Pre-Textos publica Miseria y compañía, la decimoctava entrega de Salón de pasos perdidos, los diarios diferidos de Andrés Trapiello. Desde aquel ya lejano El gato encerrado, los diarios del leonés llegan ahora al año 2004. A debida distancia, las notas de aquel año, en las que ya importa menos el tiempo que el recuerdo, se reelaboran con creciente ironía, en la lengua de los melancólicos, como la define Trapiello.

Entre un estremecedor episodio inicial con una liebre nocturna en el invierno y un acoso cibernético para acabar el año, Las Viñas, el Rastro, las exposiciones, la vida literaria... Miseria y compañía trata de lo de siempre en esta novela en marcha que es, como la vida, siempre igual y siempre distinta.

Con Cervantes, Galdós, Baroja, Gómez de la Serna o Gaya al fondo, situaciones absurdas -como la insufrible conferencia del filósofo italiano Giorgio Agamben en el Círculo de Bellas Artes- o dramáticas, como los atentados de Atocha, privadas o públicas, significativas o intranscendentes por las que discurre el  merodeo deambulatorio del personaje; la literatura, la pintura, los amigos o los enemigos, la vida familiar o los libros, sus referentes temáticos; el subgénero de la vida literaria, las fobias indisimuladas y tenaces, el campo de visión sobre el que se proyecta la mirada solanesca y la afilada prosa barojiana de Trapiello. El morbo añadido del cotilleo cultural, las claves identificadoras del personaje que se esconde detrás de una inicial, añaden una propuesta cómplice al lector, una invitación a mirar por la cerradura un baile de máscaras en que cada uno –incluido el narrador distante y autocompasivo - desempeña su papel de convidado del autor que desde hace más de veinte años escribe estos libros adictivos para sus lectores.

Santos Domínguez

23 agosto 2013

Soseki. Sueño de la libélula


Natsume Soseki.
Sueño de la libélula.
Edición de Fernando 
Rodríguez-Izquierdo.
Satori. Gijón, 2013.

Sueño de la libélula, de Natsume Soseki, es uno de los libros que inauguran la bellísima colección Maestros del Haiku que ha empezado a publicar Satori, la editorial gijonesa especializada en la cultura del Japón. Publicado a la vez que las Sendas de montaña de Basho, los dos volúmenes inaugurales –se anuncian otros títulos de Shiki o Akutagawa-, editados en un delicado y manejable formato en octavo menor, han sido preparados por Fernando Rodríguez-Izquierdo, que se ha ocupado de la selección, traducción, introducción  y notas de dos títulos que resumen el canon del haiku.

La mirada espiritual a la naturaleza, el paisaje como proyección de los estados de ánimo, la concentración expresiva, la sugerencia sutil, la leve melancolía hacen de estos haikus una de las manifestaciones más estilizadas de la poesía universal.

Poco importa ante la fuerza de estos textos saber que Basho vivió en el XVII, porque parece un contemporáneo en su ironía autocrítica o en la contemplación de la naturaleza, o que Soseki, más conocido como narrador, abandonara este tipo de literatura cuando se le diagnosticó una úlcera gástrica que acabaría deteriorando su organismo. Lo importante, lo que queda para siempre, es que en estos haikus se sigue oyendo el ladrido de un perro en la noche lluviosa y el ruiseñor sigue cantando en un sauce dormido en una fiesta en la que se unen los sentimientos y las sensaciones para crear una poesía imperecedera.

Dos características destaca Fernando Rodríguez-Izquierdo en su introducción a la antología de setenta haikus inéditos en español de Natsume Soseki: la progresiva depuración de su estilo y la disolución de su identidad personal en la naturaleza.

La estilización de su mundo lírico y la interiorización del paisaje dan a los haikus de Soseki un intenso contenido conceptual o metafórico que muchas veces es resultado de una elipsis:

Cayeron hojas,
y el viento las encumbra
sobre las torres.

El otoño, la niebla, la cellisca, la lluvia desdibujan en estos textos el contorno de las cosas, los perfiles del propio poeta y de su identidad borrosa:

Por la ciudad me muevo,
entre ocres de neblina:
mera silueta.

En muchos de estos haikus se solapan la mirada exterior y la meditación en un simbolismo del paisaje que expresa el interior del que lo mira. Una aguda conciencia del tiempo fugaz en la contemplación del agua que fluye, en la fuerza destructiva del granizo, en la sucesión de las estaciones o en esa flauta que se despide entre la indefinición de los puntos suspensivos y de la bruma:

Yendo va ..., yéndose...;
y entre brumas, su flauta
de despedida.

Santos Domínguez

22 agosto 2013

Para llegar a La Habana


Enrique Sacerio-Garí.
Para llegar a La Habana. 
Prólogo de Norberto Codina.
Bartleby Editores. Madrid, 2013.

Me preguntan por mi poética y la respuesta rápida es que tiene que ver con Cuba, con fechas y hechos (mejor dicho, lo hecho), vivencias aparentemente desparramadas, semillas que producen raíces interreales. Lo interreal es lo sencillo y concreto con un doble sentido de ausencia y conciencia histórica intertextual. Mi poesía tiene que ver con la distancia que me separa de Cuba y las distancias que me acompañan en lo cotidiano, afirmaba Enrique Sacerio-Garí (Sagua la Grande, 1945) en una ponencia que leyó en la sesión "La literatura cubana de la diáspora" que se desarolló en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, el 7 de diciembre de 2002.

Y esas claves de su poética son las que que vertebran su último libro, Para llegar a La Habana, que acaba de publicar Bartleby con un elocuente prólogo de Norberto Codina.

Entre Lezama (Para llegar a Montego Bay) y Cortázar  (Para llegar a Lezama), entre Sagua y La Habana, entre la nostalgia y la esperanza, Para llegar a La Habana es un constante viaje de ida y vuelta en el que se confunden el telar de Penélope con su continuo ir y venir y la figura de Ulises, en un trayecto desde el presente al pasado, desde las ciudades del mundo hasta el paisaje original de la infancia desde Estados Unidos a Cuba, porque no hay más Sur / que Cuba / desde lo southernmost / ni más norte / que Martí.

Travesías del presente en un espléndido conjunto de poemas del regreso, con un agudo sentido de la temporalidad y una insistente búsqueda de la identidad entre las referencias autobiográficas y las alusiones metapoéticas: Quién nos va a decir / lo que hacían nuestras abuelas en 1898, / ¿quién logra ver lo que conforma sus manos?, / ¿una copa de cristal fino, un diamante / o la hora más oscura de los carboneros?
Santos Domínguez