17/8/11

Vauvenargues. Reflexiones y máximas


Vauvenargues.
Reflexiones y máximas.
Traducción de Manuel Machado.
Prólogo de José Luis García Martín.
Renacimiento. Sevilla, 2011.

Confundidos a menudo con filósofos, los moralistas franceses no aspiraban a crear un sistema cerrado de pensamiento, sino que preferían habitar en el fragmento, en la intuición abierta, en lo concreto y la experiencia de lo vivido. En este tipo de literatura importa mucho la concisión, pero más aún el ingenio, la subjetividad y la agudeza de su mirada profunda sobre el hombre y la sociedad.

El marqués de Vauvenargues, uno de sus más destacados cultivadores del género, representa el paso del pesimismo barroco a la racionalidad del siglo de las luces. Más que optimismo, lo que hay en él es una comprensión benévola e indulgente de la realidad. En su colección A la mínima, Renacimiento recupera la traducción que hizo Manuel Machado en 1914 de sus Reflexiones y máximas: Si no se escribe porque se piensa, es inútil pensar para escribir.

Santos Domínguez