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14 enero 2008

Obras completas de Pedro Salinas



Pedro Salinas.
Obras completas.
I Poesía. Narrativa. Teatro. II Ensayos completos. III Epistolario.
Edición de Enric Bou, Monserrat Escartín y Andrés Soria Olmedo.
Cátedra. Biblioteca Avrea. Madrid, 2007.


En una espléndida edición en tres tomos coordinados por Enric Bou, Cátedra Avrea publica un ambicioso proyecto diseñado hace dos décadas por Jaime Salinas y que diversas circunstancias frustraron en su momento: la obra completa de Pedro Salinas, una de las voces más significativas y fértiles de la literatura española contemporánea.

Además del mérito y el trabajo de una edición monumental como esta, que permite captar la profunda unidad de la obra de Salinas y la transversalidad que la recorre por encima de los géneros, conviene resaltar tres novedades importantes: en la poesía – de la que se ha ocupado Monserrat Escartín- se han depurado algunas erratas repetidas en ediciones anteriores y se han incorporado casi ochenta textos inéditos; los ensayos hacen una propuesta más amplia de las que habían aparecido hasta ahora y en cuanto al epistolario, se ha realizado una selección generosa del ingente volumen de cartas del autor.

A la poesía completa de Pedro Salinas, tanto la publicada como la inédita o los poemas no recogidos en volumen; a toda su narrativa, desde el vanguardismo de Víspera del gozo a los relatos de El desnudo impecable y al teatro se dedica el primer volumen de estas Obras Completas.

Entre Presagios y el póstumo Confianza, Salinas elaboró su obra poética como una aventura hacia lo absoluto y el conocimiento. Buscó una voz propia en sus primeros libros por los caminos de la vanguardia y la encontró en un ciclo de poesía amorosa inspirada por Katherine Whitmore, entre la plenitud y el lamento. El exilio abrió un paréntesis de silencio hasta que en Puerto Rico se reencontró con la lengua y la poesía con el mar de El contemplado, que se prolongó luego en la voz civil y angustiada de Todo más claro.

Menos conocida es su prosa narrativa, que sin embargo manifiesta esa transversalidad de temas e intereses a que aludía más arriba. La integran dos volúmenes de relatos, el vanguardista Víspera del gozo y El desnudo impecable del exilio, y una novela, La bomba increíble, antimilitarista y emparentada con su poema Cero.

La reunión de géneros de este primer tomo permite una lectura global en la que Víspera del gozo puede ser interpretado como el prólogo de su poesía amorosa, de la que el epílogo sería su teatro.

Un teatro no representado, sólo editado póstumamente; teatro de minorías doblemente exiliado, porque fue escrito en el alejamiento del exilio y por su alejamiento de las corrientes teatrales de la época.

El segundo tomo se ocupa de sus ensayos completos, desde el imprescindible estudio sobre la tradición y la originalidad en Jorge Manrique a sus asedios a la poesía modernista, a la obra de Rubén Darío y a la literatura del 98 y del 27, pasando por la defensa del idioma o de las minorías en El Defensor.

El magisterio de Salinas en ese campo del ensayo literario es indiscutible. Varias generaciones de filólogos nos hemos formado con su espléndido Jorge Manrique o tradición y originalidad, con su libro hondo y definitivo sobre la poesía de Rubén Darío o con los artículos que reunió en su Literatura española siglo XX.

Está en ellos el profesor y el crítico literario, el lector apasionado y riguroso que fue Salinas, pero también el poeta que lo complementa o lo contradice. La crítica literaria de Pedro Salinas es la de un creador, la de quien es a la vez actor y espectador, escritor y lector, la de quien hace no sólo crítica de la poesía, sino también una poética de la crítica, en una línea similar a la del mundo universitario norteamericano, ámbito en que se escribieron muchos de estos ensayos.

Tanto en este segundo tomo como en el tercero, dedicado a su epistolario, Enric Bou ha compartido la responsabilidad de la edición con Andrés Soria Olmedo. El volumen con la obra epistolar de Salinas reúne un millar largo de cartas, una selección generosa de las más de dos mil que constituyen su epistolario completo.

En este ingente material epistolar, que incorpora unas quinientas inéditas hasta esta edición, está –como es lógico- el universo literario y vital de Pedro Salinas: su mundo personal, familiar, amoroso, profesional, literario o civil. Este es el lugar en que se cruzan lo público y lo privado, lo literario y lo doméstico, el escritor y el hombre.

Por eso estas cartas no son un componente marginal de su obra, sino una parte fundamental que ilumina el resto de su producción: cuando hace cinco años se publicaron las enviadas a Katherine Whitmore, se pudieron entender adecuadamente La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento.

Y, más allá de ese mundo personal o poético de Salinas, en estas cartas está también la literatura de toda una época, la España del 27 y la República, la de la guerra civil y la España errante del exilio.

Como un archipiélago definen los editores el epistolario de Salinas. Un archipiélago –añaden- con tres islas mayores (Margarita Bonmatí, Katherine Whitmore y Jorge Guillén), de variada vegetación y diverso interés. Cartas de amor o de amigo, llamativamente frías las dirigidas a la novia, a la esposa o a la amante, más sinceras y variadas las dirigidas al amigo poeta y cómplice literario y vital que fue Guillén.

Hay en ese archipiélago epistolar otras islas menores, pero espléndidas, como las cartas dirigidas a su hija Solita o a otros amigos como Dámaso Alonso, Guillermo de Torre, Américo Castro o Ferrater Mora.

Entre lo íntimo y lo público, estas cartas trazan un panorama general desde una perspectiva privada y a la vez enmarcan lo privado en una mirada más amplia. Son cartas escritas con el afecto o el impulso de la amistad o el amor, pero en ellas Salinas no deja de ejercer de escritor y parece pensar en la posteridad y en la publicación. Al redactarlas parece estar escribiendo para un público lector que va más allá de la persona y el tiempo de sus destinatarios.

La selección que se ha hecho se ha basado en su interés literario, biográfico o estilístico, porque este conjunto epistolar es una muestra variada de un cruce de géneros que se van – como el resto de su obra- del ensayo y la poesía al retrato y la crónica o al diario íntimo.

Testigo y protagonista, lector y escritor, crítico y poeta, profesor y comentarista epistolar, para Salinas la literatura fue –como explicaba en una carta de 1947- una experiencia total de la vida, en la que se suman lo estético, lo histórico, lo moral, lo filológico, para dar un resultado último puramente humano.


Santos Domínguez

20 diciembre 2007

De regalo


Joseph Conrad.
El corazón de las tinieblas.
Ilustraciones de Ángel Mateo Charris.
Traducción de Sergio Pitol.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores.
Barcelona, 2007.

El horror ilustrado en la edición que ha hecho Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores de El corazón de las tinieblas. A indagar en sus sombras y a hacer visible la oscuridad se ha dedicado Ángel Mateo Charris, que ha ilustrado la obra de Conrad con 28 óleos. Un espléndido homenaje para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento del autor con la traducción canónica de Sergio Pitol.
El ilustrador ha entrado en el tenebroso corazón de la novela y del África colonial y ha ido pasando de un cromatismo marcado por la intensidad de la luz y el sol africanos a la tonalidad de las tinieblas que narra Conrad.



Pedro Salinas.
Obras completas. I Poesía. Narrativa. Teatro. II Ensayos completos. III Epistolario.
Edición de Enric Bou, Monserrat Escartín y Andrés Soria Olmedo.
Cátedra. Biblioteca Avrea. Madrid, 2007.

A la poesía completa de Pedro Salinas, tanto la publicada como la inédita y los poemas no recogidos en volumen; a toda su narrativa, desde el vanguardismo de Víspera del gozo a los relatos de El desnudo impecable y al teatro se dedica el primer volumen de las Obras Completas de Salinas en la Biblioteca Avrea de Cátedra.
El segundo tomo se ocupa de sus ensayos completos, desde el imprescindible estudio sobre la tradición y la originalidad en Jorge Manrique a sus asedios a la poesía modernista y del 27, pasando por la defensa del idioma en El defensor.
El tercer tomo, dedicado a su epistolario, aparecerá en enero y completará esta espléndida edición de una de las voces más significativas y fértiles de la poesía española contemporánea.



Juan Carrete Parrondo.
Goya.
Estampas.
Grabado y litografía.

Electa. Barcelona, 2007.

El catálogo de la obra gráfica completa de Goya: Caprichos, Desastres, Tauromaquia y Disparates, las cuatro series de su producción como grabador. En estos 287 grabados y litografías, magníficamente editados por Electa con introducción de Juan Carrete Parrondo, la ironía, la ambigüedad de su sentido o el patetismo hacen de Goya uno de los impulsores de la modernidad. En su obra gráfica, el alarde técnico es el cauce de expresión de su libertad artística y su capacidad de invención. Ética y estética en una obra viva, que contempla la realidad con una nueva mirada y la reinventa gráficamente en sus aguafuertes o sus litografías.




Alberto Manguel.
Diario de lecturas.
Traducción de José Luis López Muñoz.
Alianza Literaria. Madrid, 2007.
Hace unos años decidí volver a leer unos cuantos de mis libros preferidos y me sorprendió constatar cómo su intrincado mundo pasado parecía reflejar el brumoso caos social del mundo en el que estaba viviendo: un artículo de periódico quedaba repentinamente iluminado por cierta escena de una novela; un episodio medio olvidado era recobrado por cierto suceso ficticio; una sola palabra leída provocaba una larga reflexión. Decidí llevar un registro de tales momentos.Entre junio de 2002 y mayo de 2003, Manguel fue releyendo un libro por mes y completó el diario personal de un año de relecturas. Doce libros, de Bioy Casares a Kipling, de Cervantes a Wells. El resultado es este magnífico Diario de lecturas, con el que Manguel nos vuelve a regalar un libro de libros. Las abundantes ilustraciones reflejan la relación profunda que hay en Manguel entre vida y literatura, la cartografía de una existencia cotidiana marcada por la lectura.

Frances Erskine Inglis.
La vida en México.
Durante una residencia de dos años en ese país.

Traducción de Raquel Brezmes.
Rey Lear. Madrid, 2007.

El 27 de octubre de 1839 Frances Erskine Inglis, una mujer escocesa que luego sería Marquesa de Calderón de la Barca, embarcaba en Nueva York con rumbo a México, donde su marido había sido destinado como primer embajador español tras la independencia. Estuvo allí hasta enero de 1842, y al año siguiente publicó La vida en México, cincuenta y cuatro cartas en las que recogía con su irónica mirada europea las impresiones de aquella experiencia americana a través de la vida cotidiana y el pintoresquismo en aquel territorio convulso y peligroso.
El libro se imprimió primero en Boston, con prefacio del historiador William H. Prescott, y muy poco después en Londres con la mediación de Dickens.
La excelente edición de Rey Lear, que aporta una nueva traducción e incorpora abundantes pinturas y grabados contemporáneos de la autora, recupera una joya de la literatura de viajes escrita por mujeres.


Gavin Pretor-Pinney.
Guía del observador de nubes.
Traducción de Patricia Antón de Vez.Salamandra. Barcelona, 2007.

Nada en la naturaleza –escribe el especialista en nubes- puede competir con la variedad y el dramatismo de las nubes; nada está a la altura de su belleza sublime y efímera.
Tal vez por eso, las nubes tienen tanta importancia en la literatura, en la mitología y en la iconografía religiosa. Con un enfoque que combina el dato científico, la referencia literaria o pictórica y la experiencia primaria e irrepetible del que las observa, esta guía insólita para aprender a mirar las nubes reivindica la celebración de un pasatiempo que en muchas culturas es una imagen de la despreocupación relajada. Un libro fascinante que incluye un examen práctico para la obtención del diploma de observador de nubes.




Dietrich Schwanitz.
La cultura.
Taurus. Madrid, 2007.

Una nueva edición actualizada de un clásico con más de 1.000 fotografías e ilustraciones y nuevos materiales que aumentan la utilidad de una obra de consulta ya imprescindible. Un cuaderno de bitácora y un recorrido por la literatura, la filosofía o el arte en un libro presidido por la idea de que la cultura tiene una profunda dimensión vital.



Fernando García de Cortázar.
Historia de España desde el arte.
Planeta. Barcelona, 2007.

La historia visual de España a través del arte. Desde la cueva mágica de Altamira a la reciente ampliación del Museo del Prado a través de quinientas obras de arte en una obra que enfoca la Historia como crónica para enmarcar cada una de las obras de arte en su momento histórico y en su marco cultural.
Y así se muestra cómo Tiro entró en Gadir y vemos las noches medievales, aterradas y crédulas de los monjes de Cluny, la luz de América y el resplandor humanista del plateresco encendido de Salamanca, la utopía ilustrada de la Enciclopedia, los atardeceres del Romanticismo y la provocacón de la vanguardia.
Walter Benjamin utilizó el Angelus Novus de Paul Klee para imaginar al ángel de la historia y García de Cortázar ha pensado -y así lo declara textualmente- que una selección de arquitecturas, pinturas y esculturas pueden ser una estimulante guía para recorrer la Historia de España.



Gonzalo Torrente Ballester.
Los gozos y las sombras.
Alfaguara. Madrid, 2007.

En Pueblanueva del Conde, Carlos Deza, Cayetano Salgado, Doña Mariana, Juanito Aldán o Fray Ossorio dan cuerpo a un complejo cruce de conflictos personales, amorosos y políticos con el telón de fondo de una Galicia que se debate entre las tradiciones seculares de la vieja aristocracia feudal y la nueva burguesía adinerada que ha accedido al poder con la fuerza incontestable de su poder económico.
Cincuenta años después de la primera edición de El señor llega, la primera entrega de la serie, Alfaguara reedita en un solo tomo, en estuche y con pasta dura y sobrecubierta, la trilogía con la que Torrente Ballester entró en la historia mayor de la literatura. Una edición especial para una de las novelas fundamentales del siglo XX en España.



Ivan Morris.
El mundo del príncipe resplandeciente.
Prólogo y traducción de Jordi Fibla.
Atalanta. Gerona, 2007.

Un espléndido libro que reconstruye con rigor y amenidad la época cenital de la cultura japonesa que dio como resultado La historia de Genji, la primera novela de la historia de la humanidad. Traducida por Jordi Fibla, autor de la versión del Genji en esta misma editorial, no es una guía de esa obra imprescindible, sino más que eso: una descripción pormenorizada del ambiente cultural que hizo posible una figura como la de Murasaki Shikibu y la aparición de un libro como aquel. La red de relaciones culturales, religiosas, sociales o literarias con las que se tejió aquella narración en el periodo Heian, el papel de la mujer y las supersticiones son dilucidadas por Ivan Morris, que publicó este magnífico libro en 1964.




Rainer María Rilke.
Sobre el amor.
Alianza. Libros Singulares.
Madrid, 2007.

Una auténtica exquisitez que reúne en un volumen los mejores poemas y textos escritos por Rilke sobre el amor. El erotismo explícito (Ahora en ti penetro paso a paso /y alegre sube el semen como un niño) o la delicadeza (Mundo había en el rostro de la amada) de quien es uno de los poetas fundamentales del siglo XX queda de manifiesto en la espléndida selección realizada por Vera Hauschild, una gran conocedora de su obra, cuidadosamente traducida por Carmen Gauger.



Francisco Umbral.
Pío XII, la escolta mora y un general sin un ojo.
Planeta. Barcelona, 2007.

La posguerra de un adolescente y la provincia en una novela del mejor Umbral, el de la Leyenda del César Visionario, heredero en su prosa y en su enfoque del Ruedo Ibérico valleinclanesco. Memoria y esperpento de los 40, entre la milagrería, el patriotismo de las rutas imperiales y la miseria cotidiana.
Un texto brillante y melancólico, distante y doloroso por el que pasean espectrales y patéticos, justicieros y sanguinarios, Pío XII y Millán Astray, la Virgen de Fátima y la guardia mora de Franco. Estampitas y escapularios con indulgencias plenarias y purgatorios. Nunca como entonces el infierno fueron los otros.




William Edward Parry.
Viaje para el descubrimiento de un paso por el Noroeste.
El Nadir. Valencia, 2007.
Para celebrar el Año Polar Internacional la editorial El Nadir hace su particular homenaje al almirante William Edward Parry con la edición abreviada de su diario del tercer Viaje para el descubrimiento de un paso por el Noroeste.
El diario de
aquel tercer viaje de Parry en 1824, que fracasó en su intento de encontrar un paso entre los hielos del Noroeste de Canadá es lo que recoge este libro ilustrado sobre una expedición que buscaba un paso a través del Ártico durante el verano. Hasta 1985 no se logró aquel objetivo de atravesar aquellas rutas con rompehielos.
Lo que hubo antes fue la historia de una insistencia tenaz, de un sueño frustrado.


Samuel Pepys.
Diario. 1660-1669.
Traducción y prólogo de
Joaquín Martínez Lorente.
Espasa. Madrid, 2007.

El diario que Samuel Pepys escribió entre 1660 y 1669. La historia privada del hijo de un sastre, de un hombre humilde que ocupó cargos de relevancia en la época de Carlos II. Y junto a los datos triviales que aluden al canto de un mirlo, al efecto de una medicina tomada la noche anterior o a las preocupaciones de la vida diaria, el fresco irrepetible de un país que estaba en manos de un irresponsable con título de rey, el testimonio de primera mano de quien frecuentó la corte y las tabernas y quiso denunciar las corrupciones o revelar la incapacidad de algunos personajes públicos. Empezó a escribir el Diario a los 27 años, cuando comenzaba su ascenso, y lo mantuvo durante una década, hasta que la ceguera le obligó a interrumpirlo. Su intención no era literaria, pero en pocos libros se sugiere la vida de una manera tan intensa y cercana.


Santos Domínguez

25 enero 2013

Gabriel Ferrater. Noticias de libros



Gabriel Ferrater.
Noticias de libros.
Prólogo de Javier Aparicio Maydeu.
Península. Barcelona, 2012.


Leer para la posteridad titula Javier Aparicio Maydeu el prólogo de Noticias de libros, el volumen que recopila los informes de lectura que Gabriel Ferrater redactó como lector profesional en los años sesenta y comienzos de los setenta para Seix Barral y para la hamburguesa Rowohlt Verlag.

Escritos para un limitado uso privado, originariamente en catalán, inglés y alemán, los publica Península en su coleccióm Imprescindibles y como señala Aparicio Maydeu son “un tácito homenaje a la labor de los moluscos bivalvos, lamelibranquios o pelecípodos filtradores que sobreviven pasando por su cedazos las interminables y no siempre impolutas aguas del océano editorial, también vulgarmente denominados lectores profesionales, críticos, informadores editoriales, scouts, agentes literarios, editores, prescriptores-que-sí-han-leído-lo-que-prescriben (a diferencia de los prosélitos del prescriptor Pierre Bayard en su peligrosa boutade ¿Cómo hablar de los libros que no se han leído?

Además de un escritor excepcional, Gabriel Ferrater fue un conocedor privilegiado de la cultura europea y de los entresijos editoriales, lo que le permite abordar en sus valoraciones obras de muy diverso signo y contenido, desde el ensayo hasta la narrativa.

El rigor y la lucidez del lector plural que fue Ferrater recorren estas Noticias de libros agrupadas en tres secciones  (Primeros informes para Seix Barral, Papeles de Hamburgo y Últimos informes para Seix Barral) y organizadas alfabéticamente por autores desde Erich Auerbach (Lenguaje literario y público en la Baja latinidad y la Edad Media) –“una obra maestra”- hasta In the American Grain, de William Carlos Williams –“un libro deslumbrante.”

Y entre esos informes, con más libertad que nunca, porque estos textos circulaban solo en el ámbito privado de la editorial, la dureza tajante en el juicio -situado casi siempre en la frase inicial- de The Crossing, de Alan Albert –“muy, muy flojo”-, de Gestes, de Severo Sarduy -“el típico libro inmaduro de un principiante digno de estímulo”-, la descalificación del Paralelo 40 de Castillo Puche – “un libro pésimo”-, el elogio parcial -“una primera parte admirable”- de El siglo de las luces de Carpentier, la apología limitada de una novela de David Lodge –“qué libro tan inglés”- o la celebración sin reservas de The gift de Nabokov –“una obra mayor.”

Además, una variada serie de rechazos de libros olvidables –omito piadosamente los títulos-, justificados así: “una inocentada de divulgación sociológica”, “basura, basura, y además basura invendible”, “un libro bobo y sin sentido”, “infantil”, “no le encuentro a este libro ni pies ni cabeza.”

Los doscientos veinticinco informes de lectura, más alguna carta memorable como la que dirige a Jaime Salinas con un informe amplio sobre la obra narrativa de Dashiell Hammett, componen un libro que “no es únicamente un volumen que completa la publicación de las obras completas del genial Ferrater” –las palabras son otra vez de Javier Aparicio Maydeu, otro lector global-, sino un reflejo de su mundo intelectual y su capacidad crítica: "Que este volumen salvaguarde la memoria de su magnífica labor de lector profesional, y que el ejemplo de su competencia inspire e impulse a muchos otros lectores enseñados que dan noticia del libro antes de que el libro sea noticia, para bien de eso que se ha dado en llamar cultura, y que nada tiene ni tendrá nunca que ver con la mera información. Así sea."

Santos Domínguez


19 marzo 2025

Azorín. Clásico y moderno

 

 

Francisco Fuster.
Azorín. 
Clásico y moderno. 
Biografía.
Alianza editorial. Madrid, 2025.

He escrito en muchos sitios a lo largo de mi vivir: en Monóvar, nativo pueblo; en Madrid, en San Sebastián, en París. No sé dónde he escrito con más fervor, con más verdad, con más entusiasmo. He escrito en cuartillas anchas y amarillentas, en cuartillas chicas y blancas. He escrito en un cuartito de estudiante, en la mesa de una redacción, en el campo, en la ciudad, en una estación, en la mesa de mármol de un café. He escrito por la mañana, por la tarde, a prima noche, en las horas de la madrugada, con el alba, con la aurora, a mediodía, a la tarde. He escrito estando bueno, con salud pletórica, enfermo, titubeante, sin sanidad y sin dolencia. He escrito con todas las luces, con sombras y con penumbras; con luz de aceite, grata luz; con luz eléctrica, agria luz; con la blanca y suave luz del gas; a la luz de las bujías. He escrito con pluma, con lápiz, con máquina de mesa y con máquina portátil, con pluma de agudo y con pluma de punto grueso. He escrito con letra abultada y letra menuda. He escrito con inspiración y sin inspiración; con ganas y sin ganas.

Ese párrafo que Azorín puso al frente de sus Obras completas lo recupera Francisco Fuster en su biografía Azorín. Clásico y moderno que publica Alianza editorial en su colección de Libros singulares.

Clásicos y modernos tituló Azorín una recopilación de sus textos más significativos, parte de una tetralogía de la que forman parte también Lecturas españolas, Los valores literarios y Al margen de los clásicos. Y esa misma expresión se utiliza en el título de esta biografía para caracterizar la personalidad y la actitud vital y literaria de Azorín desde el contraste entre la continuidad y la renovación, entre la tradición y la modernidad.

Con algo de exceso expresivo, Gómez de la Serna vio en Azorín al mejor representante del alma de su tiempo. Y si no el alma de su tiempo, sí al menos el alma del autor es el objeto de esta obra que rastrea las claves del espíritu azoriniano, no sólo su biografía externa, desde la que el propio autor consideraba su primer libro reconocible, El alma castellana.

Fuster acomete con esa orientación un recorrido por la vida y la obra de Azorín, por su cambiante ideología y sus veleidades políticas, por sus más de sesenta años de escritura en esta biografía minuciosa y documentada. Y ese camino lo recorren estas páginas con neutralidad aséptica, con distancia respetuosa del biografiado y con una actitud menos valorativa que la que empleó con los Baroja en el espléndido Aire de familia (Cátedra, 2018).  

Y así afronta la formación juvenil de su temperamento contemplativo, su época incendiaria de fervor anarquista, su absentismo de estudiante universitario de expedientes en continuo traslado en busca de mejor fortuna, sus inicios periodísticos en la prensa local y provincial de Alicante, su instalación definitiva en Madrid  desde 1896, su etapa provocadora con artículos anarquistas y anticlericales en el lerrouxista El País, artículos que no cobraba, pero que sirvieron para llamar la atención y para que Clarín viera en él “una de las pocas esperanzas de nuestra literatura satírica.”

Fue una época de penurias económicas y de rencores acumulados en el agrio y panfletario Charivari, el libro inicial con el que se ganó la enemistad del mundillo literario madrileño. Una época de autopromoción con reseñas bajo seudónimo de sus propios libros y de silencios llamativos ante el desastre del 98.

Vino después, la adopción del seudónimo Azorín -su alter ego en las novelas autobiográficas Diario de un enfermo, La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo-,  porque un nombre y unos apellidos como José Martínez Ruiz eran poco llamativos. Sobre ese seudónimo, apellido corriente en el Levante español y asumido desde enero de 1904, César Barja escribía en 1935 estas certeras líneas, que van más allá de lo literario y entran sutilmente en lo personal: “Azorín, de azorar, azorarse: conturbarse, ruborizarse… Nada verdaderamente trágico, nada violento. Sentimiento algo femenino, propio de hombre tímido, del todo emocional.”

El primer libro que firmó como Azorín fue Los pueblos (1905), “su obra maestra” en opinión de Fuster, que lo califica como una melancólica “intrahistoria del siglo XIX”. 

Por encargo de El Imparcial, en ese mismo año en que se cumplía el tercer centenario de la publicación del Quijote viajará por La Mancha para escribir las quince crónicas periodísticas que se publicaron ese mismo año como libro en La ruta de Don Quijote.

Cronista parlamentario, intervino en política como diputado en cinco legislatiras en las filas conservadoras del maurismo y se incorporó en 1905 al recién fundado ABC. Por entonces escribe El político, una de sus obras más discutidas y discutibles. Como recuerda Fuster, Ortega le reprochaba en aquellos momentos que se hubiera “dejado atrapar por los cantos de sirena que le llegan desde el mundo de la política: una feria de las vanidades en la que todo se compra, porque todo se vende.”

Sus fracasos repetidos y humillantes para acceder a un sillón en la Academia; la publicación en 1912 de uno de sus libros fundamentales, Castilla, que completa el ciclo inaugurado con Los pueblos y La ruta de Don Quijote; los cuatro artículos de 1912 en los que reivindicó la existencia de una muy discutible Generación del 98, que se integrarían ese mismo año en Clásicos y modernos; su regreso a la novela en 1922 con Don Juan; sus desencuentros con Juan Ramón Jiménez -que le reprochó que su posición era “de una inmoralidad insostenible. Hay ya que faltarle a usted el respeto. En su ABC y en su PEN, viene usted haciendo una defensa llana de lo fácil, de lo feo, de lo vulgar”-; su ingreso en la Academia en 1924 con un largo discurso (en realidad, un libro): Una hora de España; sus incursiones en el teatro superrealista, con tres obras que contrastan con la reivindicación de la tradición clásica en su prosa; sus tres inesperadas novelas experimentales y vanguardistas de finales de los años veinte; su salida de ABC y su paso a El Sol, el periódico de Ortega y Gasset, con quien comparte su decepción con la República; sus actitudes cambiantes y confusas ante la política republicana; su salida de España al iniciarse la guerra para instalarse en París, donde comparte exilio con Baroja; sus cartas a Franco y su regreso en agosto de 1939 para publicar en noviembre en ABC una “Elegía a José Antonio” y colaborar en Arriba, órgano de FET y de la JONS, o en las revistas Escorial y Vértice; su exaltación del Caudillo en varios artículos; su “falta de seriedad moral”, en palabras de un indignado Fernández Almagro; su vida monótona en el Madrid de la posguerra, convertido en “antología de sí mismo”, en expresión de González-Ruano; la memoria personal de Valencia, la memoria generacional de Madrid y la memoria del exilio de París; su retirada de las letras, su vejez solitaria y su afición al cine y la acumulación de reconocimientos son algunos de los episodios que aborda en su obra Francisco  Fuster, que ha puesto al frente de ella esta pertinente cita de Ortega y Gasset: “La biografía es eso: sistema en que se unifican las contradicciones de una existencia.” 

Como persona, como político y como escritor, Azorín fue un hombre contradictorio y complejo. El biógrafo recuerda esa escisión que había percibido Baroja, que “hace hincapié en el contraste entre su enorme sensibilidad y el hieratismo bajo la cual trata de esconderla: «Es impresionable hasta la exageración, y sus ojos son inexpresivos; es nervioso, y su aspecto es impasible; tiene fuego en su palabra, y su rostro es frío y de ademán automático».”

A esa misma peculiaridad aludía Dionisio Ridruejo en este retrato: “Azorín llevaba su emotividad con censura, su ingenuidad con cuidado, su burla con precaución, más cortés que cordial.”

Más violento en la expresión de los contrastes azorinianos se mostraba Pedro Salinas en una carta a Jorge Guillén: “Formidable escritor y tonto irremediable.”

 “Los biógrafos de Azorín -escribe Fuster- suelen coincidir al afirmar que su obra despierta mayor interés que su vida. Esgrimen, para ello, que esa peripecia vital fue monótona y rutinaria, exenta de las aventuras y desventuras que adornan esas biografías llamadas «novelescas». Alguno ha ido más allá al argumentar que, en su caso, la vida ha empañado la obra, pues lo que hizo al margen de su profesión condiciona nuestro juicio sobre su producción estrictamente literaria. Sus aciertos como escritor habrían sido tantos como los desaciertos que tuvo cuando cayó en la tentación de abandonar su hábitat natural para probar suerte como político o como intelectual.”

Escrita con admirable rigor documental y sin estridencias valorativas, esta biografía de Azorín incorpora en su parte final, además de una amplia bibliografía actualizada y un útil índice onomástico, una espléndida recopilación de imágenes azorinianas. Entre ellas la que se utiliza también en la portada de esta biografía: la que lo muestra mirando desde arriba y fue portada del semanario Destino el 11 de marzo de 1967. “Azorín, maestro de las letras españolas”, decía el pie de foto. Se anunciaba así el extenso reportaje que repasaba la vida y la obra del escritor que había muerto el 2 de marzo. 

Santos Domínguez 


16 febrero 2012

Simón Viola sobre Plaza de la palabra

Santos Domínguez Ramos.
Plaza de la palabra.
Prólogo de Félix Grande.
Editora Regional de Extremadura. Mérida, 2011.


Plaza de la palabra es una Antología poética que recoge textos de los libros publicados hasta ahora por Santos Domínguez Ramos (Cáceres, 1955), un conjunto de títulos que jalonan una de las trayectorias líricas más sólidas de la poesía actual, reconocida con más de diez premios literarios de prestigio.

Los títulos antologados son Pórtico de la memoria (1994), La orilla del invierno (1996), Cuaderno de Abul Qasim (2001), Las provincias del frío (2005), En un bosque extranjero (2006), Las sílabas del tiempo (2007), La flor de las cenizas (2008), Para explicar la nieve (2009), Nueve de lunas (2010) y Luna y ciencia nocturna (2010).

Desde Jóvenes poetas en el Aula, una antología de 1983 al cuidado de Ángel Sánchez Pascual, su nombre ha estado presente en las revisiones y antologías posteriores: Abierto al aire (1984, de Ángel Campos y Álvaro Valverde), Diez años de poesía en Extremadura (1995) o Literatura en Extremadura. Poesía (2010, Miguel Ángel Lama).

De estos proyectos regionales (Pórtico de la memoria apareció en la Diputación Provincial de Badajoz, La orilla del invierno en la de Cáceres), su nombre saltó a antologías y ediciones de ámbito nacional y su obra se hizo merecedora de premios como el Gerardo Diego, Jaime Gil de Biedma, Eladio Cabañero, Tardor, Alcaraván o Manuel Alcántara entre otros, un buen ejemplo de cómo las editoras públicas, bien gestionadas, pueden tener una notable repercusión positiva en su entorno y aciertan tanto cuando, con criterio, impulsan al poeta novel en sus inicios como cuando recopilan en selecciones antológicas o en ediciones de obras completas una producción dispersa en ediciones de pequeñas tiradas.

A lo largo de estos años, Santos Domínguez ha desarrollado asimismo una labor de crítica literaria en revistas especializadas y, de modo regular, en dos blogs (En un bosque extranjero y Encuentros de lecturas) y si recordamos ahora esa aportación es por la notable simbiosis que en su caso se produce entre lectura y creación.

El primer poema de Las provincias del frío (un lugar marcado en cualquier obra) presenta al poeta diciendo: “El lector se levanta para ver la fatiga vegetal del paisaje, / triste como los lunes en los parques zoológicos”.

Su propensión a incorporar en casi cada poema una cita ajena traza, de un lado, el contorno de sus amplias preferencias lectoras y expresan, de otro, una personalidad poética singular ajena a la “angustia de las influencias”, pues en la configuración de un talante lírico operan con igual rendimiento las experiencias personales que la formación lectora. Recuerda Luis Antonio de Villena que la tradición es “la vida misma de la literatura o del arte” (el escritor recuerda una formulación de Pedro Salinas: “La tradición es la habitación natural del poeta”). La poesía de Domínguez Ramos nace estimulada por una tradición, cultural y literaria, que el poeta revitaliza al asumirla de un modo selectivo y se presenta al lector arropada por ella (las referencias cómplices a otros poetas, las apoyaturas culturales, las citas... son numerosísimas en el libro).

Son muchos y variados los entornos culturales a los que el poeta dirige su atención: la tradición grecolatina, la cultura árabe con todas sus formas de mestizaje cultural, la tradición europea y estadounidense y por supuesto la española e hispanoamericana en evocaciones de autores o personajes de ficción contemplados con frecuencia en el declive o en el cierre de sus trayectorias: Luis Cernuda contemplando un ocaso en su exilio mexicano, el rey Lear bajo una tormenta, San Juan de la Cruz mirando sus manos vacías, Macbeth viendo cómo el bosque de Birnam se acerca, Luis de Góngora de regreso a su ciudad natal (en 1626, un año antes de su muerte), Jorge Guillén reposando en el “último jardín”, Hölderlin en la torre de Tubinga…

Pero los poemas no dan visiones objetivas y despersonalizadas, sino que afloran desde la intimidad del hombre que, al comunicarlos, lo hace con una voz y unos sentimientos propios. En toda su obra está latiendo esta fusión de vida y cultura, de lectura y experiencias vitales que dejan su huella dolorosa, y por ello Félix Grande puede considerar en el prólogo: “Por aquí ha pasado el dolor. Este libro es una joyería de cicatrices y todas ellas reúnen la moral de las llagas, la cortesía de la atención a la calamidad, la cordura del llanto pudoroso, la lealtad que transportan en el pico las cigüeñas del desconsuelo”.

Afirma el autor en un epílogo con que cierra la antología que la poesía se asienta en “lo nocturno y lo extranjero. Estos son el tiempo y el terreno del poema” (y En un bosque extranjero titula uno de sus libros).

En varias ocasiones, el escritor recuerda a Lorca cuando confesaba: “el poeta que va a escribir un poema tiene la sensación de que va a una cacería nocturna a un bosque lejanísimo [...] Se vuelve de la inspiración como se vuelve de un país extranjero”. Todas estas imágenes tienen que ver con el “extrañamiento”, un concepto, analizado por los formalistas rusos, que remite a un actitud poética basada en el asombro de quien contempla algo por vez primera, como un visitante extranjero que descubre atónito un paisaje desconocido, un espacio que en el caso de Santos es con frecuencia el de la intemperie (el invierno, la lluvia, la niebla, la tormenta, el desierto o el bosque en cuya espesura entona su canto un ave solitaria) para concluir afirmando: “Un hombre es extranjero / en cualquier cementerio en que repose”.

Nos encontramos, en fin, ante una obra diversa y plural en la medida en que el autor se ha aproximado a tradiciones culturales diferentes, pero a la vez homogénea, hilvanada por una misma mirada (la única cita repetida, en un poema y en el epílogo, es “La lengua es un ojo”, de Wallace Stevens) desde la que se contempla el mundo con asombro y perplejidad, por la presencia dominante de determinados temas y motivos, por una expresión formal marcada por el extraordinario dominio léxico y técnico, por una dicción culta ajena a la lógica discursiva en que “se encuentran los límites oscuros de lo racional y lo irracional, lo visible y lo invisible, lo consciente y lo inconsciente”, por el sentido del ritmo (“el poema es también una propuesta rítmica, una estructura musical”) y el uso de los metros más musicales del castellano.

Simón Viola

21 diciembre 2013

Navidades de libro

George Orwell.
Ensayos.
Prólogo de Irene Lozano.
Varios traductores.
Debate. Barcelona, 2013.

En un impresionante y asequible volumen de casi mil páginas, Debate reúne una amplia selección de ensayos y artículos de George Orwell. Organizados cronológicamente y presentados por una introducción –Un hombre decente- de Irene Lozano, se reúnen en este libro textos escritos entre 1928 y 1949, en versiones firmadas por traductores tan prestigiosos como Miguel Martínez-Lage, Manuel Cuesta o Miguel Temprano García.

La literatura y la política, la sociedad y los libros, la cultura y la ideología son algunos de los ejes en torno a los que se articulan estos ensayos que revelan la amplitud de intereses intelectuales de una de las mentes más lúcidas, independientes y contradictorias de la primera mitad del siglo XX, una época tan compleja como las posturas ideológicas de Orwell.

Su rigor intelectual y su capacidad de análisis intentan poner orden en un mundo como aquel, tan confuso en lo cultural y tan violento en lo político que está marcado – como el propio Orwell- por tres conflictos bélicos tan brutales como las dos guerras mundiales y la guerra civil en España.

De la confluencia de esos diversos intereses intelectuales orwellianos en estos ensayos dan fe ensayos breves –o artículos largos si se prefiere- como Literatura y totalitarismo o La literatura y la izquierda, de una agudeza crítica que brilla también en el magnífico ensayo sobre Dickens, en la dura reseña de los Cuatro cuartetos de T. S. Eliot o en el análisis de la figura de Lear a la luz de un panfleto lamentable de Tolstói contra Shakespeare.


Gary Lachman.
Una historia secreta de la consciencia.
Traducción de Isabel Margelí.
Imaginatio vera. Atalanta. Vilaür, 2013.

Frente a los cuatro últimos siglos de hipótesis cientifistas que degradan la consciencia y reducen su realidad a una cuestión de átomos o desdeñan la subjetividad para explicar que la identidad no es más que una ilusión inconsistente, el producto del comportamiento de las células nerviosas en una conexión de leyes moleculares, Gary Lachman explora en Una historia secreta de la consciencia una corriente clandestina del pensamiento occidental que propone una respuesta diferente, defiende la importancia de la consciencia y la rescata del monopolio de las propuestas científicas y académicas.

A través de las teorías psicológicas de William James, de las conjeturas del tiempo subjetivo de Bergson, del superhombre de Nietzsche o de la antroposofía de Rudolf Stein, se da una vuelta de tuerca a las teorías kantianas y se rescata la tradición metafísica, esotérica o espiritualista, que aunque antigua se revitaliza en el contexto irracionalista con el que nace el siglo XX, un momento en el que confluyeron el conocimiento y la especulación de la mano de la ciencia, la filosofía y el esoterismo.

Lo importante es integrar aquello que la ciencia nos cuenta sobre cerebro y mente en una perspectiva más amplia, en una imagen más grande de la historia de la humanidad y en una visión más extensa de su futuro, explica Lachman, que publicó hace diez años este libro que ahora edita Atalanta con traducción de Isabel Margelí.


Jean-François Duval.
Kerouac y la generación beat.
Traducción de Francesc Rovira.
Anagrama. Barcelona, 2013.

Un espléndido acercamiento a Jack Kerouac, el running Proust, como lo llama Jean-François Duval en la introducción a este volumen de entrevistas que publica Anagrama en su colección Crónicas, con traducción de Francesc Rovira.

A lo largo de dos décadas, Duval mantuvo una serie de encuentros con personajes fundamentales de aquella generación beat: desde el poeta Allen Ginsberg, el gurú que se convirtió con Aullido en la voz poética del movimiento, hasta Ken Kesey, cobaya del LSD y autor de Alguien voló sobre el nido del cuco. Media docena de entrevistas que incluyen a Carolyn Cassady, amante de Kerouac y mujer de Neal Cassady o a Timothy Leary, profesor de Harvard y profeta de la psicodelia en los años sesenta.

El conjunto de esas entrevistas compone un mosaico vivísimo de la contracultura norteamericana y un retrato complejo y poliédrico del autor de la novela On the road, la Biblia beatnik, y de su bajada a los infiernos de la droga y el alcohol.


Robert Saladrigas.
De un lector que cuenta.
Menoscuarto. Palencia, 2013.

Impresiones sobre la narrativa extranjera contemporánea. De Thomas Mann a Jonathan Franzen es el elocuente subtítulo del volumen que publicaMenoscuarto, que reúne una selección de las reseñas que Robert Saladrigas ha venido publicando desde 1983 en los suplementos Libros y Cultura/s, además de algunas introducciones a libros de Círculo de Lectores. Reunidas ahora en un libro que las ordena en función de la fecha de la obra comentada, el conjunto traza un panorama global de la narrativa contemporánea en el que no falta ninguno de los narradores fundamentales de los últimos cien años: desde clásicos del siglo pasado, como Thomas Mann, Hermann Broch, Musil, Faulkner, Hemingway, Canetti, Saul Bellow o Italo Calvino hasta los más recientes Sebald, Magris, Coetzee, Cormac McCarthy, Philip Roth, DeLillo, Alice Munro, Ian McEwan, Patrick Modiano o Michel Houllebecq.

Dos imprescindibles índices –uno de autores y otro de obras reseñadas- completan una inmejorable guía de lecturas ofrecida por uno de los críticos más lúcidos y fiables del panorama español. El relato de un lector que cuenta.


W.H. Auden.
El arte de leer.
Ensayos literarios.
Edición y prólogo de Andreu Jaume.
Traducción de Juan Antonio Montiel Rodríguez.
Lumen. Barcelona, 2013.

W. H. Auden, uno de los grandes poetas del siglo XX, es también un crítico de importancia incuestionable cuya lucidez ha dejado una huella imborrable en el ensayo literario posterior. De esa línea crítica, paralela y complementaria de su actividad creadora, dan una buena muestra dos de sus ensayos más conocidos,Leer Escribir, que concibió como prólogo de La mano del teñidor y resumen ejemplarmente las dos facetas de Auden, la del poeta y la del crítico. Dos facetas inseparables en su labor literaria, porque su crítica es la del poeta y su poesía está sometida a una autocrítica constante, como en el espléndido Hacer, conocer y juzgar.

Los dieciséis ensayos que se recogen en El arte de leer, con edición y prólogo de Andreu Jaume y traducción de José Antonio Montiel, son una muestra brillante del excelente crítico que es Auden cuando escribe sobre el legado griego, sobre Marianne Moore, sobre Poe, Valèry, Eliot o Cavafis, o cuando proyecta hacia los sonetos de Shakespeare una mirada tan contemporánea como imprescindible.

Tan imprescindible como esta colección de ensayos que se cierra con algunos  fragmentos de la conversación que recogió y editó su alumno, el poeta Alan Alsen en el libro The Table Talk of W. H. Auden.





Jorge García López. Gonzalo Pontón. Eugenia Fosalba.
Historia de la literatura española. 
2. La conquista del clasicismo. 1500-1598.
Editorial Crítica. Barcelona, 2013.

La conquista del clasicismo es el título del tomo que completa la magnífica Historia de la literatura publicada por Crítica y dirigida por José-Carlos Mainer que en nueve tomos traza una panorámica renovadora de diez siglos de creación literaria en lengua española.

Este tomo, que abarca el periodo de 1500 a 1598, cierra un proceso de publicación que se inició en 2010 con un análisis profundo y riguroso del Renacimiento español como una manera de apropiación del Humanismo italiano del Quattrocento, un modelo que afina todas sus posibilidades creativas en el siglo XVI español hasta aquel primer 98 que coincidió con la muerte de Felipe II y con una cultura ya bajo el signo contrarreformista de Trento y su demolición del pensamiento renacentista.

Entre el pensamiento reformista de Erasmo y el estoicismo de Justo Lipsio, al que admiró tanto Quevedo, el Renacimiento fue en toda Europa un momento decisivo que sienta las bases de la modernidad en el cauce de unas corrientes intelectuales que van del protestantismo al misticismo, que renuevan la espiritualidad con semejante ímpetu purificador.

Pero ese es solo el marco ideológico general. En el terreno literario se crea entonces un nuevo castellano que es en Garcilaso una revolución en el tono de la poesía, en Juan de Valdés limpieza de la prosa y en Fray Luis transparencia de una nueva cadencia sintáctica.

En un recorrido por los géneros, los autores y las obras más representativas del siglo, este volumen aborda cómo se redefine en el XVI, con la imprenta, el papel de la lectura y de la oralidad; cómo se establecen vías de comunicación entre los distintos géneros: la polimetría del teatro o la poesía en los libros de pastores; cómo se produce una transcendente renovación narrativa que se inauguraba con el Lazarillo y ponía los cimientos de la novela moderna que fundaría Cervantes; cómo empiezan a perfilarse en el primer teatro urbano las tendencias que Lope de Vega acabaría fundiendo en el arte nuevo de la comedia nacional; cómo se desarrolla el legado de Petrarca hacia el primer cultismo manierista de Fernando de Herrera o cómo emergen nuevas tipologías literarias en respuesta a las nuevas realidades sociales que surgen al amparo de la ciudad. 

Casi sesenta textos de aquella centuria reflejan desde dentro, a través de su distinta condición y de diversos enfoques, la política y la espiritualidad, el nuevo panorama del libro y de la lectura, la cultura del humanismo y los juicios literarios entre coetáneos o las normas que prohibían la presencia de mujeres en las compañías de cómicos.

Poesía


José Antonio Ramírez Lozano.
Elegía de Yuste.
Celya. Salamanca, 2013.

El cementerio de Yuste, donde están enterrados los cadáveres de decenas de combatientes alemanes de las dos guerras, a la sombra del monasterio que fue último refugio del Emperador Carlos, se ha convertido en una referencia temática, en un motivo poético al que acaba de hacer una aportación sólida y brillante José Antonio Ramírez Lozano.

Su intensa Elegía de Yuste es un admirable tríptico enmarcado por las referencias históricas a aquella antesala de la muerte que tiene su parte central en doce lápidas que evocan doce vidas truncadas. Un Spoon River europeo que más que una elegía es una oda. Más que un triunfo de la muerte, una celebración de la vida: Derrotar a la muerte tras la muerte, /.../ la vida más allá del vivir de los días.


Rosa Lentini.
Tuvimos.
Bartleby Editores. Madrid, 2013.

Con un prólogo en el que Jenaro Talens analiza la importancia de la memoria en estos poemas, Bartleby Editores publica Tuvimos, un espléndido libro en el que Rosa Lentini hace un ejercicio radical de memoria interior en unos poemas que son un viaje hacia las raíces, hacia lo anterior al ser y al proyecto del ser.

Entre la pérdida de una esperanza que mira más al pasado que al futuro y la reconstrucción de la identidad, un viaje hacia dentro y hacia atrás, hacia el fondo en el que se formó la conciencia personal. Un viaje de ida y vuelta, porque de esa experiencia regresa el poema como una construcción verbal que explica a la persona desde un pasado anterior al tiempo de la existencia, un tiempo en el queya todo estaba allí.

Bajar a la raíz para crecer, no entender para acabar entendiendo, deconstruirse para reconstruirse en un itinerario que va desde la conciencia de la sombra a la conquista de la luz, para encontrar mi propia huella en el mundo, / y luego la luz más tenue la encierra, / como todo lo que desaparece.


Pedro Juan Gomila.
Eidilon I. Arcadia desolada.
La Lucerna. Palma de Mallorca, 2013.

Como “un retrato expresionista en el que se nos describe a un joven adolescente coloreado por las emociones y distorsionado por el dolor” define José Luis Reina, editor y prologuista, Arcadia desolada, el segundo libro de poesía que publica en La Lucerna Pedro Juan Gomila.

Sus versos largos construyen un diario meticuloso, una autobiografía enérgica y un exigente ejercicio de reflexión sobre la identidad sexual, de reivindicación de la diferencia y de transfiguración poética de los problemas existenciales a través de la evocación del mundo clásico y de la forma equilibrada y contenida de su expresión, con inevitables y felices ecos de Cavafis: el tiempo borrará vuestras facciones, /mas seréis como fragancias mientras viva, /vosotros, amores, que aventasteis / las primeras ascuas de mis desvaríos.


Kristijonas Donelaitis.
Las estaciones del año.
Traducción de Carmen Caro.
Renacimiento. Sevilla, 2013.

En su colección Poesía universalRenacimiento publica Las estaciones del año, de Kristijonas Donelaitis (1714 –1780), el fundador de la poesía lituana.

Aunque es uno de los textos más traducidos de la literatura lituanay en 1977 fue incluido en el elenco de obras maestras de la literatura europea de la Unesco, esta es la primera traducción al español de ese poema épico de estilo neoclásico y propósito patriótico que es el resultado de la mentalidad ilustrada y de una clara vocación didáctica  proyectada sobre el mundo rural. Unas Geórgicas del XVIII y un Virgilio lituano que estudió teología en Könisberg. 

Con motivo de las próximas conmemoraciones del tercer centenario de Donelaitis, se ha encargado de esta edición, la primera completa que se realiza a una lengua románica, Carmen Caro, profesora dedicada a la enseñanza del castellano en la Universidad de Vilnius.


Mary Jo Bang.
El claroscuro del pingüino.
Antología poética bilingüe.
Prólogo de Luna Miguel.
Selección y traducción 
de Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo.
Kriller71 Ediciones. Barcelona, 2013.

La colección de poesía de Kriller71 Ediciones publica una antología imprescindible de la obra de Mary Jo Bang (Missouri, 1946). El claroscuro del pingüino, seleccionada y traducida por Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo, ofrece un recorrido por su obra editada hasta la actualidad e incorpora además al comienzo del volumen algunos poemas inéditos de su próximo libro, The Last Two Seconds, que aparecerá el año que viene. 

Prologados por Luna Miguel, los poemas de esta amplia muestra permiten conocer una Mary Jo Bang luminosa o sombría, pero siempre sorprendente, que entre la memoria y la imaginación, entre el erotismo y la mirada a la naturaleza, se aleja del tono elegiaco de su único libro conocido hasta ahora en España y escribe poemas espléndidos como Gretel, que empieza así: Madre, estoy desnuda en este bosque loco de neblina. / Sólo la luna me demuestra amor.




Miguel Ángel Muñoz Sanjuán.
Cantos : & : Ucronías.
Calambur Poesía. Madrid, 2013.

La de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán es una de las voces más personales y ambiciosas de la poesía española actual. Visionaria y arriesgada, alejada de cualquier canon, Cantos : & : Ucronías, que publica Calambur, es un nuevo salto sin red y hacia delante, hacia el vértigo de la palabra y la imagen, una invitación a explorar un territorio poético que, como enseñó Mallarmé, se construye con palabras, no con ideas.

Palabras que -en la frontera de lo discursivo, en las afueras de la comunicación convencional y en las antípodas del lenguaje utilitario- cuestionan los límites de la propia poesía y, como las trompetas bíblicas, rompen las murallas de la ciudad sumisa de la prosa y la costumbre con “un impulso que nos cita a nuestro pesar: que nos precisa con idiomas que no comprendemos: con ojos que ya nos miraron cuando aún no éramos este ahora.




Javier Sánchez Menéndez.
El violín mojado.
Libros del Aire. Madrid, 2013.

Todo amor es fantasía, escribió Antonio Machado en sus Canciones a Guiomar. También este que se reelabora literariamente en las tres partes –La huella, Impresión & Expresión y Recordar es imaginar- que componen El violín mojado, de Javier Sánchez Menéndez.

Dos décadas después de su primera edición, Libros del Aire reedita este tríptico sobre el amor que se publicó en 1991 y del que se ofrecía una muestra muy representativa en la antología Faltan palabras en el diccionario, de reciente aparición en esta misma editorial.

Con un fraseo que recuerda al mejor Rosales y un tono que tiene ecos del Salinas desengañado y sombrío de Largo lamento, sus versos reconstruyen un proceso que, tras la subida al amor por las dolorosas escaleras que llevan a la plenitud corporal del encuentro con la amada, tiene en Van Gogh un contrapunto entre el expresionismo y el impresionismo y llega a la plenitud poética del recuerdo en Variación de Moguer, “el texto más intenso y extenso” del libro, como recuerda en su introducción Rocío Fernández Berrocal.


Ana Merino.
Preparativos para un viaje.
Ilustraciones de Félix de la Concha.
Los versos de Cordelia. Madrid, 2013.

Yo estuve allí / al volver, escribió Ana Merino en Oxford, uno de los poemas de Preparativos para un viaje, el libro con el que obtuvo en 1994 el Premio Adonais.

Veinte años después, lo reedita Reino de Cordelia con ilustraciones de Félix de la Concha y con un prólogo –El viaje de regreso- en el que Ana Merino evoca el tiempo, el espacio y las circunstancias en las que escribió estos poemas primerizos, lejanos ya, en los que apenas se reconoce  –curiosamente extraños- y escritos por alguien ya no es exactamente la autora de ese prólogo que presenta esta reedición ilustrada como un viaje de reconciliación con la nostalgia de estos versos transparentes de una joven viajera que empezaba su camino en la vida y en la poesía y notaba ya la pulsación del tiempo en los versos: y el tiempo que respiro se deshace en un llanto marino.



Javier Marías.
Ciclo de Oxford.
Todas las almas.
Negra espalda del tiempo.
Tu rostro mañana.
Las huellas dispersas.
Prólogos de Elide Pittarello e Inés Blanca.
Debolsillo. Barcelona, 2013.

En Oxford, ciudad fuera del tiempo y del espacio, transcurren tres de las obras fundamentales de Javier Marías: Todas las almas, Negra espalda del tiempo yTu rostro mañana, que Debolsillo ha reunido con el título Ciclo de Oxford en un magnífico y asequible estuche que se completa con Las huellas dispersas, una recopilación de textos sobre ese conjunto narrativo, uno de los más ambiciosos y brillantes de la novela española contemporánea.

Si Todas las almas y Tu rostro mañana mantienen vínculos evidentes como el narrador en primera persona – Jaime, Jacobo, Jacques, Jack Jacobo Deza- y el escenario inglés, el pasado, el peso del secreto, y una raíz común en la estancia de Marías como profesor en Oxford entre 1983 y 1985, la relación entre Todas las almas y Negra espalda del tiempo es la que se establece entre la causa y el efecto, porque la segunda es una consecuencia de la primera, una reflexión y una mirada hacia atrás para ajustar cuentas con la literatura y con la vida en una ambigua mezcla de autobiografía y fabulación que desorientó a muchos lectores y a no pocos críticos propensos a desnortarse ante un texto memorable en el que ficción y realidad se confunden hasta el punto de que algunos personajes reales –como el escritor John Gawsworth, rey de Redonda- parecen inventados, y otros ficticios –como Clare Bayes- parecen reales.

Cuidadosamente editado por Debolsillo, con prólogos ejemplares de Elide Pittarello –especialmente interesante el análisis que abre Tu rostro mañana- y de Inés Blanca, este Ciclo de Oxford es una nueva invitación a visitar o a revisar uno de los universos literarios más ricos y complejos de la narrativa europea de estas últimas décadas.

Honoré de Balzac.
Cuentos filosóficos.
Edición de Susana Cantero.
Cátedra Letras Universales. Madrid, 2013

Un anónimo Torquemada proponía en el número de julio de 1844 de la revista mensual La Censura, que se publicaba en Madrid, la prohibición de leer losCuentos filosóficos de Mr. de Balzac, al que califica con notable desorientación como “autor romántico”, por su impiedad sacrílega o por sus manifestaciones de incredulidad.

Gran parte de esos ataques del censor se centran en uno de los más conocidos relatos de Balzac, La obra maestra desconocida, que forma parte de la espléndida edición que Susana Cantero ha publicado en Cátedra Letras Universales de siete Cuentos filosóficos, calificados así porque los hechos narrados en ellos son el motor que desencadena la reflexión sobre la creatividad y la conciencia, sobre la experiencia y el conocimiento.

De esa manera la narratividad se pone al servicio de una incansable búsqueda de lo absoluto por parte de un novelista que aunque escribe todavía en la época del Romanticismo es ya un avanzado del realismo y de su mirada al interior de los personajes para explorar el misterio de la creación artística en la música o en la pintura, para indagar en las raíces de la locura o iluminar en la oscuridad las turbias relaciones familiares.


Prosas hispánicas de vanguardia.
Edición de Selena Millares.
Cátedra Letras Hispánicas. Madrid, 2013.

Imprescindible. Ese es el adjetivo que mejor define el volumen Prosas hispánicas de vanguardia, una antología preparada por Selena Millares que publica Cátedra Letras Hispánicas.

Imprescindible tanto por la amplia selección de textos significativos como por el riguroso ensayo prologal, casi ciento cincuenta páginas que convierten la introducción en un texto de referencia para los estudios que se hagan a partir de ahora sobre la vanguardia hispánica.

Organizados en dos partes -Microrrelatos, cinegrafía y poemas en prosa por un lado; Prosas experimentales, lúdicas y visionarias, por otro-, los textos de esta antología ofrecen una muestra abundante y muy representativa de un fenómeno literario que entre el simbolismo y el superrealismo unió estéticamente las dos orillas atlánticas de la lengua española. Tan significativa es esa unión que el criterio que ha utilizado Selena Millares para organizar esta antología no atiende a lo español por un lado y a lo hispanoamericano por otro, sino a razones puramente literarias en las que mantiene también un criterio cronológico: desde un primer momento de ruptura que se inicia en 1910 con nombres como Gómez de la Serna o Alfonso Reyes, hasta una segunda vanguardia que a partir de 1925 practica una literatura radicalmente visionaria. Es el tiempo del 27, del creacionismo, de Vallejo o de Felisberto Hernández.



Josep Pla.
Lo que hemos comido.
Prólogo de Manuel Vázquez Montalbán.
Traducción de Pedro Gómez Carrizo.
Austral. Barcelona, 2013.


Desde que todo el mundo se ocupa del futuro no se puede comer una tortilla decente, escribía Josep Pla en una declaración melancólica que resume el punto de vista  que refleja en Lo que hemos comido, uno de sus libros más imperecederos, reeditado ahora por Austral en formato de bolsillo.

A lo largo de más de cincuenta capítulos, Pla escribe, no un libro de recetas –una de sus primeras advertencias es que no sabe cocinar-, sino un libro sobre la memoria de la vieja cocina familiar. Porque esta obra es una celebración del gusto que mira más al pasado que al futuro y entre la cocina del aceite y la de la mantequilla reivindica el vino tinto, pasa por las sardinas y las tortillas, por el pescadito frito y el tomate, por el cordero y las anguilas  para convocar una fiesta de los sentidos, para hacer una exaltación de la becada y un elogio del pollo con alcachofas. Un libro de cocina que muestra al fondo el paisaje, la vida y la cultura .

Vázquez Montalbán definía a Pla en el prólogo de este libro como “el  profeta de la dieta mediterránea” que expresa en estos artículos su “respeto por las raíces del gusto y se pronuncia a favor de los sabores lo más próximos posibles a la desnudez natural de las materias primas. Es un sibarita que apuesta por la cultura del placer de comer bien.”

Pero lo que era Pla sobre todas esas cosas es un magnífico escritor de estilo jugoso y prosa bien condimentada, un “punto de vista ambulante con boina” –en palabras de Vázquez Montalbán-, un payés que cuando tenía que definir su estado en los impresos, en lugar de poner soltero escribía “ligeramente alcohólico.”


Kenneth Clark.
Civilización.
El libro de bolsillo. Alianza Editorial. Madrid, 2013.

Estoy en el Pont des Arts de París. A un lado del Sena se alza la armoniosa y razonable fachada del Instituto de Francia, construido como colegio universitario alrededor de 1670. En la otra orilla, el Louvre, construido sin interrupción desde la Edad Media hasta el siglo XIX: la arquitectura clásica en su forma más espléndida y serena. Apenas visible río arriba está la catedral de Nôtre Dame, quizá no la más atractiva de las catedrales, pero sí la fachada más rigurosamente intelectual de todo el arte gótico. Las casas que bordean las orillas del río constituyen también una solución humanizada y razonable de lo que la arquitectura urbana debería ser, y frente a ellas, bajo los árboles, están los puestos de libros donde generaciones de estudiantes han encontrado alimento espiritual y generaciones de bibliófilos han cultivado su civilizado pasatiempo. Por este puente, a lo largo de los últimos ciento cincuenta años, los estudiantes de las escuelas de arte de París han corrido al Louvre para estudiar las obras que contiene, y luego de vuelta a sus estudios para charlar y soñar con hacer algo digno de la gran tradición. Y cuántos peregrinos de América, de Henry James para abajo, se habrán detenido en este puente para aspirar el aroma de una cultura de muchos siglos, y se habrán sentido en el corazón mismo de la civilización.(...) ¿Qué es la civilización? No lo sé. No soy capaz de definirla en términos abstractos... todavía... Pero creo que sé reconocerla cuando la veo; y en estos momentos la estoy viendo.

Así comienza el primero de los trece capítulos que sirvieron de guión paraCivilisation: A Personal View by Kenneth Clark,la monumental serie que dirigió el historiador de la cultura Kenneth Clark (1903-1983) en la BBC en 1969 y cuya traducción reedita El libro de bolsillo de Alianza Editorial, en una edición profusamente ilustrada, es un espléndido panorama que refleja la visión personal de Clark de la cultura occidental, desde la caída del Imperio Romano hasta mediados del siglo XX.

Una visión global que integra las artes plásticas, la música, la arquitectura, la literatura, filosofía e ingeniería, en una lectura profunda y a la vez divulgativa que abre perspectivas y relaciona épocas, actitudes, manifestaciones artísticas y presupuestos ideológicos. Y, sobre todo, propone una interpretación que une la evolución social a la evolución cultural, de manera que el paisaje urbano, por ejemplo, suscita una interpretación del hombre y de su historia, como revelan afirmaciones como esta: Si yo tuviera que decidir quién dice la verdad sobre una sociedad, si el discurso de un ministro de la vivienda o los edificios efectivamente construidos en su época, me fiaría de los edificios.



Francisco Umbral.
El hijo de Greta Garbo.
Prólogo de Miguel García-Posada.
Austral. Barcelona, 2013.

Hace quince años, en 1998, Miguel García-Posada afirmaba en el prólogo a la reedición de El hijo de Greta Garbo que era un libro que no había envejecido desde su primera edición en 1982. Hoy, tres décadas después, se puede seguir diciendo lo mismo de este título que es una de las obras más significativas y más intensamente escritas de Francisco Umbral.

Sin llegar a la emoción irrepetible de esa cima de su obra y de la prosa contemporánea que es Mortal y rosa, El hijo de Greta Garbo es una evocación de la infancia a través de la figura idealizada de su madre, una metáfora de la belleza y de la España vencida.

Si allí era la muerte del hijo el motor de la obra, aquí también la enfermedad y la muerte son el punto de partida y el objetivo final es la recuperación de la memoria personal y de la memoria colectiva de la provincia, porque en Umbral la memoria individual se incardina siempre en la memoria sentimental de la sociedad.

Una memoria en la que confluyen también emociones encontradas y afectos contradictorios, porque hay días en que la soledad es un sarao, como dice la última línea de la novela.



Enrique Vila-Matas.
El mal de Montano.
Debolsillo. Barcelona 2013.

Con una estructura novelística sin precedentes en la tradición, Enrique Vila-Matas escribe en El mal de Montano su novela más importante, la historia de un Quijote contemporáneo. Evocado por su padre narrador y crítico literario, la conversión en un ágrafo trágico del joven Montano que a finales del siglo pasado se convierte en un escritor bloqueado en lucha contra molinos y encantadores.

Además de una reflexión -a veces paródica- sobre el diario como forma narrativa y sobre el final de la literatura y su pérdida de sentido en el mundo actual, El mal de Montano es la piedra angular de la novelística de Vila-Matas, una obra –la más premiada de las suyas- sobre el doble y el espejo, sobre la enfermedad de la literatura que sufren padre e hijo con distinta fiebre: la de quien tiene que escribir compulsivamente para huir del mundo y sobrevivir a través de un nihilismo alegre que se expresa en el estilo de la felicidad y la del ágrafo que sabe que ya no volverá a escribir.

Novela, diario, diccionario de autores y ensayo de autoficción, Tongoy y una Teoría de Budapest en una espléndida construcción literaria sobre la enfermedad literaria levantada en ese terreno de nadie entre la realidad y la ficción en el que Vila-Matas ha encontrado su espacio propio de reflexión sobre la literatura y la vida.



Antón P. Chéjov.
Cuentos completos
(1880-1885).
Edición de Paul Viejo. 
Páginas de Espuma. Madrid, 2013

Narrador de voz baja, Anton Chéjov construyó su universo literario con lo fugaz y lo secundario. En sus relatos abiertos conviven misteriosamente la levedad y la intensidad, la emoción y la distancia, se armonizan la ironía y la piedad, el humor y la tristeza. Es la vida con minúsculas en una literatura de sobreentendidos que requiere la complicidad del lector para asumir ese mundo que está en sus relatos breves.

Acaba de llegar a las librerías el primer tomo de sus Cuentos completos en una edición cuidada por Paul Viejo y publicada por Páginas de Espuma. Es la primera vez que se acomete en el ámbito hispánico un proyecto tan ambicioso como el de reunir a lo largo de cuatro años y en cuatro volúmenes toda la narrativa breve del maestro ruso, uno de los fundadores del cuento contemporáneo, en las versiones de sus mejores traductores al español.

En este primer volumen, precedidos de un estupendo prólogo de Paul Viejo, se recogen sus cuentos iniciales, 240 relatos escritos durante el primer lustro de su actividad literaria, y algunos inéditos en español, entre los que asoman ya obras maestras del género como El camaleón, La cerilla sueca, Ostras o Flores tardías.

La mirada compasiva y honda de Chéjov, menos optimista que piadosa, está rayando aquí cerca de la altura de sus mejores relatos. Una mirada magistral que vive en el matiz y en la sutileza con que construye a los personajes, en las contradicciones de sus comportamientos y en la economía de la elipsis.

La sutil mirada de Chéjov, que a diferencia de Dostoievski o Tolstoi nunca contempla a los personajes desde arriba, sino cara a cara, teje un hilo invisible y persistente que los une, como la melancolía invisible y la tonalidad persistente de su literatura une a Chéjov con Cervantes y con Shakespeare en la construcción de un universo narrativo en el que conviven ricos y pobres, sinceridad y simulación en una indagación honda y fundacional.


Antología universal del relato fantástico. 
Edición y prólogo de Jacobo Siruela. 
Atalanta Ars brevis. Vilaür, 2013. 


La Antología universal del relato fantástico que ha preparado Jacobo Siruela enAtalanta propone un canon decimonónico en el que figuran Villiers y sus cuentos crueles, la proyección literaria de la locura de Nerval, la genialidad alucinada de Poe, la ambigüedad de La dama de picas de Pushkin, Hawthorne y sus relatos turbios y turbadores, las almas en pena de Dickens, la duda de Turgéniev ante un sueño, la precisión verosímil con la que Le Fanu incorpora lo fantástico a lo cotidiano, la interiorización del misterio en Henry James, el horror interior de Bierce, el peso del pasado en los relatos de Vernon Lee, el toque de humor elegante de Saki, los cuentos abiertos de Kipling, M. R. James y “la cosa ominosa” que se asoma a la vida diaria y acaba ocupando el centro de la escena, Arthur Machen y el terror cósmico del mal representado en sus minúsculos malvados ocultos en bosques y cuevas con resonancias de la mitología celta o los relatos de Lord Dunsany, que fundan una nueva mitología.

Y ya en el siglo XX, las tres ramas que se llaman Kafka, el más contemporáneo de nuestros contemporáneos; Lovecraft, oscuro y nocturno, la cima de lo fantástico popular, como señala el editor; o Borges, la cima absoluta.

En todos esos cuentos se pueden rastrear los temas, los personajes y los ambientes que perfilan los rasgos de estos relatos fantásticos: el fantasma y la muerte personificada, el pacto con el diablo y los vampiros, los hombres-lobo y las casas hechizadas, las metamorfosis y el doble, los monstruos y los autómatas, la magia y las paradojas temporales, la inmortalidad y el sueño, la realidad dudosa y las alucinaciones.



Edgar Allan Poe.
Narrativa completa.
Edición, introducción y notas de
Margarita Rigal Aragón.
Cátedra Bibliotheca Avrea. Madrid, 2011.


Quizá la clave de todo Poe esté en una frase (Al principio fue el miedo) que Cortázar dejó caer estratégicamente en un lugar del prólogo memorable a su traducción de los cuentos completos del norteamericano. Esa traducción canónica de los cuentos y la que hizo de la Narración de Arthur Gordon Pym son las que, junto con la que Margarita Rigal Aragón ha preparado de El diario de Julius Rodman, aparece en la edición en la que Cátedra Avrea ofrece laNarrativa completa de Edgar Allan Poe. 

Precedidos de un estupendo estudio introductorio, se recogen en este volumen, además de sus 67 cuentos, sus dos novelas: Narración de Arthur Gordon Pym y la truncada El diario de Julius Rodman.

Poe abordó en sus textos temas científicos y horrores variados, el misterio policial y la aventura y en más de una ocasión practicó la parodia de los viejos modelos narrativos. Revitalizó la narración de terror en La caída de la casa Usher y la de aventuras en El escarabajo de oro, fundó el relato policiaco con La carta robada y Los crímenes de la rue Morgue y fue el primero que hizo que el horror se independizara de la escenografía y que la sensación de terror surgiera en el interior del personaje y se transfiriera luego al lector a través del tono y de la atmósfera del relato.


John Galsworthy.
El mono blanco. 
Una comedia moderna.
Traducción de Susana Carral.
Reino de Cordelia. Madrid, 2013.


Poco después de publicar Bajo el manzano, una espléndida novela corta de John Galsworthy (1867-1933), Reino de Cordelia edita El mono blanco, la primera novela que publicó después de ganar el Nobel de 1923. Con ella, cerrada ya La saga de los Forsyte, que popularizó en España una serie de televisión de la BBC, abría la trilogía Una comedia moderna, la segunda de las que integran el ciclo de las Crónicas de los Forsyte.

Cuando está a punto de cumplirse el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, la edición de El mono blanco es una buena ocasión para recordarla, porque en esta obra se refleja la decisiva transformación histórica que ocasionó en la sociedad y la cultura occidental, sobre todo en Europa, aquella explosión de barbarie de un mundo que hasta entonces parecía, en general, civilizado.

Bellísimamente editada en un volumen muy manejable en tapa dura con sobrecubierta, la estupenda traducción es de Susana Carral, que en su introducción destaca la relación con el actual del mundo confuso que refleja la novela. 



Ángel Olgoso.
Cuentos de otro mundo.
Editorial Nazarí. Granada, 2013.

Para los lectores familiarizados con el cuento español reciente, cualquier libro de Ángel Olgoso es una fiesta. Más un título tan fundamental en su obra narrativa como Cuentos de otro mundo, un conjunto que se publicó en 1999 y que se reedita ahora en una nueva edición aumentada y corregida.

Organizados en tres secciones -Mundo murciélago, Nuevos cuentos del Folio Club y Cuentos alrededor de una mesita de té en el vientre de una ballena-, cada uno de los casi cien cuentos y microrrelatos de este volumen es una invitación a pasar al otro lado del espejo, a entrar en un espacio de asombro y misterio donde lo fantástico va más allá del mero descubrimiento y se convierte en un método de acceso a otra dimensión de la realidad.

Presentado por un prefacio en el que Miguel Ángel Muñoz destaca la excelencia de la narrativa de Olgoso y el carácter fieramente humano de estos cuentos fantásticos, con este título comienza su andadura la editorial Nazarí, el nuevo sello granadino auspiciado por Paolo Remorini con la calidad como aspiración y como seña de identidad. 


Ango Sakaguchi.
En el bosque, bajo los cerezos en flor.
Traducción de Susana Hayashi.
Epílogo de Jesús Palacios.
Satori. Gijón, 2013.

Con un epílogo de Jesús Palacios, experto en terror japonés, Satori publica En el bosque, bajo los cerezos en flor, un volumen que toma su título del primero de los tres relatos de Ango Sakaguchi (1906-1955) que ha traducido 
Susana Hayashi.

Encabezados por esa obra maestra del terror contemporáneo en la literatura japonesa, estos tres relatos inéditos hasta ahora en español componen un conjunto en el que la opresión convive con el lirismo y la potencia del lenguaje es el cauce de expresión de lo fantástico y del “terror casi cósmico” del que habla el autor del epílogo.

Una mezcla explosiva de lo grotesco y lo macabro, de la locura y la muerte para expresar un horror que –heredero de la concepción de Poe- surge del interior de los personajes más que de la escenografía. 
Con este título inaugura Satori su nueva colección Satori Ficción. 


España negra.
Prólogo de Manuel G. Altava Lavall.
Literatura Rey Lear. Madrid, 2013.


Cinco años después de su fundación y de su presentación editorial con el libroCrímenes de Castellón, el colectivo 12 Plumas Negras añade un nuevo título a su trayectoria en el relato policiaco.

España negra, que publica Rey Lear con prólogo del magistrado excedente Manuel G. Altava, reúne 27 relatos policiacos, porque el grupo ha incorporado a autores de prestigio en el terreno de la novela negra como Lorenzo Silva, Jorge Martínez Reverte, Juan Bolea o Mariano Sánchez Soler para ofrecer esta antología representativa del panorama narrativo, no solo del género negro, sino de la España actual y de su paisaje social y delictivo. Y es que en muchos de estos relatos no se sabe hasta dónde llega la base real y dónde empieza la imaginación, dónde acaba el reportaje documental y dónde empieza la ficción narrativa.

Cesare Pavese. 
Antes de que cante el gallo.
Traducción de Isabel Verdejo y Ester Quirós.
Pre-Textos. Valencia, 2013.

De la experiencia del destierro en la costa calabresa surge La cárcel, una novela corta que Cesare Pavese terminó en 1939, tras esa experiencia a la que se sumó pocos años después otra vivencia aún más traumática, la de los bombardeos sobre la ciudad de Turín y la ocupación nazi, que daría lugar a otra novela corta,La casa en la colina. 

Fue entonces, en 1949, cuando reunió en Antes de que cante el gallo estas dos novelas en un volumen que acaba de publicar Pre-Textos con traducción de Isabel Verdejo y Ester Quirós. Está aquí un Pavese que en plena madurez creativa integra lo autobiográfico y lo social para construir a través de los dos protagonistas -Stefano y Corrado- una reflexión autocrítica sobre el fracaso y la culpa, la traición y la identidad, un testimonio ineludible de la conciencia existencial y política de la Europa del segundo tercio del siglo XX.


William Gaddis.
Jota Erre.
Traducción de Mariano Peyrou.
Sexto Piso. Madrid, 2013.

Había en él algo de precursor, se dice del protagonista barojiano al final de El árbol de la ciencia. Y ese mismo juicio se podría aplicar a William Gaddis y a esta novela, que en 1975, diez años antes de su celebrado Gótico carpintero, hablaba de estafas piramidales y de especulativos vendedores de humo virtual. 

No sólo por ese tema, tan actual, se anticipaba a este tiempo Jota Erre. También por su estructura renovadora, por su construcción a base de diálogos fragmentarios generadores de un ruido y un caos que exige la intervención activa del lector y que provocaron el rótulo de Mr. Dificult que le colocó Franzen.

Esos diálogos son los que ponen en pie y en movimiento a unos personajes que anticipan el descontrol de una sociedad tan individualista como la estadounidense y la deriva liberal del capitalismo salvaje en esta novela extrema que toma su título del nombre de un niño de once años que en los recreos y desde el teléfono público de su colegio monta un negocio desde la nada y sin nada, en la que ha sido calificada como la mayor novela satírica de la literatura norteamericana.


William Gaddis.
Gótico carpintero.
Traducción de Mariano Peyrou.
Sexto Piso. Madrid, 2012.

Diez años después de Jota Erre, en 1985, Gaddis escribió Gótico carpintero, una novela en la que concentró más su capacidad narrativa en el manejo del espacio y el tiempo –todo ocurre en el interior de una casa sórdida, entre pocos actores y en un breve plazo- y las posibilidades técnicas que le permitía el uso de los diálogos para construir la trama, diseñar a los personajes y hacer que la casa decimonónica -cuyo estilo arquitectónico se evoca en el título- asuma un papel protagonista, de manera que su ruina es la del sueño americano.

Como en otras novelas de Gaddis, la fascinación estilística arrastra al lector en una experiencia irrepetible y vertiginosa como la corriente de un río. Pero aquí esa corriente es un torbellino que absorbe al lector con la fuerza centrípeta de sus diálogos portentosos. Una fuerza que ha sabido plasmar en español –y no era fácil- el admirable traductor que es Mariano Peyrou.

Rodrigo Fresán la definió como la más breve y la más normal de sus novelas. Si lo primero es indiscutible, lo segundo es más dudoso. Porque en Gaddis -en el mejor sentido de la expresión- nada es normal, afortunadamente. 


Julio Baquero Cruz.
Murasaki.
Menoscuarto. Palencia, 2013.

Una evocación del esplendor de la cultura oriental ambientada en el Japón de hace mil años, en la época de mayor brillantez del periodo Heian, a través de un personaje femenino, Murasaki, que escribió en el siglo XI la Historia de Genji y que da título a esta novela de Julio Baquero que publica Menoscuarto. 

Pero, contra lo que pueda parecer a primera vista, no se trata de una novela histórica al uso, porque en ella lo importante no es la reconstrucción del pasado, sino la evocación de un sueño intemporal a través de una sucesión de estampas en las que se superponen la narratividad y la lírica, la sensibilidad oriental y la occidental y conviven la mirada reflexiva y la descripción de la naturaleza para construir una novela sólida y delicada que invita a una lectura demorada y gozosa.



Scipio Slataper.
Mi Carso.
Traducción de Pepa Linares.
Prólogo de Claudio Magris.
Ardicia. Madrid, 2013.

Hace poco más de un siglo, en 1912, el triestino Scipio Slataper (1888-1915) publicaba Mi Carso, una novela breve y fundacional que permanecía inédita en español y que acaba de aparecer en Ardicia con traducción de Pepa Linares y prólogo de Claudio Magris, otro escritor de Trieste que habla en su presentación del “áspero y esquivo lirismo” de esta obra.

Junto con Italo Svevo, Slataper es el iniciador de una tradición que ha hecho de Trieste no solo un lugar de referencia en la literatura del siglo XX, sino una tonalidad narrativa y un estado de ánimo. Murió en 1915 en combate en la Primera Guerra Mundial, en las filas del ejército italiano. Tenía 27 años y dejabaMi Carso, como su única novela, una narración autobiográfica de tono intensamente lírico que surge del trauma provocado por la muerte de su madre y el suicidio de su novia.

Organizada en tres partes que corresponden con la infancia, la juventud y la madurez del narrador, Mi Carso es una muestra de la capacidad evocadora de las descripciones en la prosa sutil y matizada de un escritor del que se podían esperar obras aún mayores que esta.

Roger Wolfe.
Luz en la arena.
Zut Ediciones. Málaga, 2013.

Con Luz en la arena,  que acaba de publicar Zut Ediciones, Roger Wolfe abre un prometedor ciclo narrativo autobiográfico -Las cosas que un hombre ha hecho-que se irá completando en sucesivas entregas.

Este primer volumen sale en busca del tiempo perdido para narrar los años infantiles del narrador con una admirable combinación de memoria y fabulación, de capacidad narrativa y prosa eficaz. Sus casi cuatrocientas páginas, apretadas y sólidas, fluyen con la misma naturalidad con la que parecen emerger los recuerdos hasta culminaren la evocación de “la última jornada oficial de nuestra infancia.   
Umberto Eco.
Historia de las tierras y los lugares legendarios.
Traducción de Maria Pons Irazazábal
Lumen. Barcelona, 2013.


El último libro de Umberto Eco, cuya edición original apareció este mismo año en Italia, se publica en español de la mano de Lumen en una espectacular edición que en su texto y en sus cientos de ilustraciones está a la altura de los lugares prodigiosos que constituyen su objeto.

Desde la imagen de una Tierra plana a lugares novelescos como la isla Sonante, Xanadú, el castillo de If o Baker Street, esta Historia de las tierras y los lugares legendarios es un recorrido por los territorios prodigiosos que ha ido construyendo la inventiva de los hombres con leyendas milenarias o con creaciones modernas que se han instalado en el imaginario occidental. 


Espacios lejanos e inexplorados que, desde los libros proféticos del Antiguo Testamento a Los viajes de Gulliver, desde las leyendas del Grial a los comics y desde los poemas homéricos a los mapas antiguos o la ciencia ficción, alimentan las narraciones y provocan las abundantes representaciones plásticas de las que este volumen ofrece una muestra muy significativa.


Entre la mitología, la religión y la literatura, tres manifestaciones de la imaginación que ha generado lugares de quimera y espacios de utopía como el Paraíso terrenal, El Dorado o el Jardín de las Hespérides, la Última Thule o Jauja, este volumen contiene un impresionante despliegue gráfico, un atlas de espacios legendarios cuya extensión varía desde la de continentes como la Atlántida hasta el palacio que Calvino imaginó en el centro de Fedora.



Alexandre Dumas. 
Los mosqueteros. 
Traducción, introducción y notas 
de Javier La Orden Trimollet. 
Bibliotheca Avrea Cátedra. Madrid, 2013.

Con un espléndido texto de solapa -El oso que juega- se presenta el volumen Los mosqueteros (Los tres mosqueteros. Veinte años después) que edita Cátedra en su Bibliotheca Avrea con traducción, introducción y notas de Javier La Orden y con las ilustraciones clásicas de Maurice Leloir y R. de La Nézière.

El ambiente: la Francia de 1625.  Los personajes: Luis XIII, Richelieu, Treville, Milady de Winter, Rochefort, Ana de Austria, Buckingham. Y cuatro mosqueteros. La peripecia: los doce herretes de diamantes, el misterio y el secreto, la doblez y la lealtad, la amistad y la traición, las venganzas y el secuestro, las citas a escondidas, tres duelos para una paz provisional firmada con un abrazo.

Veinte años después, en 1648, otro cardenal, Mazarino, Bragelonne, la Fronda, los amigos y los enemigos, la Inglaterra de Cromwell y de Carlos I, el cuarto duelo con Rochefort, la muerte, la separación.

"Nadie - escribía Maurois- ha leído todo Dumas, pero todo el mundo ha leído a Dumas... Si en este momento (se decía en 1850) hay en alguna isla desierta un Robinson Crusoe, seguro que estará leyendo Los tres mosqueteros."



1001 películas que hay que ver antes de morir.
Coordinado por Steven Jay Schneider.
Grijalbo Ilustrados. Barcelona, 2013.

Han pasado diez años desde la primera edición de este volumen espectacular, de este recorrido imprescindible por 1001 películas que se han convertido en clásicos indiscutibles o que, sin llegar a ese nivel, han tenido un impacto fuerte en la crítica o un notable éxito de público, porque esta obra no es exactamente una selección de las mejores películas, sino algo más complejo y menos técnico. A lo largo de esta década estas 1001 películas que hay que ver antes de morir que publica Grijalbo Ilustrados se han venido poniendo al día con nuevas ediciones anuales que recogen los últimos títulos que un amplio equipo de decenas de expertos coordinados por Steven Jay Schneider ha considerado dignos de figurar en esa relación.En esta edición, por ejemplo, se incorporan obras como Django desencadenado, Amor, Lincoln, Los miserables Argo.

Quizá parezcan muchos títulos, pero son miles y miles los que se han estrenado, de manera que, como señalan los responsables de la selección, los que han sido recogidos en este libro no son más que gotas en el océano fílmico. Como es lógico, y ya que el número es intocable, cada una de las actualizaciones no sólo añade varias películas nuevas, sino que revisa el conjunto para eliminar tantos títulos como los que se incorporan. 

Esos títulos sacrificados (El rostro impenetrable, El hombre de Laramie, Fanny y Alexander, El turista accidental, Drácula de Bram Stoker, La edad de la inocencia El gran Lebowski) es quizá lo más discutible de una obra tan ambiciosa como irreprochable, en la que la cantidad y la calidad se hacen compatibles página tras página.

Porque además de un profundo y apretado análisis de cada una de las películas, las casi mil páginas del libro contienen momentos de prosa brillante como estos, que copio aquí a título de ejemplo, porque esa altura estilística y crítica es lo usual en unas reseñas que combinan el rigor y la amenidad.

Jean de La Bruyère.
Los caracteres.
Traducción de Consuelo Berges.
Hermida Editores. Madrid, 2013.

Si no gustan estos Caracteres, me sorprende, y si gustan, me sorprende también,
escribe La Bruyère en la anotación que cierra el apartado De los incrédulos y el volumen Los caracteres, que Hermida Editores publica por primera vez íntegro en español con una traducción de Consuelo Berges que nunca se había editado completa.


A mitad de camino entre la condición narrativa del retrato y la capacidad analítica del ensayo, esta es una de esas pocas obras por las que no pasa el tiempo, porque la mirada del moralista lúcido que fue La Bruyère proyecta su pesimismo desengañado de hombre barroco sobre una serie de prototipos intemporales. 
El hipócrita y el ambicioso, el adulador y el fanfarrón son algunos de los componentes de un fresco que La Bruyère, admirador de Montaigne y espectador atento del teatro del mundo, construyó en dieciséis capítulos que componen un laberíntico juego de espejos en los que se refleja la sociedad francesa del XVII, pero que más allá de eso contiene en sus páginas el mundo.

Fue un moralista con voluntad de estilo que evita la sentencia lapidaria y la máxima concisa y sin matices y prefiere el párrafo largo que permite ese despliegue estilístico con el que hizo una aportación decisiva a la configuración de la prosa literaria francesa: 
Es hacer un mal uso de la pureza y de la claridad del discurso ponerlos al servicio de una materia árida, infructuosa, sin gracia, sin utilidad, sin novedad./.../ Si se pone alguna profundidad en ciertos escritos, si se aparenta cierta finura de expresión y, a veces, una excesiva delicadeza, es sólo por la buena opinión que se tiene de los lectores.

Enrique Vila-Matas.
Fuera de aquí.
Conversaciones con André Gabastou.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores. Barcelona, 2013.

Fuera de aquí se titulaba el homenaje narrativo a Chejov que Enrique Vila-Matas incluía en uno de los textos de Exploradores del abismo. Y en ese mismo libro, al final del primer párrafo, se recordaba una cita de La partida, un microrrelato de Kafka: Fuera de aquí, tal es mi meta.

Y ese título, que resume su actitud ante la literatura y ante la vida, es el que se ha elegido para traducir y adaptar el volumen de conversaciones Vila-Matas, pile et face, rencontre avec André Gabastou que se publicó en Francia en 2010 y que acaba de publicar Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores ampliado y actualizado por sus autores con nuevas fotografías y con textos que no habían sido recogidos en un libro hasta ahora.

Fuera de aquí es más que un volumen que recoge las conversaciones de 2009 con su traductor francés. Es también una antología esencial, un álbum repleto de imágenes que expresan la fusión de vida y literatura en su obra, un atlas para orientarse por el ya extenso universo Vila-Matas a través de unas páginas que proponen al lector un recorrido por su obra, por sus preferencias personales -El mal de Montano y Doctor Pasavento-, por el territorio de nadie entre la realidad y la ficción en el que se mueve a su gusto el autor. 
Cine y literatura, libros y ciudades, clásicos y contemporáneos conviven en estas conversaciones que revelan algunas de sus claves literarias, evocan su proceso de composición, sus lecturas y sus influencias y son también un cuaderno de viaje por las geografías reales e imaginarias en las que transcurre la obra del novelista y del viajero que recorre ciudades y escrituras para intentar explicarse el mundo.



España a través de la fotografía.
1839-2010.
Taurus. Madrid, 2013.


Con la fotografía como hilo conductor, el espléndido volumen España a través de la fotografía (1839-2010) que acaba de publicar Taurus, ofrece un recorrido intrahistórico por los últimos 170 años.

En las cuatrocientas fotografías de este volumen se contiene la memoria visual de España y de su evolución: desde la imagen pintoresca que vieron los viajeros románticos de la primera mitad del XIX, hasta ayer mismo, con la caravana que celebraba el Mundial de fútbol en 2010 por las calles de Madrid, pasando por el reinado de Isabel II, la Primera República y la Restauración, el desastre del 98, la Segunda República y la guerra civil, la posguerra bajo la dictadura franquista o la transición a la democracia.

Está aquí la España lamentable que convocaba multitudes alrededor de un cadalso en el que se iba a dar garrote a un delincuente de 22 años en un espectáculo público ejemplarizante del que no se privaba a los niños; la España atrasada y pintoresca de los pueblos y la evolución de sus ciudades, de su paisaje y su paisanaje. 

La selección de imágenes va precedida de dos artículos monográficos en los que Jordi Canal analiza la relación entre historia y fotografía y Alejandro Castellote aborda la creación de un imaginario visual sobre la evolución paralela de España y de la fotografía, sobre su potencia documental a través de una muestra en la que están representados los más destacados fotógrafos españoles como Alfonso, César Lucas, Cristina García Rodero, Jordi Socias, Oriol Maspons o Ramón Masats.

Por su importancia documental o por su valor artístico, sus obras han contribuido a crear un rico patrimonio histórico y artístico, indispensable ya para conocer la sociedad, la historia y la cultura contemporáneas. Y una parte muy representativa de esa espectacular riqueza patrimonial está magníficamente reproducida en las páginas de este volumen espléndidamente editado en el que se contienen las claves sociales e históricas del pasado reciente.



William Blake. 
Libros proféticos. 
Prólogo de Patrick Harpur. 
Traducción de Bernardo Santano Moreno.
Imaginatio Vera. Atalanta. Vilaür, 2013.


William Blake (1757-1827) es uno de los poetas más enigmáticos y asombrosos de la tradición occidental. Inclasificable e irrepetible, su intensa poesía fue una isla deslumbrante en el racionalismo del siglo XVIII, una profecía del irracionalismo romántico y de la actitud visionaria del superrealismo.

Aquel poeta iconoclasta y profético, en cuyos versos conviven en raro equilibrio las luces y las sombras, fundó una cosmogonía prometeica propia sobre el hombre anterior a la caída en los Cantos de inocencia y sobre el conocimiento del dolor en los Cantos de experiencia, creó una obra de enorme potencia imaginativa, murió cantando y dejó una huella importante en Yeats o en el Graves de La diosa blanca, en Cirlot o en Borges, o en el Neruda más visionario de las Residencias.

Atalanta acaba de presentar la edición del primer volumen de sus Libros proféticos traducidos por Bernardo Santano y prologados por Patrick Harpur. Es la primera edición completa y bilingüe de sus poemas proféticos en la que se recogen todas sus imágenes en color. Un volumen trabajadísmo y asombroso -el libro mejor editado del año sin ninguna duda-, profusamente ilustrado con los grabados originales del artista y cuidado hasta el más mínimo detalle para reflejar la obra del artista complejo que fue Blake, la convivencia en ella de lo oscuro y lo deslumbrante a la vez, de la inspiración y el caos, de lo disparatado y lo convencional, de un raro equilibrio, de la inusual coexistencia de lucidez y locura que recorre sus textos.

Su irrelevante biografía exterior contrasta con una vida imaginativa intensa y literalmente visionaria. De esas visiones, frecuentes desde su niñez, se alimentan su mundo poético y plástico, profundamente entrelazados. Blake fue dibujante y grabador antes que poeta, más cercano en su concepción gráfica a los libros iluminados de la Edad Media que al Neoclasicismo imperante en su época. 

Un escritor tan irrepetible como Blake se merecía un volumen tan excepcional como este.



Judith Schalansky.
Atlas de islas remotas.
Traducción de Isabel G. Gamero.
Capitán Swing y Nórdica Libros. 
Madrid, 2013.

Cincuenta islas en las que nunca estuve y a las que nunca iré, aclara Judith Schalansky en el subtítulo de este Atlas de islas remotas, que coeditan Capitán Swing y Nórdica Libros, dos sellos hermanos que han unido esfuerzos y talento editorial para publicar la versión española que firma Isabel G. Gamero de un libro espectacular que –afirma su autora en la introducción, Tierra a la vistano es un manual de geografía, sino un proyecto poético.

Entre la promesa y el misterio, entre la exploración y la imaginación que convierte a una isla en metáfora del individuo –porque un hombre es una isla, pese a John Donne-, en imagen de la utopía, en lugar del no lugar, cincuenta islas remotas que justifican el título del prefacio: El Paraíso es una isla, el Infierno también.

Porque desde la ártica Soledad deshabitada a la isla antártica de Pedro I, aquí no hay solamente islas paradisiacas y espacios de libertad, sino islas sombrías y siniestras, recintos para la reclusión y el crimen, lugares de destierro o colonias penitenciarias, ámbitos de desolación y escorbuto o destino de experimentos nucleares.

A cada uno de esos mundo en miniatura, a cada una de estas cincuenta islas remotas, habitadas o desiertas, no sólo las ilustra un mapa meticuloso. Cada una de ellas es una invitación al viaje, al naufragio y al sueño, cada una contiene un relato prodigioso, propone un itinerario imaginativo que no está en el catálogo de las agencias de viaje. 

Reales y distantes, inalcanzables todas, imposibles de abarcar, porque una isla  no es solo un accidente físico o geológico, sino la idea de una isla. Y el atlas no es  más que otra metáfora, una representación imaginaria que crea la ilusión de simular a escala el dominio de lo inabarcable. Porque sus páginas reivindican la cartografía como género literario en el que las islas remotas favorecen los espejismos y dibujan la topografía de los sueños o de las pesadillas.



Mary W. Shelley.
Frankenstein o el moderno Prometeo.
Ilustraciones de Lynd Ward.
Epílogo de Joyce Carol Oates.
Traducción de Rafael Torres.
Sexto Piso Ilustrado. Madrid, 2013. 

Imaginado por Mary W. Shelley en una noche de apuestas y tormenta, en compañía de Byron, Percy Bysshe Shelley y Polidori, con el gótico telón de fondo de una propiciatoria escenografía romántica, el monstruo creado por Victor Frankenstein -un Prometeo actualizado- se ha convertido en uno de los más potentes mitos contemporáneos, en una criatura de dos metros y medio, sin nombre, sin identidad y sin pasado que ha alimentado las pesadillas de la sociedad occidental.

Adaptado memorablemente al cine desde sus comienzos hasta la cercanaRemando al viento de Gonzalo Suárez, su enorme repercusión en las artes plásticas se enriquece ahora con las prodigiosas e inquietantes ilustraciones de Lynd Ward (Chicago, 1904-Virginia, 1985), un maestro del blanco y negro a partir de los grabados que hizo en madera en 1934. Ilustraciones expresionistas que aportan al relato unos matices que subrayan el desgarramiento del monstruo y del relato y su distorsión de lo racional.

La espléndida edición de Sexto Piso Ilustrado, traducida por Rafael Torres, añade al valor de las ilustraciones un magnífico epílogo –El ángel caído de Frankenstein- de Joyce Carol Oates, que lo reivindica como un patrimonio cultural del inconsciente colectivo.




Winsor McCay.
Little Sammy Sneeze.
Planchas completas a color 1904-1905.
Traducción de María Robledano
Los tebeos de Cordelia. Madrid, 2013.

Con las planchas dominicales a todo color de Little Sammy Sneeze, la serie que Winsor McCay publicó entre 1904 y 1905 en The New York Herald, Reino de Cordelia inaugura una nueva colección, Los tebeos de Cordelia.

Una serie que fue el precedente del clásico Little Nemo in Slumberland, que McCay publicaría desde el año siguiente. La protagoniza un temible niño -Little Sammy Sneeze- que nunca habla, nunca sabe cuándo va a estornudar y siempre estornuda, porque no puede evitarlo, de una manera tan inoportuna como destructiva.

Invariablemente, esos estornudos provocan catástrofes comparables a tifones domésticos que incluso afecta al equilibrio de los recuadros y conducen con frecuencia a una viñeta final en la que una patada en el trasero acaba levantándole los pies al estornudador incontenible.


Alejandra Pizarnik.
Diarios. 
Nueva edición de Ana Becciu.
Lumen. Barcelona, 2013. 


El 8 de marzo de 1961, Alejandra Pizarnik anotaba esta confesión en su diario: El más grande misterio de mi vida es este: ¿por qué no me suicido? En vano alegrar mi pereza, mi miedo, mi olvido /.../Tal vez por eso siento, de noche, cada noche, que me he olvidado de hacer algo, sin darme cuenta bien de qué. Cada noche me olvido de suicidarme.


Doce años después de la publicación de los Diarios de Alejandra Pizarnik, Lumenpublica una nueva edición de la que también se ha responsabilizado Ana Becciu.


Una nueva selección, corregida y aumentada, que incorpora nuevas entradas que la limitación de espacio impidió que aparecieran en la primera edición. Esta estupenda recuperación tiene ahora más de mil páginas –el doble de la anterior- que contienen muchas de las claves vitales y literarias de una voz tan poderosa como la de Alejandra Pizarnik, que el 24 de enero de 1971 escribía en su última anotación: El arma del poeta es la locura. El arma del poeta es la alarma. Toque de alarma.


Gitanjali.
(Ofrenda lírica).
Traducción de Zenobia Camprubí.
Introducción de W. B. Yeats.
Ilustrados Cálamo. Palencia, 2013.

Con espléndidas ilustraciones de Manuel Alcorlo, Cálamo publica en su colección Ilustrados una edición de Gitanjali con la que celebra el centenario de la concesión del Nobel al bengalí Rabindranath Tagore, el primer autor no europeo que recibió ese premio.


Con la traducción de Zenobia que revisó Juan Ramón, y en la que dejó una impronta inconfundible que va más allá de su peculiar ortografía fonética, Gitanjali es la antología que el propio Tagore hizo de su prosa lírica en lengua bengalí, que él mismo se encargó de traducir al inglés para difundirla en el mundo occidental, en una cultura que no le era extraña a aquel escritor de la India colonial.


Pero además en su mirada y en su palabra hay un cruce de tradiciones que lo convierte en un poeta cercano que descubre en este libro su  “corazón completo y verdadero”, como señalaba Juan Ramón Jiménez en la dedicatoria de la versión española de este libro que muestra a un Tagore muy parecido en el tono de voz y en la visión de la realidad a la época sensitiva del maestro de Moguer y al Rilke inicial: Las palabras del poeta dan a cada hombre el sentido que ellos quieren ; pero su sentido definitivo va hacia ti.


Y para abrir la fiesta que es esta edición conmemorativa, otro regalo: la introducción que W. B. Yeats firmó en septiembre de 2012 sobre estos poemas que lo acompañaron durante un tiempo y lo conmovieron porque “muestran en su concepción un mundo con el que he soñado siempre.”




Fiódor Dostoievski.
Memorias del subsuelo.
Ilustraciones de Jorge González.
Traducción de Rafael Cansinos Assens.
Sexto Piso Ilustrado. Madrid, 2013.

Escritas en 1864, asomado al vacío en plena crisis existencial, tras las muertes de su mujer y su hermano, acosado por la censura zarista y dominado por la ludopatía que le puso varias veces al borde del abismo, las Memorias del subsuelo narran, a través de su protagonista paranoico, al margen de cualquier norma ética, una bajada literal a los infiernos de Dostoievski, una de sus más radicales exploraciones en la sombra.

Con obras como esta, que Sexto Piso publica en una magnífica edición ilustrada por Jorge González, que ha captado y expresado gráficamente el espíritu oscuro de esta novela, Dostoievski se convirtió en uno de los profetas del existencialismo del siglo XX y en uno de los analistas más lúcidos del hombre moderno a través del antihéroe en el que proyectó algunos de sus precoces monólogos interiores. 

Con las Memorias del subsuelo, que contienen el germen parcial de Crimen y castigo y de Los demonios, Dostoievski buscó el consuelo en la narración de la desgracia y conjuró sus propios demonios autodestructivos.




Flamencos.
Jerónimo Navarrete (Fotografías)
José María Goicoechea y José Manuel Gómez (Textos)
Edición de María Robledano.
Rey Lear. Madrid, 2013.

El espíritu del flamenco. Así titula el fotógrafo Jerónimo Navarrete el texto introductorio a Flamencos, un espléndido volumen que publica en una lujosa edición Rey Lear. 

Casi ciento cincuenta fotografías realizadas en los últimos treinta años, en las que Jerónimo Navarrete ha captado y reflejado el espíritu del flamenco a través de cantaores y guitarristas, de bailaores y percusionistas sobre los que José María Goicoechea y José Manuel Gómez han escrito semblanzas de cantaores como Camarón, Sordera, Enrique Morente, Rancapino o Miguel Poveda; de guitarristas como Paco de Lucía, Cepero, Habichuela, Moraíto o Niño Jero; de percusionistas como Tino di Geraldo o Manuel Soler; de bailaores como El Güito, Farruquito, Sara Baras o Israel Galván.

Semblanzas que complementan las imágenes de los flamencos y acercan a esos artistas a un público amplio, porque son retratos al minuto, de una página en la que una anécdota o una frase caracterizan al personaje y reflejan su esencia artística y su aportación al universo creativo del flamenco.

Seis años ha durado el proceso de producción de Flamencos. A la vista del resultado ha merecido la pena esperar esa lenta elaboración de este libro espectacular.

Christopher Maurer.
Andrew A. Anderson.
Federico García Lorca en Nueva York y La Habana.
Cartas y recuerdos.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores. Barcelona, 2013.

Una carta a sus hermanas escrita en corteza de abedul en agosto de 1929 en Eden Mills, cientos de fotografías y facsímiles de textos autógrafos de Federico García Lorca constituyen la importante parte gráfica del volumen que, organizado en dos partes –Cartas y recuerdos- reúne gran parte del material conocido en torno a ese periodo de la biografía del poeta.

Son el testimonio gráfico e íntimo que compone la base documental de unos meses decisivos en la vida y la obra de Lorca, que viajó a Nueva York huyendo de su propio pasado, de una doble crisis -sentimental y creativa- y volvió transformado en una persona nueva y más fuerte y en un poeta muy distinto a partir de entonces.

Preparado por Christopher Maurer y Andrew A. Anderson, Federico García Lorca en Nueva York y La Habana. Cartas y recuerdos, que publica Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores, es el relato minucioso de un periodo intrigante, como señalan los editores, porque en las cartas a su familia el poeta elude el reflejo de su problemática situación personal y sentimental, entre junio de 1929 y marzo de 1930.

Es una vez más esa máscara de la que habló el propio Lorca en varias ocasiones y que de la mano de Maurer y Anderson  permite seguir, aunque sea leyendo entre líneas, el proceso de transformación que daría uno de sus primeros frutos en los poemas del ciclo neoyorkino. Unos poemas que, por encima de su laberíntica peripecia textual, constituyen una de las cimas de la poesía española del siglo XX.

Santos Domínguez