19/11/10

El Cuervo y otros poemas góticos


Luis Alberto de Cuenca.
El cuervo y otros poemas góticos.
Ilustraciones de Miguel Ángel Martín.
Reino de Cordelia. Madrid, 2010.


Desde que a mediados del XVIII Horace Walpole fundó con El castillo de Otranto la literatura gótica, que tuvo su continuidad en el Romanticismo y en Poe y su renacimiento en el cine y en el cómic, el terror, la oscuridad, los vampiros y el mundo sobrecogedor que rebasa las fronteras de lo visible y de lo vivible han alimentado las fantasías y las pesadillas del hombre contemporáneo.

Una de las cimas de ese universo gótico es un poema de Poe: The Raven, el cuervo que con su repetido estribillo oscuro –Nevermore- se convierte en un profeta de las sombras, en un emisario de las fuerzas infernales que surgió una noche de una mezcla explosiva de alcohol y cocaína. Ese mismo cuervo es el que se posa en un largo poema de Luis Alberto de Cuenca una noche de hastío de diciembre en que el poeta hojea, solísimo en el mundo, una edición del texto de Poe, vulgar pero ilustrada por Doré.

En las noches de insomnio las sombras tienen alas, /como el cuervo de Poe, escribe el poeta. Y de esas noches surgen Drácula y los zombis, el sueño de las tres hermanas y la alucinación de una muerta enamorada, un crimen cometido sobre el cadáver de la amada con un puñal de fuego, el amour fou con que aman los reyes a sus hijas, los Gigantes de Hielo y una resucitada, un fantasma desolado por el paso del tiempo, el hombre lobo y la princesa Leia venida desde una galaxia en guerra.

Tal vez para compensar su gusto por la línea clara en poesía, Luis Alberto de Cuenca siempre ha mostrado su predilección por ese mundo oscuro de la imaginación gótica, que ha ido reflejando en sus libros de poesía o en su edición del Tratado sobre vampiros del benedictino Augustin Calmet.

Reino de Cordelia ha reunido El cuervo y otros poemas góticos treinta textos de temática gótica que Luis Alberto de Cuenca escribió entre 1970 y 2009. Cada uno de los poemas lleva una ilustración de Miguel Ángel Martín diseñada para esta cuidada edición que aparece en la colección Los versos de Cordelia.


Santos Domínguez