1/10/10

Símbolos solubles


Kikí Dimulá.
Símbolos solubles.
Traducción de Nina Anghelidis.
Introducción de Juan Antonio González Iglesias.
Linteo Poesía. Orense, 2010.

Considerada por la crítica como la mejor poeta griega desde Safo, Kikí Dimulá (Atenas, 1931) ha recibido recientemente el Premio Europeo de Literatura, que reconoce la importancia de una obra que durante más de medio siglo ha transformado la poesía griega contemporánea.

Parte de su obra se tradujo al español por vez primera en 1989 por Nina Anghelidis, una acreditada traductora de poetas griegos contemporáneos, responsable también de la versión que Linteo acaba de publicar con el título Símbolos solubles.

Con una introducción de Juan Antonio González Iglesias, es una antología que recoge poemas inéditos en español de algunos de los libros más significativos de Kikí Dimulá, desde Lo poco del mundo (1971) hasta Nos hemos trasladado al lado (2007).

Como una poeta fuerte define González Iglesias a Kikí Dimulá, que concibe la poesía como revelación, como epifanía de la palabra que hace al lector partícipe de su mirada renovada sobre el mundo.

Lirismo y precisión verbal son los medios para llevar a cabo una indagación en la realidad que es antes que otra cosa una indagación expresiva, “una excursión lejos de la populosa lengua”, como señaló en su discurso de ingreso en la Academia de Atenas.

La sensación de pérdida, la experiencia de la soledad, el sentimiento del tiempo son las constantes temáticas de una poesía que convierte lo cotidiano en material simbólico que aspira a resistir la disolución y a reflejar el instante detenido en el poema:

Desciendo al fondo,
busco, penetro en los naufragios.

La poesía de Kikí Dimulá pretende extraer valores insospechados de la lengua, sometida a una tensión inusual para obligarla a expresar el asombro, a transformar la perplejidad en revelación y a instituir una realidad más alta desde su propia subjetividad: Escribo porque esta es la única elevación que me ha sido otorgada.

Y el poema se convierte así en el lugar en que se armonizan los contrarios, en un universo que contiene el universo, en un territorio resistente al tiempo y a la conciencia de la fugacidad:

Y algo frío, glaciar me está cincelando.


Santos Domínguez