9/7/06

Cuentos de Willa Cather



Willa Cather.
Los libros de cuentos.

Traducción de Olivia de Miguel.
Alba. Barcelona

En el prólogo de su edición de La muerte llama al arzobispo en Cátedra Letras universales, Manuel Broncano lamentaba que no hubiese ninguna traducción al castellano de los cuentos de la norteamericana Willa Cather(1873-1947). Era el año 2000 y el prologuista emplazaba a alguna editorial española a acometer ese proyecto.
En enero de 2006, Alba Editorial asumió esa labor con la publicación de Los libros de cuentos, un volumen en el que se reúnen todos los libros de cuentos que Willa Cather publicó o proyectó en vida: son, en total, dieciocho narraciones que, desde 1905 hasta 1947, el año de su muerte, cubren la evolución en el género del cuento y la novela corta de una escritora que, junto con Carson McCullers y Flannery O'Connor, representa el lado femenino del llamado Renacimiento del Sur en la narrativa norteamericana de la primera mitad del siglo XX. William Faulkner declaró más de una vez su admiración por ella y Truman Capote llegó a decir que era la mejor escritora de América.
Viajera, periodista y maestra, desde 1912, cuando ya había ahorrado lo suficiente, se dedicó a la literatura para escribir sobre la zona fronteriza de Nebraska, donde pasó parte de su vida.

Técnicamente, algunos de estos relatos están más cerca de la novela corta que del cuento y su forma de narrar se emparenta más con la herencia decimonónica de Henry James, Poe o Hawthorne, que con la de sus contemporáneos de la generación perdida.

La autobiografía como materia prima, el espacio de la frontera y los tipos que la habitan en una llamativa correlación de paisaje y personaje, o una fluidez narrativa que se puede confundir a veces con la falta de rigor estilístico, son algunos de los rasgos comunes a estos relatos y al resto de la producción narrativa de Willa Cather, una escritora en la que conviven de forma ejemplar técnica y sensibilidad, literatura y vida.
Sutileza en la creación de personajes y trazado de una línea argumental suave en la que la vida de los pioneros, la imagen constante de la pérdida, el contraste entre campo y ciudad o entre naturaleza y civilización, fraguan en unos relatos de gran vigor creativo.
Willa Cather suele partir en sus cuentos de temas sencillos para construir con una prosa limpia cuentos de una rara intensidad en los que el enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, la independencia personal, los sueños, las esperanzas y las ilusiones perdidas y la huida de todo sentimentalismo son los asuntos fundamentales desde los que se aborda la hondura psicológica de unos personajes de frontera, extraños y al mismo tiempo, vivos.
La edición, tan cuidada como es característico de Alba Editorial, y la limpia traducción de Olivia de Miguel, hacen aún más agradable la lectura de un libro como este, abundante en relatos de los que el lector no olvida fácilmente. Un concierto de Wagner o Antes del desayuno son dos de esos cuentos inolvidables de serena y conmovedora belleza.

Santos Domínguez