Reseñar libros malos no es sólo una pérdida de tiempo, sino también un peligro para el carácter (W.H. Auden)
28 junio 2010
Memorias de ultratumba
25 junio 2010
El siglo del arte nuevo

Volumen 3.
El siglo del arte nuevo (1598-1691).
Pedro Ruiz Pérez.
Editorial Crítica. Madrid, 2010.
Como el resto de los volúmenes que forman parte del proyecto, El siglo del arte nuevo no se limita a escribir una historia literaria actualizada que habla de períodos, corrientes y obras, sino que se fija también en cuestiones fundamentales como el papel del escritor, las formas de transmisión de la obra literaria o las siempre problemáticas relaciones entre la literatura y el poder.
En un bloque inicial (Teatro de novedades) se aborda el contexto histórico en el que surge el Barroco, una edad conflictiva en un mundo de apariencias y desengaños, los escenarios ideológicos o el carácter urbano de la cultura contrarreformista, el papel de la imprenta, la novedad del arte como recreación ingeniosa o el papel del público lector, oyente o espectador.
Un segundo apartado se acerca a la república literaria, al mundo del creador, analiza el papel de la censura, el control de la autoridad y la autoría, las competencias y las rivalidades entre los escritores.
Los viajes del Parnaso, la tercera sección del libro, es la más parecida a una historia literaria. A través de los autores, las obras y los géneros se describe en ella la evolución de la literatura barroca, desde la innovación inicial a la deriva final pasando por el esplendor que vivieron sus diversas manifestaciones genéricas.
Finalmente, una amplia selección de textos de apoyo recoge, además de significativos fragmentos literarios, documentos de carácter historiográfico, sociológico, ideológico o estético que iluminan el contexto del que surge la literatura del XVII y manifiestan la importancia de la religión, las ideas literarias y las claves temáticas de la época, las diversiones, fiestas y espectáculos, la poética y la metapoética, los intereses ideológicos y las preocupaciones morales de los intelectuales, los juicios críticos o las polémicas entre escritores.
En conjunto, El siglo del arte nuevo propone un análisis más propio de la monografía que del manual a través de una mirada renovadora y actualizada sobre aquella época de retraimiento y desintegración del imperio español, sobre una cultura que pierde en el aislamiento tridentino su dimensión europea y se somete a un poder religioso que acabó contaminando de doctrina y envenenando de moral católica todas las manifestaciones culturales y enlutando la vida social con los negros ropones clericales.
La manipulación ideológica que destilan las obras teatrales de Lope y de Calderón, el concepto de la honra como cimiento de la estructura social, el engaño a los ojos y la vida como espectáculo y como apariencia, como teatro de comportamientos, el desengaño del discreto, la máquina teatral y la pirotecnica verbal, los juegos caligramáticos y los jeroglíficos son algunas de las claves que se dilucidan en las abundantes páginas de este volumen, que incorpora, como todos los de la serie, un cuadernillo central con esclarecedoras ilustraciones.
23 junio 2010
Harold Bloom. El canon del ensayo
Harold Bloom.Ensayistas y profetas.
El canon del ensayo.
Traducción de Amelia Pérez de Villar.
Páginas de Espuma. Madrid, 2010.
Veinte retratos que son a la vez veinte análisis de un pensamiento múltiple que construye la modernidad: un Montaigne precursor de Hamlet, porque como él, cambia porque lee lo que escribe; un Pascal que simultaneaba su doble capacidad de ofender y edificar; Samuel Johnson, el mayor crítico de la historia cultural de Occidente, el prototipo del sabio; Rousseau y su sensibilidad atormentada en las Confesiones, eslabón entre Montaigne y Freud; Boswell, creador del modelo de biografía total con su Vida de Samuel Johnson; Hazlitt y su poética del poder a través del análisis de Shakespeare; Carlyle, que con sombrío optimismo dejó escrito que la historia es un texto ilegible; Emerson, un profeta literario que hizo de sí mismo el tema esencial de su obra; Kierkegaard, padre legítimo de Kafka; Thoreau, un Montaigne de todo lo que está fuera, un profeta del ecologismo; Ruskin, un crítico trágico e innovador a partes iguales; Walter Pater, solipsista y cándido defensor de la dignidad del arte; Nietzsche, que se dio cuenta de las implicaciones de la poesía en el conocimiento; Freud y su simplificación reduccionista en la interpretación de los sueños; un Huxley visionario, mejor ensayista que narrador; Sartre y su obsesión con la conciencia o el admirable moralista que fue Camus, heredero de una larga tradición racionalista.
Con esos nombres y su polémica lucidez crítica, Bloom compone un panorama significativo de la evolución del ensayo, de la variedad de enfoques que admite el género y de su determinante aportación para construir la mentalidad moderna y el análisis contemporáneo de la realidad.
21 junio 2010
Josep Pla. Notas y dietarios

Notas y dietarios.
Prólogo de Carles Casajuana.
Traducción de Dionisio Ridruejo,
Gloria de Ros y Xavier Pericay.
BackList Selectos. Barcelona, 2008.
El cuaderno gris es un diario inusual, porque no nace del día a día, del presente momentáneo, sino de la evocación posterior, de la memoria que reconstruye y de la invención que reescribe el diario de aprendizaje del escritor en ciernes (1918-1919) casi cincuenta años después, porque la versión original en catalán es de 1966.
Las Notas dispersas, escritas al paso de los días y los años, sin referencias cronológicas, lo que aporta una mayor libertad a la divagación, recogen sus recuerdos y lecturas y constituyen un complemento de El cuaderno gris, que Pla reelaboraba a la vez que escribía estas notas.
Las Notas para Silvia son su continuación natural. Las redactó entre los años cincuenta y los setenta, antes de las Notas del crepúsculo, en las que se proyecta el último Pla, el más radicalmente desengañado.
Cualquiera de los libros incluidos en el volumen, escritos sin un plan premeditado, permite -casi exige- una lectura similar. Son obras para abrir al azar por cualquier página con la seguridad de encontrar en ellas la prosa excelente de Pla y con la agudeza de su mirada analítica.
Contradictorio y antidogmático, imprevisible y subjetivo, irónico y socarrón, reflejó en estos libros que abarcan toda su vida y casi mil quinientas páginas sus deambulaciones por ciudades y campos, sus divagaciones literarias, sus notas de lectura.
Y lo hizo con lo que podríamos llamar en términos cortazarianos una prosa del observatorio, inteligible y antirretórica. Educó su pluma y su mirada en el periodismo, practicó la lentitud contemplativa y como Stendhal fijó su interés en los detalles y reflexionó constantemente sobre el estilo y el oficio de escribir.
Viajero por Europa y América, sedentario en el Mas Pla de Llofriu, Pla es localista y cosmopolita a un tiempo. Y así son también estas páginas en las que se pasa con naturalidad de la pequeñez de la anécdota o la maledicencia de la tertulia a la hondura reflexiva del pesimista y al análisis político y cultural.
Lector y heredero de Montaigne y de los moralistas franceses, Pla fue un paseante solitario como Rousseau, escribió desde París y Berlín o desde una sombría pensión de la calle Aribau de Barcelona, deambuló por Moscú y por Buenos Aires y acabó retirado -como Montaigne en su castillo- en el Mas Pla de Llofriu.
Desde Roma o desde Cadaqués, desde Playa Fornells o desde Nueva York, Pla deja anotados recuerdos y lecturas, aforismos y retratos, descripciones de paisajes y calles o reflexiones morales que se suceden sin transición en este volumen que Carles Casajuana define en su prólogo como un “singular mosaico autobiográfico.”
Pero hay algunas líneas maestras que recorren los cuatro títulos: el paso del tiempo como tema esencial, el desengaño y la memoria como actitud, la invención autobiográfica y la lenta contemplación como estrategia, la libertad de escritura y el cuidado de la prosa como método.
Todo eso se resume en este párrafo ejemplar, una de las últimas de sus Notas del crepúsculo, en donde Pla deja con su mejor prosa su testamento literario y su visión de la vida:
En estos momentos, en esta casa, hay un gato muy pequeño, un gatito que sigue sistemáticamente a su madre y que, sin embargo, es tan esmirriado, tan fosforescente, tan esquivo, que es una auténtica maravilla. Como a todos los gatos de su edad, lo que más le gusta es jugar. Si estuviera alimentado, sería de un negro absoluto; ahora es de un negro tirando a dorado, con manchas de gris, de una delgadez total. Tiene unos ojos cambiantes y prodigiosos: a veces de un color oro intensivo; a veces de un color blanquecino embobado; a veces absolutamente indiferentes. Ahora este gato quiere jugar. Y, habiéndose entablado la tramontana, este viento mueve las hojas caídas, con el otoño, de los castaños de Indias de la era. A veces las hace rodar vertiginosamente sobre un punto determinado; a veces se las lleva por el aire como si fueran pájaros sin peso. El gato se encuentra en medio de todo este pequeño mundo de hojas que el viento mueve o se lleva como si nada. Lo miro desde una ventana de la casa. El gato está como loco. Mira el movimiento de las hojas, obsesionado. A veces quiere atrapar alguna hoja con la boca o con las patas, que se mueven, frenéticas, a su alrededor. Otras veces mira, como asustado, las hojas que el viento se lleva por el espacio. No puede atrapar ni una. Se abalanza sobre ellas, salta, da todo tipo de vueltas, entra en una especie de demencia. A veces se detiene y mira qué tiene que hacer. Retoma el movimiento frené-tico. Las hojas, secas, hacen un ruido como de cristal. El viento se lo lleva todo: el gato no tiene fuerza para morder una hoja ni para atrapar una con las uñas. El gato ha perdido. Su enorme vivacidad de juego no le ha servido de nada. El viento ha ganado. Al cabo de poco, veo que el animalito se echa en la tierra de la era, más muerto que vivo, esmirriado, famélico, acabado... A veces me pregunto si la vida humana no es algo semejante.
18 junio 2010
París y otras ciudades encontradas

Antonio Ferres.
París y otras ciudades encontradas.
Gadir. Madrid, 2010.
En su colección La voz de las cosas, donde ya publicó La desolada llanura, Gadir edita el último libro de poesía de Antonio Ferres (Madrid, 1924).
París y otras ciudades encontradas es un libro que celebra la vida y lamenta el paso del tiempo, suma lo personal y lo colectivo, lo existencial y la conciencia crítica y compagina el dolor de las derrotas y la esperanza en que la Historia supere sus errores.
En sus versos cortos y sus poemas directos conviven la mirada y el recuerdo, el sueño y la contemplación de un París de tormentas y bulevares hacia el Sena o de una ciudad oceánica en la que emerge nocturna la Atlántida.
Evocados, soñados o contemplados, en la contención verbal y emocional de estos poemas viven el amor y los bosques, la ciudad como metáfora del pequeño mundo del hombre, las muchachas y los pájaros, las islas y las montañas, el recuerdo y la esperanza de una ciudad invisible hecha de signos y de rostros, el sueño de una nueva realidad desde la noche oscura, en un incendio de palabras en el que se consume el mundo y se consuma el tiempo, porque
Morir es como estar
es como vivir siempre
Es tan fácil volver
desde la muerte
desde las tumbas enrojecidas
tan fija la luz
bajo el disco glorioso del sol
desde las tierras altas
volver de la mano del Nilo
volver otra vez
como dioses de carne
-Nefertiti-.
Santos Domínguez
16 junio 2010
La orilla de las mujeres fértiles

La orilla de las mujeres fértiles.
Calambur. Madrid, 2010.
Organizado en dos partes, los catorce poemas de la primera sección y el cruce de ensayo y poesía de los diez textos que forman la Coda tienden una mano solidaria y femenina a las niñas/mujeres de África, proyectan una mirada de rabia compasiva hacia las niñas del Níger sobre las que atardece el mundo, dan voz y palabras a las novias de ocho años ofrecidas en los mercados.
En la línea de Jabès y de Valente, para Marifé Santiago el desierto es el lugar natural del poeta. Esa formulación metafórica se convierte en una realidad literal en este libro en el que conviven la emoción y la denuncia, la ética y la poesía, la memoria y el testimonio.
La experiencia literaria es un encuentro con el otro, una mirada que provoca el diálogo y el conocimiento de una realidad centrada en estas mujeres resistentes, supervivientes del dolor y de la dignidad desde su múltiple condición de víctimas, por niñas, por pobres, por africanas a las que nadie va a dedicar el Cantar de los Cantares:
la pobreza pesa tan poco como la sombra de una araña, y la memoria de la pobreza pesa tan poco como el sueño de aquella viuda que habría cumplido nueve años en diciembre.
Pero La orilla de las mujeres fértiles es también una exploración en la memoria personal y universal, en lo cósmico y en la mitología a través de lo cotidiano y, sobre todo, una puerta abierta a la esperanza:
A veces, la escritura es el manto que regresa a la vida a quien estaba muriéndose de frío...
A veces, las mujeres que tienen miedo o están tristes cantan; el canto otorga el don de la esperanza, de la voz, del agua del alba sobre las rosas...
14 junio 2010
La palabra del mudo
La palabra del mudo.
Seix Barral. Barcelona, 2010.
Casi un centenar de cuentos integran esta edición definitiva en Seix Barral, que incorpora un relato inédito (Surf) que Ribeyro terminó el 26 de julio de 1994, poco antes de morir. De ese mismo año funesto son las reflexiones sobre el género del cuento que sirven como prólogo de un volumen en el que el peruano da voz al mudo, al marginado, al olvidado.
Y es que a través de la mayoría de sus cuentos se expresan los que en sus vidas están privados de la palabra: Yo les he restituido este hálito negado y les he permitido modular sus anhelos, sus arrebatos y sus angustias.
Heredero de Kafka y discípulo de Borges, Ribeyro creó uno de los mundos literarios más personales e interesantes de la narrativa hispanoamericana contemporánea. Sus relatos urbanos proyectan un inesperado destello de fantasía y de irrealidad sobre lo cotidiano y configuran un universo narrativo poblado por personajes que se mueven por los barrios populares de Lima entre el desconcierto y el asombro. Como sus personajes, Ribeyro se siente parte de ese mundo acallado y por eso sus relatos combinan lo autobiográfico y la mirada crítica o escéptica, el recuerdo de la infancia con la denuncia de la miseria.
Son relatos apoyados en una sólida técnica y en una reflexión constante que se plantea los límites y las características técnicas de un género más mostrativo que didáctico. De esa reflexión surgió el decálogo que abre el volumen con una reivindicación del interés por la historia y del papel del lector en afirmaciones como estas:
El cuento se ha hecho para que el lector pueda a su vez contarlo.
La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real debe parecer inventada y si es inventada, real.
Entretener, conmover, intrigar o sorprender son algunos de los objetivos que Ribeyro propuso en el decálogo. Y estos cuentos, a menudo abiertos y siempre brillantes, son su demostración eficiente. Desde Los gallinazos sin plumas, que escribió en 1954, hasta el inédito Surf, pasando por el maduro Sólo para fumadores, La palabra del mudo refleja más de cuarenta años de dedicación insistente y brillante a la narrativa breve.
Y de una creciente pericia marcada por una evolución que pasa por dos momentos, por dos modalidades sucesivas: la modalidad inventiva que domina en sus primeros libros y la modalidad evocativa que se va imponiendo a partir de los años ochenta en sus relatos.
No leer a Ribeyro, y especialmente su narrativa breve, es desconocer gran parte de la riqueza de la literatura hispanoamericana, que sin él sería mucho más plana, mucho más pobre, mucho más muda.
12 junio 2010
Hojas de Madrid con La galerna
Hojas de Madrid con La Galerna.
Edición de Sabina de la Cruz.
Prólogo de Mario Hernández.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores publica la edición completa de Hojas de Madrid con La galerna, un amplio conjunto de poemas que Blas de Otero dejó inéditos cuando murió el 29 de junio de 1979.
En estos poemas está el Blas de Otero comprometido con su entorno y atento a lo que le rodea, persiste el existencialista (el coexistencialista, prefería decir él) que reflexiona visceralmente sobre el sentido de la vida y la escritura, pero además aparece el poeta más arriesgado con la experimentación verbal, el de expresión más libre, el que reescribe un famoso verso de Neruda para hacerle decir esto:
Puedo escribir los tristes más versos esta noche.Y yo que hice tantos viajes, dentro de poco haré un viaje desconocido.
Lo que siento es dejar aquí tantas tiendas, tantas calles, tantos hombres.
Por eso, el Blas de Otero de su última madurez es también el más joven como poeta. Por los textos de Hojas de Madrid con La galerna ha pasado el tiempo sin hacer estragos como los que el poeta evocaba en Túmulo de gasoil, uno de los mejores poemas de toda su trayectoria:
Hojas sueltas, decidme, qué se hicieron
los Infantes de Aragón, Manuel Granero, la pavana para una infanta,
si está Madrid iluminado como una diapositiva
y sólo en este barrio saltan, ríen, berrean sesenta o setenta y cinco niños
y sus mamás ostentan senos de Honolulu, y pasan muchachas con sus ropas chapadas,
faldas en microscuro, y manillas brillantes y sandalias de purpurina,
hojas sueltas, caídas
como cristo contra el empedrado, decidme,
quién empezó eso de cesar, pasar, morir,
quien inventó tal juego, ese espantoso solitario
sin trampa, que le deja a uno acartonado,
si la plaza de Oriente es una rosa de Alejandría,
ah Madrid de Mesonero, de Lope, de Galdós y de Quevedo,
inefable Madrid infestado por el gasoil, los yanquis y la sociedad de consumo,
ciudad donde Jorge Manrique acabaría por jodernos a todos,
a no ser porque la vida está cosida con grapas de plástico
y sus hojas perduran inarrancablemente bajo el rocío de los prados
y los graves estrofas que nos quiebran los huesos y los esparcen
bajo este cielo de Madrid ahumado por cuántos años de quietismo,
tan parecidos a don Rodrigo en su túmulo de terciopelo y rimas cuadriculadas.
11 junio 2010
Ramaiana

Ramaiana.
Traducción de Roberto Frías.
Atalanta. Memoria mundi. Gerona, 2010.
Más antiguo y breve que el Mahabarata, que trata de las dinastías lunares, el Ramaiana es el relato complementario que se centra en las dinastías solares. Protagonizada por el príncipe Rama, forma parte de la tradición más ancestral y más viva de esa cultura oriental, que se reconoce en la historia y en el mito fundacional de un héroe en el que se reencarna la divinidad de Visnú y que representa una referencia del buen gobierno y del príncipe perfecto en ese dios hecho hombre que habita la mayor parte de las mitologías y las religiones.
Una de las características que definen a los clásicos es que el lector nunca tiene la sensación de leerlos por primera vez. Están tan asimilados a la memoria colectiva de cada cultura que parecen haber estado siempre en ese fondo común que es la tradición.
Como en otras narraciones mitológicas, se cruzan en el Ramaiana lo cotidiano y lo sobrenatural, en una especie de realismo mágico que afecta a la descripción de una naturaleza maravillosa y compasiva con el héroe, que sufre las pruebas físicas y los avatares morales propios de su condición mítica: el destierro, la travesía del bosque peligroso -una metáfora espacial del aprendizaje de la vida-, el dominio de las aguas del mar y de la naturaleza a través de la caza, las tentaciones de la carne o las pociones mágicas.
Con traducción de Roberto Frías, se ha tomado como base de esta versión la edición inglesa de Arshia Sattar, catedrática de lenguas y culturas asiáticas de la Universidad de Chicago, que firma un excelente prólogo sobre la construcción y el sentido del libro. Lo cierra con estas palabras, que son también una invitación a la lectura:
El significado del Rāmāiana no se deriva de una geografía o una historia sagrada; más bien extrae su significado de lo que puede decirnos sobre nosotros mismos, sobre nuestras decisiones y sobre la manera en que elegimos vivir.
09 junio 2010
Libro del desasosiego

Fernando Pessoa.
Libro del desasosiego.
Edición de Manuel Moya.
Baile del Sol. Madrid, 2010.
Es uno de los clásicos imprescindibles que nos ha dejado el siglo XX. Y como todos los clásicos, es por definición inagotable. Un cuarto de siglo después de que apareciera la primera versión española de Ángel Crespo, Baile del sol publica una nueva traducción del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa. La ha preparado Manuel Moya, que escribe en el prólogo:
Pocos autores del siglo XX se han sentido tan visceralmente refractarios a los movimientos sociales como este lisboeta solitario y anónimo que, si bien trató en su juventud de tener su propio papel en el reparto social, acabó convirtiéndose en una sombra, desligado del afecto y apenas acompañado por la admiración de algunos pocos contemporáneos. Ni la violencia radical de Celine, ni los nihilismos de Beckett o Cioran, llegan más lejos en cuanto a desgarro y escepticismo que los de este casi invisible traductor de cartas comerciales, este paseante ensimismado, este contemplador convulso de un microcosmos hermoso y decadente como Lisboa. Los personajes que jalonan Libro del desasosiego, convictos de su vacío radical, afirmados en su anónima dignidad, conscientes de su desmesurada intrascendencia, habitan un mundo en descomposición, zozobrante, crepuscular, anclado en el vacío y en la desesperanza. Visto así, el libro es «un breviario del decadentismo», como lo definiera su traductor y crítico alemán Georg Rudolf Lind.
Murió ese mismo año sin haberlos publicado y dejó ese desorden en las carpetas que contenían centenares de fragmentos que después de la primera edición de 1982 aún siguen planteando problemas de organización.
Entre la secuencia temática y la cronológica, quizá la esencia de estos textos sea su fragmentarismo, su carácter abierto, su desarrollo caleidoscópico y azaroso, la radical libertad de su escritura.
Esta cuidada edición es una buena ocasión de volver a la Lisboa de Pessoa / Soares y a su mundo visto por un personaje que es del tamaño de lo que veo y no del tamaño de mi estatura.
En el Prefacio del presentador del libro, Fernando Pessoa describe a Soares como un hombre de unos treinta años, delgado, más bien alto que bajo, encorvado exageradamente mientras permanecía sentado, pero no tanto cuando se hallaba de pie, vestido con un cierto desaliño no del todo desaliñado.
En su primera presentación, el personaje se describe como perteneciente a esa clase de hombres que están siempre al margen de aquello a lo que pertenecen.
Desde la oficina de Vasques y Cía, en la Rua dos Douradores, hasta el mar, cercano al Terreiro do Paço donde pasa tardes enteras a la orilla del Tajo, Soares vaga por las calles de la Baixa, por las plazuelas solitarias bajo la niebla o la lluvia en un ejercicio contemplativo de renuncia y distancia frente a la vida trivial simbolizada por el patrón Vasques.
07 junio 2010
Yves Bonnefoy. Diccionario de mitologías


Yves Bonnefoy.
Diccionario de mitologías.
Edición de Carlota Casas Baró.
BackList Clásicos. Barcelona, 2010
BackList recupera ahora esta obra portentosa en su colección Selectos, con una nueva y actualizada selección de entradas que se han organizado alfabéticamente, lo que facilita una consulta rápida y ágil y un tejido de relaciones (una red de ejemplos, en palabras de Bonnefoy) imprescindibles en una obra de este calibre y ambición, que quedará como uno de los monumentos del estructuralismo francés del siglo pasado.
Ese enfoque permite ir desvelando las estructuras profundas (creación, cosmos, sacrificio...) que subyacen bajo las apariencias desordenadas o inarticuladas de los relatos míticos y la yuxtaposición del análisis y la síntesis en forma de una reflexión sistemática sobre las mitologías, sobre su esencia narrativa y su función social o ideológica.
Coordinada por Bonnefoy, su título completo, que recuerda la pormenorización dieciochesca, era Diccionario de las mitologías y de las religiones de las sociedades tradicionales y del mundo antiguo. Participaron en su redacción un centenar de prestigiosos investigadores que reunieron y actualizaron las aportaciones más importantes en el terreno de los estudios mitológicos. Pese a que es una obra abierta desde hace más de dos décadas, es ya una referencia ineludible en el análisis riguroso y la interpretación científica de las mitologías y las religiones de todo el mundo.
Por encima de su importancia cultural e histórica, más allá de su función en la construcción del inconsciente colectivo, el interés de este tipo de estudios lo resumió Yves Bonnefoy en el excelente prólogo a la edición francesa. Escribía allí estas palabras sobre la actualidad del mito: Cada vez más, la mitología se nos presenta como uno de los grandes aspectos de nuestra relación con nosotros mismos.
03 junio 2010
Feria del libro 2010

El círculo de los mentirosos.
Traducción de Néstor Busquets.
Debolsillo. Barcelona, 2010.

El segundo círculo de los mentirosos.
Traducción de Belén Gala y Pilar González.
Debolsillo. Barcelona, 2010.

Sueños.
Traducción de Iván de los Ríos.
Errata naturae. Madrid, 2010.

El tiempo recobrado.
Traducción de Carlos Manzano.
Debolsillo. Barcelona, 2010.

Visiones de Asia.
Traducción de Ricardo San Vicente.
Minúscula. Barcelona, 2010.

Mosquitos.Traducción de Daniel Gascón.
Prólogo de Justo Navarro.
Ediciones Alfabía. Barcelona, 2010.
El imitador de voces.
Traducción de Miguel Sáenz.
Alianza. Madrid, 2010.

El viajero sin propósito.
Traducción, prólogo y notas
de Pedro Tena.
Gadir. Madrid, 2010.

Homero, Ilíada.
Traducción de
Xavier González Rovira.
Compactos Anagrama. Barcelona, 2010.
Miguel Hernández.Obra poética completa.
Introducción, estudios y notas
de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia.
Alianza Literaria. Madrid, 2010.

Obras. Poesía y prosa.
Edición de Nicanor Vélez.
Prólogo de James Valender.
Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.

Ed. de Ángel L. Prieto de Paula.
Calambur Poesía. Madrid, 2010.

Cuerpo plural.
Antología de la poesía
hispanoamericana contemporánea.
Pre-Textos. Valencia, 2010.

Gaudete.
Traducción de Juan Elías Tovar.
Lumen. Barcelona, 2010.

Parranda larga.
Antología poética.
Selección y prólogo de Elvio E. Gandolfo.
Alfaguara. Madrid, 2010.

Hojas de Madrid con La Galerna.
Edición de Sabina de la Cruz.
Prólogo de Mario Hernández.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.

Generación Blogger.
Selección de David González.
Prólogo de José Ángel Barrueco.
Bartleby Poesía. Madrid, 2010
Tarde o temprano.
Poemas 1958-2009.
Tusquets. Barcelona, 2010.

Cantos.
Traducción e introducción
de Antonio Pau.
Linteo Poesía. Orense, 2010.
Pocos poetas han marcado tan decisivamente el camino de la poesía de los dos últimos siglos como Friedrich Hölderlin (1770-1843), del que la espléndida colección Linteo Poesía acaba de editar en versión bilingüe los Cantos, con traducción e introducción de Antonio Pau. Escritos entre mayo de 1801 y diciembre de 1803, son una muestra del último Hölderlin lúcido. En el irracionalismo radical y transgresor de estos Cantos, que él mismo definió como poemas mayores, aislados y líricos, está reelaborado en su forma definitiva el mundo poético de Hölderlin: las islas y los dioses griegos, los ríos alemanes, los héroes trágicos y épicos. En sus veinte poemas que abarcan la oda y la elegía, en el huésped de las sombras de los Cantos nocturnos o en el júbilo alto y puro de los Cantos patrios, brilla la polifonía poética de una obra por la que cruza la subjetividad exacerbada de Hölderlin, el amor y la mitología, el pensamiento y la visión. Más de dos siglos después, esa música extraña y oscura sigue sonando en la noche del mundo.

Cuentos.
Llamadas telefónicas.
Putas asesinas.
El gaucho insufrible.
Anagrama. Barcelona, 2010.
La palabra del mudo.
Seix Barral. Barcelona, 2010.

La forma de la noche.
Rey Lear. Madrid, 2010.
Páginas de Espuma. Madrid, 2010.

De una edad tal vez nunca vivida.
Narrativa Bartleby. Madrid, 2010.

Verano.
Traducción de Jordi Fibla.
Mondadori. Barcelona, 2010.

Stephen Crane.
Historias de Nueva York.
Prólogo de Juan Bonilla.
Traducción de David Cruz.
Narrativas de El olivo azul. Córdoba, 2010.

Soy un gato.
Traducción de Yoko Ogihara
y Fernando Cordobés
Impedimenta. Madrid, 2010.

Cuentos reunidos.
Traducción de Beatriz Ruiz Arrabal.
Debolsillo. Barcelona, 2010.

Mal trago.
Traducción de Bárbara Mingo.
Errata naturae. Madrid, 2010.
Erich Kästner (Dresde 1899-Múnich 1974) publicó en 1936 esta Historia de un moralista, una denuncia de la degradación política y social de la Alemania de comienzos de los años treinta. Ambientada en Berlín y con una evidente base autobiográfica, su protagonista, Jacob Fabian, nos conduce a través de un itinerario moral a este diagnóstico desolado e intemporal: No pereceremos por el hecho de que algunos de nuestros contemporáneos sean especialmente infames, ni tampoco porque algunos de estos individuos sean precisamente los que administran nuestro globo. Estamos pereciendo a causa de la pereza de nuestras almas. Queremos que esto cambie, pero nosotros no queremos cambiar.

Algo elemental.
Traducción de Aurelio Major.
Atalanta. Ars brevis. Gerona, 2010.

Traducción de Juan José del Solar.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. Barcelona, 2010.
Anagrama. Barcelona, 2010.

Jürg Amann.
Robert Walser.
Una biografía literaria.
Traducción de Rosa Pilar Blanco.
Siruela. Madrid, 2010.

Filosofía: una guía para principiantes.
Traducción de Teresa Rocha Barco.
Alianza Editorial. Madrid, 2010.

El legado de Homero.
Traducción de Carmen Criado.
Debate. Barcelona, 2010.

Nunca fue tan hermosa la basura.
Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores.
Barcelona, 2010.
Alegato contra la pureza.
Barataria. Sevilla, 2010.

Diccionario de mitologías.
Edición de Carlota Casas Baró.
BackList Clásicos. Barcelona, 2010
Harold Bloom.Ensayistas y profetas.
El canon del ensayo.
Traducción de Amelia Pérez de Villar.
Páginas de Espuma. Madrid, 2010.

Edición, introducción y notas de
Inoria Pepe Sarno y José María Reyes Cano.
Cátedra. Bibliotheca Avrea. Madrid, 2010.

Iliada.
Versión de Óscar Martínez García.
Alianza Editorial. Madrid, 2010.

Biographia Literaria.
Traducción y edición de Gabriel Insausti.
Pre-Textos. Valencia, 2010.

Edición bilingüe de
José Luis Calvo Martínez.
Cátedra Letras Universales. Madrid, 2009.
Traducción de Catalina Martínez Muñoz.
Rey Lear. Madrid, 2010.

La víspera de Santa Inés.
Traducción de Luis Alberto de Cuenca
y José Fernández Bueno.
Reino de Cordelia. Madrid, 2010.

Ramaiana.
Traducción de Roberto Frías.
Atalanta. Memoria mundi. Gerona, 2010.

Traducción de Lydia Kúper.
El Aleph Editores. Del Taller de Mario Muchnik.
Barcelona, 2010.

Leer España.
Planeta. Barcelona, 2010.

La casa de Lúculo o El arte de comer.
Ilustraciones de Miguel Ángel Martín.
Prólogo de Eduardo Riestra.
Reino de Cordelia. Madrid, 2010.

Notas y dietarios.
Prólogo de Carles Casajuana.
Traducción de Dionisio Ridruejo,
Gloria de Ros y Xavier Pericay.
BackList Selectos. Barcelona, 2008.

Plinio. Todos los cuentos.
Prólogo de Jorge M. Reverte.
Rey Lear. Madrid, 2010.
Recortadas contra el largo horizonte que discurre entre Tomelloso y Argamasilla, vuelven las siluetas inconfundibles del detective Plinio, jefe de la G.M.T., y del veterinario don Lotario. Rey Lear reúne en un volumen los relatos cortos protagonizados por esa pareja de herederos cervantinos y padres de la narrativa policial carpetovetónica. El mundo rural de la España de los sesenta, la espléndida prosa y la solvencia narrativa de García Pavón se resumen ejemplarmente en estos cuentos, que aparecieron en las Nuevas historias de Plinio y El último sábado. Con el humor y la ironía al fondo, hay en estos relatos una cuidadosa descripción de ambientes, una crítica social cubierta de sutileza cervantina, un muy eficiente manejo del diálogo y una exigencia estilística que da altura literaria a pequeñas obras maestras del género, como Echaron la tarde a muertos o una novela corta como El último sábado.
Ediciones del Viento. La Coruña, 2010.









