30/9/19

Diez rupias



Saadat Hasan Manto.
Diez rupias.
Selección, traducción del urdu y prólogo
de Rocío Moriones Alonso.
Nórdica. Madrid, 2019.


“En el nombre de Dios compasivo y misericordioso. Aquí yace Saadat Hasan Manto, y con él yacen enterrados todos los secretos y los misterios del arte del relato breve. Reposa bajo toneladas de tierra, preguntándose aún quién de los dos es el mejor escritor de relatos, Dios o él.”

Ese es el epitafio que el narrador Saadat Hasan Manto (Punjab,1912-Lahore, 1955), al que Salman Rushdie reconocía como “el maestro indiscutible del relato moderno de la India”, escribió para sí mismo un año antes de su muerte por cirrosis.

Lo recuerda Rocío Moriones Alonso en el prólogo -Manto: Más allá de la literatura india en lengua inglesa- que ha escrito para presentar los dieciocho relatos que ha seleccionado y traducido para la edición de Diez rupias, que publica Nórdica Libros.

Rocío Moriones, que ya había publicado otra selección de relatos de Manto hace siete años, explica en ese iluminador prólogo la problemática trayectoria vital y literaria del autor y las difíciles circunstancias sociohistóricas y culturales en las que escribió su amplia obra narrativa, formada por un total de doscientos cuarenta relatos y alguna novela.

En ese prólogo destaca la traductora la importancia de Manto como “uno de los pocos escritores indios que, a pesar de los prejuicios existentes, han conseguido hacerse un hueco en el panorama editorial occidental.

Tanto la calidad de su obra, escrita en urdu y desarrollada fundamentalmente en el campo del relato, como su carácter de cronista de los sucesos más dolorosos de la historia india de la primera mitad del siglo XX hacen de él uno de los escritores indios más representativos de ese siglo.”

Guionista de cine y de radio, además de narrador, la independencia y la rebeldía son los rasgos fundamentales de su obra y su escritura, cronista de su época y crítico de la injusticia social, Manto se instaló en Pakistán, donde pasó sus últimos seis años de vida, marcados por la autodestrucción y el alcoholismo, y reflejó en sus relatos de ambiente urbano las tensiones entre musulmanes e hindúes que están en el origen de la partición de la India poscolonial.

Esa partición religiosa que separó Pakistán de la India marcó un antes y un después en la historia de la India también partió en dos la biografía y la obra de Manto y constituye la clave fundamental del universo narrativo y moral de un escritor deslumbrante formado en gran medida en la lectura de los clásicos de la narrativa europea del siglo XIX, con Maupassant a la cabeza, a los que tradujo y de los que aprendió los fundamentos técnicos del relato breve, que combinó con una creciente influencia de la técnica cinematográfica.

Este volumen ofrece una selección de relatos representativos de su temática características: la sexualidad, la prostitución y la infancia, la situación de la mujer -en cuentos como El salvar negro, Tras el juncal o el que da título al volumen-, y sobre todo los conflictos políticos que reflejó en relatos como La nueva ley, Sucedió en 1919 o El último saludo.

Obsceno, irónico e irreverente, revolucionario o reaccionario, polémico siempre, provocador y disoluto, alcohólico y pobre, Manto vio marcada su vida y su obra por las contradicciones y las tensiones de la India y los conflictos religiosos y sociales que sufrió en primera persona.

Pero además de un testigo incómodo, Manto fue un maestro de la descripción y las técnicas elusivas: de la elipsis narrativa y de los finales abiertos; construyó sus relatos desde dentro hacia fuera, con una mirada que arranca del mundo interior del personaje o ahonda introspectivamente en su carácter, y combinó con equilibrio la narración y el diálogo, el monólogo interior y las voces del narrador y de los personajes con una agilidad narrativa y una tonalidad que recuerda con frecuencia a Chejov.

Es la cuarta vez que se traduce al español una obra del urdu, la lengua oficial de Pakistán, al español. En las otras ocasiones, la misma traductora, Rocío Moriones Alonso, hizo una labor tan impecable como la que ofreció en Atalanta: una brillante e inolvidable versión de Aroma de alcanfor, de Naiyer Masud.

Santos Domínguez