26/12/14

Inger Christensen. Alfabeto


Inger Christensen. 
Alfabeto. 
Traducción de Francisco J. Uriz. 
Poesía Sexto Piso. Madrid, 2014. 


La editorial Sexto Piso, que hasta ahora había encauzado su actividad en torno al género narrativo, al ensayo y al libro ilustrado, abre una nueva línea para obras poética que se inaugura con la edición bilingüe de Alfabeto, un libro fundamental de la danesa Inger Christensen (Vejle, 1935 - Copenhague, 2009) que estaba inédito en castellano.

Publicado en 1981 y traducido por Francisco J. Uriz, Alfabeto responde a una doble secuencia generadora. La primera, la más evidente: el orden alfabético que propone una enumeración de lo que existe, de forma que cada una de las catorce secciones se construye alrededor de la letra inicial de una serie de palabras de la A a la N: de los albaricoques a la noche pasando por las palomas y los soñadores, las muñecas y los asesinos, la niebla y la dioxina, los días y la muerte.

Pero el mecanismo estructural más importante es el que resulta de aplicar a las secuencias la sucesión numérica de Fibonacci, en la que cada elemento es la suma de los dos anteriores, un procedimiento generador de series que guarda relación con el número áureo y con las ramificaciones fractales de la naturaleza: 1; 2 (1+1); 3 (1+2); 5 (2+3); 8 (3+5); 13 (5+8); 21 (8+13); etc.

Aplicado ese principio matemático -presente también en los procesos naturales- a la construcción de las sucesivas series estróficas del libro, que son siempre el resultado de la suma de las precedentes, la primera sección tiene 1 verso, la siguiente 2, la siguiente 3, la siguiente 5 y así sucesivamente.

Ese es el procedimiento generador de la estructura de un libro que va creciendo exponencialmente y en cuyas construcciones sintácticas enumerativas el ritmo es fundamental como método poético y como resultado textual; un libro cósmico en el que la realidad se somete al orden verbal y numérico al que obedece el conocimiento humano, a través de la palabra, el número y la música.

Materia real y materia verbal, materia rítmica y materia numérica, materia poética y materia musical que hacen legible el mundo. Materiales de construcción de un texto invocador y generativo que recrea el mundo en forma de palabras con el tiempo al fondo y establece un diálogo entre el sujeto poético y la realidad de las cosas y las personas.

Pero de la belleza amenazada se pasa en un momento al deterioro, al odio y la destrucción:

La bomba de cobalto existe 
envuelta en su capa  
de isótopos de cobalto 60 

cuyo periodo de semidesintegración 
garantiza un efecto  
extremadamente dañino 

no hay más que 
decir; nosotros garantizamos 
que el daño será el mayor 
posible; no hay más que  
decir; nosotros 

/.../ 
matamos  
más de lo que creemos 
más de lo que sabemos 
más de los que sentimos; no hay más que 
decir; odiamos; 
no hay más

Y así se llega en la secuencia final (las noches existen, la hierba mora existe) hasta la destrucción de la vida. Porque el libro culmina a través del olvido y la devastación en un final desolado, en un punto en el que es imposible ocultar que el futuro / hoy no oculta nada porque solo quedan pozos carbonizados y bosques humeantes, y la lluvia llora mientras un grupo de niños busca refugio en una cueva /.../ pero no son niños /ya no hay nadie que los lleve en brazos.


Santos Domínguez