17/2/14

Trollope. Ojo por ojo


Anthony Trollope.
Ojo por ojo.
Traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez.
Alianza Editorial. Madrid, 2014.

Con traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez, responsable también de una espléndida edición de Las torres de Barchester en Cátedra, Alianza publica en su colección 13/20 Ojo por ojo, una obra de la última época del novelista inglés de la época victoriana Anthony Trollope (1815-1882).

Prolífico autor de casi cincuenta novelas, contemporáneo de Dickens, Thackeray, Wilkie Collins, George Eliot y las hermanas Brönte, de la fecundidad de su producción puede dar idea el hecho de que el mismo año que esta novela (1879) publicó otros tres títulos, aunque estaba ya en la fase final de su vida, pues moriría tres años después.

Pero esa fecundidad no se explica solo como resultado de una escritura compulsiva, sino sobre todo porque las novelas de Trollope tuvieron un enorme éxito de público, no tanto de una crítica que vio en él una máquina narrativa que construía historias superficiales sin profundizar en la sicología de los personajes ni ahondar en la complejidad de los conflictos.

Las novelas de Trollope sintonizaban con un público amplio porque reflejaban la vida cotidiana de su época con tramas sencillas y lineales que combinan el humor y la emoción. Conformista y convencional, sus personajes carecen de profundidad en el diseño de su carácter, pero su mérito fundamental radica en la capacidad de conectar con el gusto mayoritario de los lectores, a los que ofrecía lo que esperaban de una novela: un argumento poco complicado que interese al lector no por su profundidad, sino por su capacidad para emocionarle. 

Centrándonos en Ojo por ojo, una típica novela de Trollope, ni los prejuicios sociales o religiosos de la clase alta frente a una muchacha pobre de la que se enamora el protagonista provocan la más mínima reflexión crítica del narrador sobre aquella sociedad victoriana. Lo que aprovecha Trollope, lo que de verdad le interesa en esa historia es el conflicto que generan esas actitudes, su carga narrativa, en suma.

Anthony Trollope es –como explicaba Miguel Ángel Pérez en el prólogo a su edición de Las torres de Barchester- el más prolífico de los escritores victorianos. También el más desconocido en España, aunque en los últimos años a esa traducción se han sumado otras como la de El amor de un hombre de cincuenta años en Funambulista.

Su elusiva ambigüedad, su resistencia al compromiso y su cultivo de la paradoja lo convierten en un narrador sutil y en un escritor de sensibilidad casi contemporánea.

Y desde luego en un clásico menor nada despreciable, autor de uua literatura que todavía hoy tiene su público.

Santos Domínguez