27/11/13

La mujer y el pelele


Pierre Louÿs.
La mujer y el pelele.
Ilustraciones de Paul-Émile Bécat.
Traducción de Juan Victorio.
Prólogo de Luis Alberto de Cuenca.
Reino de Cordelia. Madrid, 2013.


Cuatro paradigmas de mujeres fatales: Marlene Dietrich, en El diablo era mujer, de Von Sternberg (1935); Brigitte Bardot, en La femme et le pantin,de Julien Duvivier (1958); Ángela Molina, en Ese oscuro objeto del deseo, de Luis Buñuel (1977); Maribel Verdú en La mujer y el pelele, de Mario Camus (1990).

Esas cuatro películas están basadas en una narración, La mujer y el pelele que se publicó en 1898 con el subtítulo Novela española, aprovechando el tirón comercial tardorromántico de la Carmen de Merimée.

Su autor, Pierre Louÿs (Gante, 1870-París, 1925), desenfadado y frívolo, amigo de Gide y de Valéry, había adquirido cierta fama desde 1894 por su falsa traducción en prosa de antiguos poemas de amor con el título Las canciones de Bilitis, una supuesta poetisa griega contemporánea de Safo y en realidad un invento de Louÿs. ¿Fabulación? ¿Fraude? Mírese como se quiera, como hizo su amigo Claude Debussy, que adaptó aquellas canciones para piano y voz.

Con su decadentismo fin de siècle y su espíritu trangresor, Louÿs convirtió su provocadora novela La mujer y el pelele, una historia de autodestrucción y de pasión obsesiva, en uno de los clásicos del género sicalíptico en aquellos años finiseculares desorientados, bohemios y vitalistas. Un clásico de largo alcance que como se ve sigue adaptándose al cine.

Y reeditándose en español, porque poco tiempo después de la traducción que publicó María Jesús Pacheco en Cátedra Letras Universales, Reino de Cordelia  lo rescata cuando se cumplen ciento quince años de su aparición con los estupendos grabados en color con que Paul-Emile Bécat ilustró una reedición francesa de 1945, con prólogo de Luis Alberto de Cuenca, que recuerda las noches de alegría que le dio en la mili, y con una eficiente traducción de Juan Victorio.

Santos Domínguez