16/11/12

Paul Auster. Poesía completa

Paul Auster.
Poesía completa.
Traducción y prólogo de Jordi Doce.
Seix Barral. Barcelona, 2012.


Sentirte separado del lenguaje es perder tu propio cuerpo. Cuando las palabras te fallan, te disuelves en una imagen de la nada. Desapareces.

Con ese texto, el decimotercero de sus Notas de un cuaderno de ejercicios de 1967, declaración de principios y manifiesto poético personal, se cierra la Poesía completa de Paul Auster que acaba de publicar Seix Barral en edición bilingüe con traducción y prólogo de Jordi Doce, que ha revisado para la ocasión la traducción que hizo de estos textos en 1996 para la editorial Pre-Textos con el título Desapariciones.

Como un alivio frente a la barrera de la prosa se planteaba el ejercicio de la poesía Paul Auster, que antes de ser novelista fue un poeta que estaba empezando a construir por entonces un universo literario coherente.

Por ejemplo, la relación que expresa el texto anterior entre el lenguaje y el mundo, la sensación de pérdida o la disolución del sujeto poético que aparece en esas breves líneas anuncian algunas de las líneas de fuerza de la obra narrativa de Auster.

Leer estos poemas a la luz de sus textos más conocidos es una de las razones que aconsejan este acercamiento a uno de los mundos literarios más sólidos de la literatura actual. Un mundo en el que la búsqueda de la identidad personal, de la voz propia y la mirada ocupan un lugar esencial, como en este Lapsario:

Se ha encontrado a sí mismo,
erguido en el lugar
donde el ojo más fieramente
se hace fuerte.

Iniciado en la poesía como traductor de los textos simbolistas franceses, esa vinculación con la literatura europea es una de las constantes de la obra de Auster, que une a la influencia juvenil de Emily Dickinson las de Mallarmé, Celan, Ungaretti o Jabés.

A lo largo de diez años, de 1970 a 1979, los poemas elusivos de Paul Auster, de versos cortos y ritmos sincopados, tienden a crecer desde el texto suelto a la secuencia de poemas, aspiran a proyectar iluminaciones verbales en la sombra del mundo y ponen los cimientos de un mundo literario en construcción a través de la mirada y la palabra.

Es una poesía contemplativa, un ejercicio de indagación lingüística y de búsqueda de sentido existencial en la estructura laberíntica de un mundo opaco, una poesía anclada en el lirismo, en la intensidad del lenguaje y en sus valores connotativos, en la libertad de las asociaciones verbales más que en la narratividad, en la abstracción y el conocimiento más que en el prosaísmo documental. Es lo que ocurre por ejemplo en Visible, de Fragmentos del frío:

Bobinas de relámpagos, desovilladas
en la noche escindida de invierno: truenos
tirados por estrellas, como si

tu fantasma hubiera pasado, ardiendo,
por el ojo de una aguja y se hubiera afinado
hasta la transparencia con la seda
de la nada.


Santos Domínguez