5/6/08

El Madrid de Juan Ramón Jiménez



Rocío Fernández Berrocal.
Guía del Madrid de Juan Ramón Jiménez.
Biblioteca Madrileña de Bolsillo.
Consejería de Educación. Comunidad de Madrid, 2007.



Aunque su figura y su poesía se suelen identificar con los paisajes de Moguer, gran parte de la obra y los años fundamentales de la biografía y la actividad literaria de Juan Ramón Jiménez tienen como escenario el paisaje de Madrid y sus alrededores. El poeta se sintió el paseante mejor de la ciudad donde tuvo azotea abierta a sus aires, sus árboles y su horizonte, el observador de su paisaje humano y natural.

Tras algunas interrupciones convalecientes, Juan Ramón vivió en Madrid un cuarto de siglo, entre 1911 y 1936, los años centrales de su actividad literaria: en pensiones cercanas a algún sanatorio que tranquilizara sus aprensiones, en la clínica del Rosario, en la Colina de los chopos, en las muchas casas que habitó y desalojó en busca de silencio hasta instalarse definitivamente en la calle Padilla antes de salir de España.

Esos espacios, tan ligados a la vida y la obra de Juan Ramón, son los que recorren las palabras y las imágenes de esta Guía del Madrid de Juan Ramón Jiménez que ha elaborado Rocío Fernández Berrocal y publica la Comunidad de Madrid.

Elaborada guía, muy volcada en lo visual, que va más allá de la mera labor de selección de fragmentos juanramonianos y de la redacción del texto y recopila un abundante material gráfico para explicar las alusiones literarias. Entre la palabra constante de Juan Ramón y el acopio ingente de textos organizados por la autora con inteligencia y conocimiento se intercalan las ilustraciones, elegidas con tino para subrayarlos.

Y es que Madrid no es sólo el ambiente en que Juan Ramón crea gran parte de su obra, sino el tema y el objeto de muchos de sus textos. Madrid es el punto de partida y de llegada del itinerario poético y personal del Diario de un poeta recién casado, el centro de los Libros de Madrid, y –con esta guía- Madrid es también una excusa razonable para releerle y recorrer con él itinerarios como el que había previsto para la visita frustrada de Tagore en 1918:

Paseo por Madrid: Ritz, Prado, Alcalá, Retiro (un rato a pie), Alfonso XII, Velázquez, Hipódromo, Castellana, Alcalá, Arenal, Oriente, Ferraz, Rosales, Bulevar.

Ese es el Madrid esencial de Juan Ramón, el Madrid posible que se imponía ya a un Madrid imposible y decimonónico que recordaba a Galdós o a Baroja. Del Madrid modernista del 98 al del 27 y la Segunda República, Juan Ramón ve crecer en todos los sentidos a una ciudad en la que estaba empezando a escribirse una parte fundamental de la literatura europea del siglo XX.


Santos Domínguez