24/6/07

Obra entera de Rafael Cadenas


Rafael Cadenas.
Obra entera. Poesía y prosa (1958-1995).
Introducción de Darío Jaramillo Agudelo.
Pre-Textos. Valencia, 2007.

Un testimonio sobre la obra entera de Rafael Cadenas. Así titula Darío Jaramillo Agudelo su introducción a esta Obra entera que editó en el 2000 en el Fondo de Cultura Económica y ahora publica en España Pre-Textos.

Casi cuarenta años de poesía y prosa de un admirable poeta venezolano, un clásico vivo e invisible, autor de una obra amplia y exigente que es una exploración sobre el misterio del mundo:

YO PERTENECÍA A UN PUEBLO de grandes comedores de serpientes, sensuales, vehementes, silenciosos y aptos para enloquecer de amor. Pero mi raza era de distinto linaje. Escrito está y lo saben —o lo suponenquienes se ocupan en leer signos no expresamente manifestados, que su austeridad tenía carácter proverbial.

Este es el comienzo de los Cuadernos del destierro, un poema narrativo subyugante y dotado de una magia que no está sólo en las palabras, sino en una tonalidad en la que lo mágico y lo sobrehumano se expresan en un tono de exorcismo aterrador por medio de una voz que no es sólo la voz personal del poeta, sino la de un mundo que se expresa a través de él.

Historia y paisaje, vegetación y fábula, rito y monólogo alucinado de una salmodia visionaria y ceremonial con la que se elabora esta poesía telúrica. Una poesía propensa al desbordamiento enumerativo solidario del paisaje exuberante:

Estoy aquí. Muerto pero aún andando, desnudo, recreado en las hojas de fuego, devolviéndome hacia mi final, dado al tiempo sin armas, espíritu del vino, excelente en el sufrimiento, sin títulos como los resucitados, ojo de huracanes, devorador de sus pies, propenso a falsificar, hermanado con la muerte, mimado, entre vocaciones terrestres, victimario y víctima dentro de un mismo silencio, avanzando y retrocediendo como dos ríos encontrados en los ojos, inexistente pero complaciendo la mitad de mi animal, caminando, hablando, sonriendo, callando, exhibiendo uno de mis rostros, mintiendo, muriendo por la verdad, con amigos, planificando una manera de vivir.

Falsas maniobras introdujo una modificación sustancial de tono en la poesía de Rafael Cadenas: de lo mágico y lo desconocido se pasó a la claridad del aire y la transparencia del estilo y a un cambio en el sujeto lírico: del hechicero al hombre corriente y al inadaptado, que aparece en Derrota, quizá el poema más conocido y antologado de su autor:

Yo que no he tenido nunca un oficio que ante todo competidor me he sentido débil que perdí los mejores títulos para la vida que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución) que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos que me arrimo a las paredes para no caer del todo que soy objeto de risa para mí mismo que creí que mi padre era eterno que he sido humillado por profesores de literatura que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo que tengo vergüenza por actos que no he cometido que poco me ha faltado para echar a correr por la calle que he perdido un centro que nunca tuve

Se radicaliza así la evolución de Rafael Cadenas hacia lo que Darío Jaramillo define como "ardua lucha por la eliminación del yo." En Intemperie el poeta ha optado por un desistimiento (Lo inefable no me quiere. Hace años que dejé de preguntar. Desistí en su filo) que en Memorial es ya abdicación ante el mundo y sensación de pérdida:

¿Qué hago yo detrás de los ojos?

La segunda parte del volumen recoge una serie de ensayos espléndidos y lúcidos en los que indaga sobre la relación de la conciencia con la realidad. Ensayos que son exploraciones, llenos de hallazgos y de titubeos, de caminos abiertos y sendas cegadas, sobre la poesía como conocimiento y revelación.

De eso trata el espléndido Realidad y literatura, que aborda los límites de la percepción y de la identidad, la relación del poeta con el mundo.

La enseñanza de la lengua y la literatura y la aberración que confunde enseñanza de la lengua con enseñanza de la gramática es el objeto de En torno al lenguaje.

Y quizá el mejor de todos, los Apuntes sobre san Juan de la Cruz y la mística, un ensayo hecho transitando de la orilla del creador a la del lector, en una perspectiva exigente y privilegiada que analiza la poesía mística como un problema de lenguaje.

Darío Jaramillo cierra su introducción con unas palabras de las que quiero acordarme ahora. Dice de la poesía de Rafael Cadenas:

Existen muchos lectores de literatura que están prevenidos con la poesía. Y con razón, con las mismas razones que Rafael Cadenas está prevenido. A estos lectores les recomiendo, a la fija, la lectura de Obra entera. No le aconsejaría a alguien ajeno a la poesía que se vaya de vacaciones acompañado del Polifemo de Góngora o del Poema heroico a san Ignacio de Loyola de Domínguez Camargo, o con los versos de Lezama Lima (...) Pero no dudo en recetarle la Obra entera de Rafael Cadenas. Poesía de creciente prestigio entre poetas, a pesar de lo cual se deja leer con verdadera pasión por los simples mortales, pues deliberadamente ha sido escrita para ellos desde su misma mortalidad, desde la vida que reivindica siempre. (...) Es un poeta que pueden leer quienes habitualmente leen libros distintos a la poesía. Será una lectura apasionante, ya dije que fluida, y tendrán en sus manos a un poeta que les dirá cosas nuevas, que volverá palabras asuntos que todos sentimos sin poder verbalizar, que les revelará sensaciones profundamente humanas, que —con un guiño, con un horror sensato— les ayudará a conocerse.
Santos Domínguez