16/3/07

Eco. A paso de cangrejo




Umberto Eco.
A paso de cangrejo. Artículos, reflexiones y decepciones.
Debate. Barcelona, 2007.

Si en Kant y el ornitorrinco Eco analizaba una serie de fábulas sobre animales con un enfoque semiótico, en A paso de cangrejo, que publica la editorial Debate, vuelve a recurrir a los irracionales. Más allá del título descriptivo en el que se alude a la regresión histórica de este comienzo del milenio, me parece que hay un texto ejemplar que resume la postura de Eco en estos artículos y contiene todas sus claves. Se titula El lobo y el cordero. Retórica de la prevaricación y lo podría haber firmado el mejor Ferlosio. Recoge el texto de una conferencia que Eco pronunció en la Universidad de Bolonia en mayo de 2004 y empieza con estas líneas provocativas:

No sé si vale la pena decir lo que voy a decir, porque estoy plenamente convencido de que me dirijo a una masa de idiotas con menos seso que un mosquito y estoy seguro de que no entenderán nada.

No es más que una manera de captatio malevolentiae, una broma para empezar a hablar de la captatio benevolentiae y de la retórica de la prevaricación a partir de una fábula de Fedro:

"Un lobo y un cordero, empujados por la sed, llegaron al mismo riachuelo. El lobo se detuvo más arriba, y mucho más abajo se situó el cordero. Entonces, aquel bribón, empujado por su desenfrenada glotonería, buscó un pretexto para pelearse.
—¿Por qué —dijo— enturbias el agua que estoy bebiendo?
El cordero, atemorizado, respondió:
—Perdona, ¿cómo puedo hacer eso, si bebo el agua que pasa antes por ti?"

Como puede verse – comenta Eco-, el cordero no carece de astucia retórica y sabe cómo refutar la débil argumentación del lobo, precisamente partiendo de la idea, compartida por las personas de sentido común, de que el agua arrastra los residuos e impurezas del monte al valle y no del valle al monte. A la refutación del cordero, el lobo opone otro argumento:

"Y aquel, derrotado por la evidencia del hecho, dijo:
-Hace seis meses hablaste mal de mí.
Y el cordero rebatió:
-¡Pero si aún no había nacido!"

Otro buen movimiento del cordero, al que el lobo responde con un nuevo pretexto:

"-¡Por Hércules! Fue tu padre el que habló mal de mí —dijo el lobo.
E inmediatamente se le echó encima y lo despedazó hasta matarlo injustamente."

Supongo que cualquiera les podría poner rostro y bandera a esos dos animales. No son los únicos, animales o alimañas, que aparecen en el libro con sus nombres civiles, sobre el fondo idílico de las Azores o en la Roma eterna.

Complementario de otras colecciones de ensayos y artículos como Entre mentira e ironía, sobre el uso estratégico de la lengua en la construcción de la mentira, o de aquellos Cinco escritos morales que presagiaban la situación del mundo actual, Umberto Eco ha reunido en A paso de cangrejo sus artículos, reflexiones y decepciones entre 2000 y 2005.

Estamos posiblemente ante el Eco más lúcido y más desengañado, ante el hombre de talante y profundidad barroca que sabe descubrir la realidad deleznable que ocultan las apariencias o enmascara el lenguaje.

El desengaño y la regresión tienen fecha, 11 de septiembre de 2001, y señas de identidad casi medievales en el viejo espíritu de cruzada y el fanatismo religioso que encubren intereses aún más despreciables.

La guerra y la paz en el contexto de los conflictos de política internacional, las crónicas ácidas del régimen de Berlusconi, el racismo y el espíritu carnavalesco recuperado en las diversiones de masa y en el populismo mediático... Y así hasta llegar a la última colección de artículos, agrupados bajo el descorazonado título El crepúsculo del comienzo del milenio.

Un milenio en el que los mapas políticos de Europa se parecen a los de antes de la primera guerra mundial, con Serbia, Montenegro y los países bálticos; la guerra fría ha dejado paso a la guerra caliente en Kosovo, Irak o Afganistán; Internet y el iPod conviven con personajes siniestros como Bush o Berlusconi, y el pay per view es compatible con importantes flujos migratorios desde el Sur y el Este; los fundamentalismos cristianos antidarwinistas aprovechan los servicios de criados negros u orientales, y la creencia en los misterios templarios y cabalísticos se mezclan con el tercer secreto de Fátima.

Todo eso y más es el objeto de la indagación de Umberto Eco, de su aguda capacidad analítica y su perspicacia para observar los vínculos invisibles que conectan todo esto en una oscura red de relaciones que completa un sombrío panorama entre el fin de la historia y el choque de civilizaciones.

Santos Domínguez