19/11/06

Diez grandes novelas y sus autores


William Somerset Maugham.
Diez grandes novelas y sus autores.
Traducción de Fabián Chueca.
Tusquets. Fábula. Barcelona, 2006.


Hace dos años, la editorial Tusquets publicaba en su colección Marginales este Diez grandes novelas y sus autores, de Somerset Maugham que se reedita ahora en Fábula, el formato de bolsillo de la editorial.

A finales de los años cuarenta, el director de la revista literaria norteamericana Redbook pidió al escritor británico William Somerset Maugham, un novelista con prestigio y popularidad, que elaborase una lista de las diez mejores novelas de la literatura universal. La lista fue, como todas las de este tipo, arbitraria y discutible, pero estaba llena de sugerencias y posibilidades. Tantas, que la propuesta provocó poco después una nueva invitación de la que en 1954 surgió este libro: los doce ensayos memorables sobre el arte de la ficción, sus obras más representativas y sus autores.

El volumen se encomienda a dos citas iniciales que orientan el enfoque de los artículos:

Siempre me han gustado las correspondencias, las conversaciones, los pensamientos, todos los pormenores del carácter, de las costumbres, en una palabra, de la biografía de los grandes escritores. (Saint-Beuve)

La primera condición de una novela es que interese. Ahora bien, para que así sea, hay que ilusionar al lector hasta tal punto que pueda creer que lo que se le cuenta ha sucedido de verdad. (
Balzac)

La biografía como literatura y la novela como documento, en resumen. Y es muy interesante que un novelista como Somerset Maugham cuente la vida de otros novelistas (Jane Austen, Stendhal, Dickens...) como si fuese una novela y las novelas (Tom Jones, Moby Dick, Guerra y paz...) como si él mismo hubiese sido testigo de los hechos.

Cuando Flaubert declaraba que Mme. Bovary era él, le estaba dando a Somerset Maugham una pista que aprovecha con brillantez en este libro, que es lo que suele ser la crítica anglosajona, una invitación a la lectura y no una demostración de superioridad, una reivindicación del placer de leer novelas:

Las personas sensatas no leen una novela como si fuera una obligación. Las leen para divertirse.

Ese enfoque, y el valor añadido de la sutil inteligencia del autor de El filo de la navaja, hacen que este libro, que quizá no es imprescindible, sea una lectura muy recomendable y una nueva excusa para visitar otra vez la novela clásica del XIX.

El análisis rememorativo de las diez novelas (que podrían haber sido otras, claro) y de la personalidad de sus autores va enmarcado entre dos capítulos, uno inicial y otro final, sobre el arte de la ficción y su práctica.

El primero es un intenso tratado sobre el oficio de narrar y su técnica en el que Somerset Maugham, con la pericia de quien es un solvente narrador, aborda cuestiones como el punto de vista, los métodos de construcción del personaje o los diálogos.

El último texto es un puro ejercicio narrativo lleno de inteligencia e ironía. En él, el ensayista- narrador convoca a los diez novelistas a una fiesta en su casa y les deja moverse con la discreción elegante de un buen anfitrión.

Es la fiesta de la lectura a la que está invitado todo lector de novelas. Una reunión de escritores y de conversaciones que vale más que muchos tratados soporíferos sobre el oficio de escribir y el de leer.

Santos Domínguez