12/7/06

El regreso de los dioses



Fernando Pessoa.
El regreso de los dioses.
Edición y traducción de Ángel Crespo.

Acantilado. Barcelona, 2006.
Desde 1917, Fernando Pessoa manejaba la idea de publicar un libro como este Regreso de los dioses. Sin embargo, y aunque su autor tenía diseñado un plan global para ese libro y elaboró muchos de los materiales que deberían integrarse en él, no acabó de fraguar en una obra cerrada, como tantos otros de sus proyectos, y sus textos quedaron inéditos y dispersos.

Acantilado recupera ahora la primera edición de este libro, que se publicó en 1986. Ángel Crespo, que recopiló, tradujo y editó este material disperso, señalaba en el prólogo que ni en vida de Pessoa ni después de su muerte El regreso de los dioses había pasado de ser un proyecto, finalmente abandonado y confuso. La meritoria labor de Ángel Crespo empezó, pues, como una tarea casi arqueológica de reconstrucción laboriosa y aproximada, de ordenación coherente de una prosa ensayística y reflexiva en la que Pessoa emplea la pluma de sus heterónimos para hablar de la obra de sus heterónimos.

Para construir ese modelo autorreflexivo para hacer esa reflexión fundamentalmente estética, pero también religiosa, moral, política y sociológica, sobre los poemas de sus principales heterónimos, Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos, el Fernando Pessoa ortónimo y heterónimo, y sobre todo António Mora establecen un diálogo estereofónico, aquello que Pessoa llamaba drama em gente.

En uno de estos textos, Pessoa explica esa heteronimia de sus textos:

No sé quién soy, qué alma tengo.
Siento creencias que no tengo. Me arroban ansias que repudio. Mi perpetua atención sobre mí perpetuamente me denuncia traiciones del alma a un carácter que quizás no tenga, ni ella cree que tengo.
Me siento múltiple. Soy como un cuarto con innumerables espejos fantásticos que dislocan reflejos falsos, una única anterior realidad que no está en ninguno y está en todos.
Como el panteísta se siente árbol, y hasta su flor, yo me siento varios seres. Me siento vivir vidas ajenas.

La mayor parte de estos escritos están fechados entre 1916 y 1917, años decisivos en los que Pessoa crearía a los principales poetas heterónimos y al prosista heterónimo António Mora, teórico del neopaganismo portugués y a quien se atribuyen los textos de la primera sección del libro, que da título al volumen. Textos que tratan de la sustancia y la metafísica del paganismo, de su ética y su estética, de sus implicaciones políticas y sociológicas, y que son, junto con la segunda parte, La nueva revelación, la mejor introducción a la obra poética de Alberto Caeiro.

Los de las partes tercera y cuarta son diálogos de heterónimos. Textos que abordan la estética pessoana a través de escritos en los que Ricardo Reis habla de Álvaro de Campos y este de aquel y de Pessoa, que en el quinto apartado explica el sensacionismo como una poética neopagana, como una corriente literaria y como una propuesta estética innovadora, como filosofía de la creación y actitud social.

Consciente de la importancia que tenían los materiales dispersos que reunió en esta edición para la comprensión de toda la obra de Pessoa, Ángel Crespo asumió los evidentes e inevitables riesgos de este tipo de reconstrucciones. A la vista de los resultados, parece claro que el esfuerzo salvó los escollos y mereció la pena.

Hoy, veinte años después de aquella primera edición, El regreso de los dioses sigue siendo una obra fundamental e insoslayable porque sistematiza las reflexiones críticas de Pessoa.

Junto con el Libro del desasosiego, recuperado también por Ángel Crespo solo dos años antes, un libro esencial para entender la trayectoria poética de Pessoa a través de sus heterónimos y sobre todo la base ideológica y estética del que seguramente es el más importante de todos ellos, Alberto Caeiro.


Santos Domínguez